Este artículo se publicó hace 7 años.
Díaz pierde la ventaja electoral que le avalaba para liderar el PSOE
La encuesta de intención de voto más reconocida en Andalucía, subvencionada por la Junta, prevé un desplome de los socialistas, que perderían 7 puntos (28,6%) y quedarían a 2,4 del PP (26,6), posibilitando un pacto de Gobierno de la derecha. El mal pronóstico permite a la oposición acusar a la presidenta de querer saltar a Madrid para evitar encarar una eventual derrota.
Daniel Cela
-Actualizado a
SEVILLA.- Hace un año y nueve meses, el PSOE de Susana Díaz ganó las elecciones autonómicas con el 35,4% de los votos, a casi nueve puntos del PP (26,7%), que pasó de ser el partido más votado en Andalucía a obtener sus peores resultados en 25 años. La andaluza adelantó los comicios a marzo de 2015 terminando de un golpe seco con la incertidumbre que acechaba tras la puerta: la irrupción de los partidos emergentes y el vaticinio del fin del bipartidismo. La jugada le salió redonda, porque no sólo aplastó al PP, sino que dejó muy atrás a un Podemos que por entonces ni siquiera tenía líder autonómico (Teresa Rodríguez fue candidata a las andaluzas antes que secretaria general).
Desde entonces, y ante el colapso posterior del PSOE en las generales y en otros territorios, la fortaleza de Susana Díaz como virtual aspirante a liderar a los socialistas se ha sustentado en estas dos premisas: ella gana elecciones, sabe derrotar a la derecha y al partido morado que le disputa la hegemonía de la izquierda. Esta carta de presentación que la sevillana prevé usar en su candidatura a las primarias para liderar el PSOE, que anunciará en marzo, se ha visto alterada este miércoles tras la publicación del sondeo de intención de voto más reconocido en la política andaluza.
Si hoy se celebrasen elecciones al Parlamento de Andalucía, los socialistas volverían a ser los más votados, pero la ventaja indiscutible que Susana Díaz obtuvo respecto a sus rivales en los comicios de 2015 se ha evaporado. Con una participación estimada del 62,8%, el PSOE recibiría el 28,6% de los sufragios válidos, siete puntos menos que lo obtenido en las pasadas elecciones, quedándose a solo dos puntos del PP (26,2%). Los populares de Juan Manuel Moreno apenas varían su resultado, siguen hundidos en su suelo electoral de hace dos años, pero el desplome del PSOE introduce un escenario que entonces no existía: el PP podría sumar con Ciudadanos un gobierno de coalición, o al menos, sus números le permitirían buscar una alianza con otras fuerzas para destronar a los socialistas por primera vez en la historia autonómica.
La encuesta, que debió realizarse el pasado verano pero se frenó con la excusa de que entonces no había Gobierno conformado, supone ahora un jarro de agua fría para los socialistas, toda vez que se trata de un sondeo muy discutido por la oposición porque está subvencionado por el propio Ejecutivo andaluz. El pronóstico prácticamente arroja un empate técnico PSOE-PP, un resultado que a priori no tendría que preocupara a Díaz, porque aún faltan dos años para las próximas autonómicas. Pero su preocupación es otra: un pronóstico tan negativo emborrona el plan de la presidenta andaluza de aspirar a la secretaría general del PSOE dentro de unos meses. La oposición no tardará en acusarla de querer salir precipitadamente de Andalucía, ahora que los sondeos le son tan desfavorables. Si Díaz da finalmente el salto a Madrid, inevitablemente tendrá que preparar su relevo al frente de la Junta de Andalucía, y desde hoy sabe que tendrá que hacerlo con tiempo suficiente como para que su sustituto logre enderezar este pronóstico.
La encuesta también presupone que el bipartidismo no retornará, puesto que el resto de formaciones vería crecer levemente sus apoyos. Podemos es el principal beneficiario de la pérdida de apoyos del PSOE, pasando del 14,8% del sufragio logrado en 2015 al 17%. El grupo de Teresa Rodríguez crece, con apenas dos años de vida casi disputa al PP el liderazgo de la oposición, pero aún está lejos del sorpasso que necesita Pablo Iglesias en Andalucía para terminar de desbancar a los socialistas. Por otro lado, Ciudadanos, aliado del Gobierno de Susana Díaz, también absorbe parte de los votos que deja atrás el PSOE, pasando del 9,28 al 12% de apoyos. IU resiste como fuerza parlamentaria, pero seguiría anclada en el último puesto con un 5,7% de los apoyos (ahora tiene el 5%).
