Este artículo se publicó hace 8 años.
Soria cede ante la presión y renuncia al puesto que le regaló Rajoy en el Banco Mundial
El exministro de Industria presenta su renuncia al puesto de director ejecutivo del organismo internacional en una carta enviada al secretario de Estado de Economía
-Actualizado a
MADRID.- El exministro de Industria José Manuel Soria ha presentado su renuncia al puesto de director ejecutivo del Banco Mundial, ante la polémica suscitada por su nombramiento, según fuentes del Gobierno.
Soria ha comunicado su retirada a través de una carta remitida al secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, que era además uno de los miembros del Comité técnico que le designó para ese puesto.
El anuncio de la renuncia se ha producido justo cuando Mariano Rajoy acaba de volver a España tras su viaje a China -donde participó en la cumbre del G-20-, por lo que todo apunta a que podría haber sido una decisión del Gobierno, dispuesto a rectificar al respecto tras el revuelo levantado por la noticia.
No obstante, según las fuentes que se consulten, las versiones son dispares. Para algunas personas cercanas al Ejecutivo, fue Soria quien habría querido evitar hacer más daño a la imagen del presidente en funciones y se habría retirado voluntariamente. Para otras, el propio Soria habría explicado en su misiva que ha recibido presiones para abandonar.
Dirigentes del PP se habían rebelado contra el 'dedazo' de Rajoy y De Guindos
Y es que su nombramiento no ha provocado revuelo sólo en los medios de comunicación, sino entre su propio partido. En el PP fueron varias las voces que se rebelaron contra el dedazo de su presidente y del ministro Luis De Guindos -desde Cristina Cifuentes a Alberto Núñez Feijóo pasando por Juan Vicente Herrera-. Aunque todos ellos defendían, como Rajoy, la legalidad de tal decisión, no entendían que Soria, que ya dimitió de sus cargos tras verse salpicado por los papeles de Panamá, fuera el candidato más adecuado para el Banco Mundial.
Menos aún, que el anuncio se realizara minutos después de la investidura fallida y en un escenario en el que se había firmado un pacto "anticorrupción" con Ciudadanos del que dependen en caso de que Rajoy decida volver a intentar formar Gobierno.
De hecho, toda la oposición -PSOE, Unidos Podemos y hasta los de Albert Rivera incluidos- habían pedido la comparecencia de De Guindos en el Congreso para que ofreciera explicaciones al respecto.
Tener una dudosa reputación puede ser una de las causas por las que el Banco Mundial puede rechazar a un director ejecutivo
Cabe recordar, además, que una de las posibles causas por las que el Banco Mundial puede negarse a aceptar a un director ejecutivo propuesto por cualquier país es precisamente porque pueda tener una dudosa reputación.
Y con Soria, pese a los esfuerzos de los populares en defender que jamás se ha demostrado su implicación en ningún caso de corrupción ni fraude, las mentiras y medias verdades ofrecidas como explicación no convencieron a nadie. Es más, en la plataforma change.org los ciudadanos ya habían recogido casi 300.000 firmas en contra de su nombramiento.
Mariano Rajoy defendió ayer su propia decisión de nombrar a su amigo para ocupar un puesto en el Banco Mundial asegurando que, tras dimitir como ministro de Industria, Soria se había reincorporado al cuerpo de funcionarios -al que no pertenecía de forma activa desde 1990- y había vencido en un concurso.
Soria lamenta la "desproporcionada utilización política" que se ha hecho de su designación y defiende que no está inhabilitado para ese cargo
Tal y como contó Público, dicho concurso nunca se realizó. De haberse producido, más de 2.000 empleados públicos podrían haberse presentado al mismo, aunque Rajoy se esfuerce en defender que era el "mejor candidato". En cualquier caso, fue el Consejo de Ministros quien aprobó directamente la decisión del 'Comisión técnica' dependiente del Ministerio de Economía (y por lo tanto no sólo técnica, sino también política) que, además, estaba compuesta por altos cargos del PP.
Por tanto, se vendió la noticia como un concurso de méritos ganado por un funcionario que había vuelto a su puesto tras haber pasado por un Ministerio, pero, en realidad, se ha demostrado que fue un dedazo de sus amigos directos, Rajoy y De Guindos, para recolocar a Soria no sólo en un puesto "administrativo", sino político: ser representante del Estado en un organismo internacional en el que, además, cobraría 226.000 euros al año libres de impuestos.
Sin embargo, Soria ha reconocido en su carta al secretario de Estado de Economía, según Efe, que su renuncia se debe a la "desproporcionada utilización política" que se ha hecho de su designación. Defiende, asimismo, que toma esta decisión a pesar de que no está ni imputado, ni investigado, ni condenado por ninguna instancia, ni inhabilitado para el ejercicio de ese cargo en el Banco Mundial.
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