Este artículo se publicó hace 9 años.
Los supervivientes de UPyD
De los cuatro eurodiputados que consiguió en las elecciones de 2014 sólo le quedan dos, que, junto a Gorka Maneiro en el País Vasco y tres alcaldes de pequeñas localidades, completan el mapa institucional de los magentas.
-Actualizado a
MADRID.- Dos eurodiputadas, un escaño en el Parlamento vasco y tres alcaldes de pequeños municipios. Esos son los supervivientes de UPyD tras el último batacazo magenta en las elecciones generales del pasado domingo cuando no obtuvo ningún escaño ni en el Congreso, ni en el Senado. Aunque nadie sabe por cuánto tiempo.
Andrés Herzog, el actual portavoz tras la retirada de Rosa Díez de la primera línea política, mantiene aún la ilusión por que el partido no desaparezca. Pero, con esa escasa representación institucional, que repercutirá gravemente en su financiación (los partidos reciben de las arcas públicas más de 20.000 euros por cada escaño del Congreso), su supervivencia queda en la cuerda floja. Además, en 2016 habrá elecciones en Euskadi, donde también han bajado sus apoyos, y las fugas de sus diputados europeos hacia Ciudadanos han sido continuas en el último año.
La línea de caída seguida por UPyD durante todo 2015 ya ha tenido consecuencias. De hecho, según los presupuestos publicados en su web, el partido tuvo un millón de pérdidas en este año electoral mientras que en 2014 había conseguido mantenerse incluso con 228.000 euros de ahorro.
En aquel entonces todavía no había vivido sus peores momentos de crisis interna, aún no había renunciado al pacto con Ciudadanos e incluso obtuvo mejores resultados que los de Albert Rivera en las elecciones europeas: cuatro escaños (Francisco Sosa Wagner, Maite Pagazaurtundua, Beatriz Becerra y Fernando Maura) frente a dos de los naranjas (Juan Carlos Girauta y Javier Nart). A día de hoy, esa balanza se ha dado la vuelta: tras varias sustituciones, al final, dos de los eurodiputados de UPyD se han pasado como independientes al grupo ALDE, al que también pertenece C’s.
De las dos eurodiputadas de UPyD, una pertenece al sector oficialista del partido (Maite Pagaza) y la otra, al crítico (Beatriz Becerra)
Primero fue Sosa Wagner quien, tras encender la primera brasa de división en la formación, terminó renunciando a su cargo en el Europarlamento. Fue sustituido por Enrique Calvet, que junto a Maura creó el primer frente crítico contra Rosa Díez. Ambos acabaron siendo suspendidos de militancia, aunque mientras el segundo dejó su escaño y se unió a Ciudadanos -era el número seis por Madrid y ha conseguido escaño en el Congreso-, el primero se rebeló y no renunció a su acta de eurodiputado. Eso sí, se quedó como independiente dentro del citado grupo parlamentario de liberales y demócratas.
Ahora, además, quien tardíamente fue elegida como sustituta de Maura -hace apenas un mes-, Teresa Giménez Barbat (escritora y miembro del grupo de intelectuales que formó parte de la plataforma cívica que fue germen de C's), también se ha ido a ALDE. Para el partido, esto constituye "otro caso de transfuguismo" que les deja con sólo dos representantes magentas en el Parlamento europeo: Maite Pagaza, hoy en el Consejo de Dirección y, por tanto, de la línea oficialista; y Beatriz Becerra, que apoyó la candidatura de Irene Lozano en el Congreso Extraordinario en el que, por poco, venció Herzog y consiguió hacerse con las riendas del partido.
En el panorama nacional, los magentas han perdido los cinco diputados que todavía tenían en la Cámara baja. Aunque también ahí tuvieron que tirar de la lista para suplir las bajas de Toni Cantó y Álvaro Anchuelo. Fueron sustituidos por Julio Lleonart y Rafael Calduch, respectivamente, pero ya ninguno de ellos -tampoco el propio Herzog- volverá a pisar el Hemiciclo. La placa de su grupo parlamentario y su mítico cartel de 'zona libre de corruptos' tampoco adornarán ya los pasillos del Congreso.
En cambio, quien sí mantiene su despacho en el Parlamento vasco es Gorka Maneiro, miembro del Consejo de Dirección y coordinador del programa electoral de UPyD. Maneiro, diplomado en Ciencias Empresariales, es ahora el único superviviente en una cámara autonómica, dado que los magentas también perdieron toda su representación en ellas el pasado 24 de mayo. Pero tiene un difícil reto por delante: mantener su cargo en los próximos comicios vascos de 2016. El 20-D, los apoyos a UPyD en esa comunidad también descendieron drásticamente con respecto a las anteriores generales: 4.048 votos (un 0,6%) respecto a los 21.282 (1,8%) de 2011.
Tras la debacle de mayo, UPyD sólo puede presumir de haber logrado tres mayorías absolutas. Eso sí, en tres pequeñas Alcaldías de Castilla y León donde consiguieron mantenerse en alza pese a haber obtenido sólo 129 concejales.
Salvador Sánchez Majadas, Julio Sanz y David Mateos fueron los héroes de las municipales. El primero logró el 48% de los apoyos en Becedas (Ávila), lo que supuso teñir de magenta tres de las cinco concejalías en liza. Sanz hizo lo propio en Cabañas de Polendos (Segovia) al alcanzar cuatro de cinco concejales (el 50% de los votos); y Mateos, en Pedraza de Alba (Salamanca), que obtuvo el 54,7% de los votos (4 de 7 concejales).
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