Éste es el pronóstico electoral que acaba de arrojar el Estudio General de Opinión Pública (Egopa), que realiza el Centro de Análisis y Documentación Política de la Universidad de Granada, y que cada seis meses publica uno de los sondeos sobre intención de voto con más eco en la política andaluza. Lo que da a entender el vaticinio, a partir de 3200 entrevistas telefónicas distribuidas en las ocho provincias, es que el bipartidismo sigue en caída, como en el resto de España, aunque el PSOE es más robusto aquí que en Madrid, y el PP se arriesga a dejar de ser alternancia real de gobierno, porque no logra levantarse de su suelo electoral, y sus apoyos ahora son los mismos que en los noventa tenían los comunistas (en torno al 20%).
Este vaticinio también podría estallarle en la cara al líder popular, Juan Manuel Moreno, en el congreso regional que prevé renovar la dirección del partido a mediados de marzo (aunque por ahora nadie le discute la secretaría general). En el peor momento de la historia reciente del PSOE, la formación que le disputa el Gobierno desde hace tres décadas, el PP, no sólo no ha sido capaz de amortizar ese desgaste, sino que continúa perdiendo adeptos. Éste es el análisis que ha hecho este miércoles Díaz cuando le han preguntado: “Si en el peor momento del PSOE, con la que nos cayó y el lío que tuvimos, volvimos a ganar. Es evidente: en Andalucía la gente está contenta con la gestión del PSOE”.
La otra conclusión es que el equilibrio habitual de fuerzas en la arena política andaluza ha quedado definitivamente trastocado con la consolidación de las dos fuerzas emergentes, Podemos y C’s. Ambos crecen limando apoyos a PSOE y al PP, aunque el partido morado capta menos simpatía, apoyos e identificación con el electorado que en la última encuesta. En el último Egopa, hecho público a finales de febrero de 2016, el PSOE-A se situó como primera fuerza en las autonómicas con el 32,1% de los votos y 6,8 puntos sobre el PP-A, que obtuvo un respaldo del 25,3%. Podemos figuraba en tercer lugar con un apoyo del 17,2%, seguido por Ciudadanos, con el 13%, e IU, con el 8%.
El trabajo de campo se realizó entre el 3 de noviembre y el 12 de diciembre de 2016, poco después del convulso comité federal del PSOE en el que una parte del partido, pilotada por la sevillana, forzó la dimisión de su líder, Pedro Sanchez.
Llama la atención que el sondeo no haga una estimación de voto en caso de que se repitieran las elecciones generales, un supuesto factible a partir de mayo si Mariano Rajoy no logra sacar adelante los Presupuestos Generales. El Egopa (también conocido como el CIS andaluz), que se publica desde el año 2002, nunca lo ha hecho, aunque rompió esa tradición hace un año, con la última encuesta publicada (febrero 2016). Entonces su vaticinio acertó de lleno, aproximándose mucho al resultado electoral que se confirmaría cuatro meses después, en las generales de junio, en las que el PP volvió a ponerse por delante del PSOE.
Ahora la investigadora que ha dirigido la encuesta, Carmen Ortega (directora del Cadpea), explica que no han querido repetir aquella proyección “porque no se vislumbran unas elecciones generales en un horizonte cercano”, lo cual ha despertado las dudas entre los grupos de la oposición, que creen que el Gobierno andaluz ha “escondido” la cocina de un pronóstico más grave aún que el de las autonómicas, si finalmente Díaz aspira a liderar el PSOE frente a Rajoy. Lo que sí contiene el sondeo es la intención de voto directo en unas generales (los datos fríos), que también dibujan un escenario oscuro para la presidenta, anticipando otra victoria del PP en Andalucía, con una ventaja mayor incluso que la de los últimos comicios.
Así, Rajoy volvería a ganar en Andalucía con el 22,9% de apoyos frente al 18,1% del PSOE, que ahora ni tiene secretario general ni virtual candidato. Para Ciudadanos, el resultado sería el mismo que el pasado junio (en torno al 13% de apoyos), y mientras que la coalición Podemos-IU perdería fuelle (del 18,5% logrado en las generales al 15,5% que sumarían ahora).
El 76,4% y el 72,6% de los andaluces se muestran poco o nada satisfechos con los resultados de las elecciones de junio de 2016 en el ámbito nacional y autonómico, respectivamente. Pero si hubieran conocido estos resultados con anterioridad, solamente el 8,6% de los votantes en Andalucía hubieran votado por un partido distinto al que lo hicieron y el 15,8% de los abstencionistas hubieran acudido a votar.
Es llamativo que el 22,9% de los andaluces cambió el sentido de su voto de las generales de diciembre de 2015 a las de junio de 2016. El 75% depositó la misma papeleta, pero una parte importante no lo hizo y en este grupo, el 55,3% votó en 2016 a un partido diferente al que había apoyado seis meses atrás, mientras que el 26,5% se abstuvo.
Todos los líderes andaluces suspenden, y por primera vez lo hace Susana Díaz, la única que aprobó en el anterior sondeo, y que ha perdido más de un punto de confianza desde 2014 (de 5,4 a 4,5). “El PSOE en Andalucía tiene una cultura de partido muy profunda, y los electores reprochan a la presidenta la traición de haber facilitado el Gobierno a Rajoy y, en parte, la crisis interna que vive el partido desde la dimisión de Pedro Sánchez”, dice Ortega. Susana Díaz continúa siendo la líder política andaluza más conocida, contando con el 91,5% de conocimiento popular. Le sigue Teresa Rodríguez, de Podemos, con el 59,5%, Juan Manuel Moreno, del PP, (56,8%) y Antonio Maíllo, de IU, con el 55%. A gran distancia se sitúa Juan Marín, portavoz de Ciudadanos, con el 37% de conocimiento. Los dos líderes políticos andaluces mejor valorados son Juan Marín (4,68) y Antonio Maíllo (4,67), seguidos por Susana Díaz (4,52), Teresa Rodríguez (4,51) y Juan Manuel Moreno Bonilla (4,38).
El PSOE vuelve a ser el partido que más simpatía inspira entre los andaluces con un porcentaje del 24,1%, seguido por el PP (19,8%) y Ciudadanos (17,5%). Por último, el 10,2% y el 8,4% de los andaluces mencionan a Podemos y a IU como las fuerzas políticas con las que más simpatizan respectivamente.
En la valoración de los líderes políticos nacionales, el único que aprueba y el que más simpatía despierta es el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández (5,28), seguido de Albert Rivera (4,93) y Alberto Garzón (4,53). Los peor valorados son Mariano Rajoy (3,98) y Pablo Iglesias (3,12).
Las preferencias sobre la formación del Gobierno en España se encuentran divididas en este estudio. Tras conocer los resultados de las elecciones de junio de 2016, el 23,1% de los andaluces hubiese preferido un gobierno de coalición entre PP, PSOE y C’s, mientras que el 20,7% hubiese optado por un gobierno de coalición de izquierdas y el 13,3% un gobierno en minoría del PP. En todo caso, casi la mitad de los andaluces (49,7%) valora positiva o muy positivamente la investidura de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno. Sólo el 9,6% de los andaluces hubieran visto bien la celebración de unas terceras elecciones.
En cuanto a la actuación de los principales partidos políticos en el proceso de investidura, el 53,3% de los andaluces valora positivamente la actuación de C ́s, mientras que suspende al resto de grupos políticos, con un porcentaje de respuestas negativas para el PP, PSOE y UP del 44,3%, del 63% y del 68,7% respectivamente.
Cuando el sondeo se adentra en la política andaluza, revela que el 46,9% de los encuestados apoya el pacto de investidura entre PSOE-A y Ciudadanos, frente al 32,4% que opina lo contrario. Hay un respaldo mayoritario a la alianza entre socialistas y el partido de Rivera en Andalucía (que también gobierna con el PP en Madrid), a pesar de que el 47,2% considera que el grado de cumplimiento del pacto de investidura que suscribieron ambos partidos ha sido escaso o nulo.
Para el 52,2% de los encuestados, la gestión del Gobierno andaluz es mala o muy mala, frente al 21,5% que la considera buena o muy buena. Respecto a la labor de los diferentes partidos, el 64,7% de los andaluces ve bastante o muy mala la labor del PP-A, un porcentaje que es del 60,3% para Podemos; del 44,1% para Ciudadanos y del 53,8 por ciento para Ciudadanos. Para los andaluces, el desempleo (83,8%) continúa siendo el primer problema de la comunidad, seguido de la educación y la enseñanza (32,7%) y la sanidad (31,7%), que han desplazado a la corrupción al cuarto lugar (28,7%). El 26% cree que la situación económica de Andalucía mejorará en los próximos seis meses, mientras que para el 59,3% seguirá igual y para el 12,4% cree que empeorará.
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