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Sigue la pinza derecha–progresía mediática contra Irene Montero

Manu Levin en La Base
Manu Levin en La Base.

Ya hemos visto que el miércoles el PP montó una tangana en el Congreso porque no soportan escuchar a la Ministra de Igualdad defender las ideas y la perspectiva feminista, ni más ni menos, porque lo que dijo Montero no es otra cosa que lo que lleva diciendo el feminismo años, incluso el feminismo más institucional: que no se puede poner la responsabilidad de las violaciones en los actos de la víctima, sino que hay que ponerlo en los actos del agresor.

Pero no solo es el PP: este jueves hay un montón de contenidos en los grandes medios de comunicación, tanto en la derecha mediática como en la prensa progresista, que coinciden en golpear a Irene Montero y en culparla a ella de que la bancada del PP se pusiera a gritar y patalear en medio de la sesión de control al Gobierno.

Es que en el fondo es eso. Pero nada, veréis que la culpa de que la derecha insulte y patalee es de las brujas estas de Igualdad, porque ya sabemos que "quien siembra vientos recoge tempestades", como dijo el PP sobre la violencia política que recibe el Ministerio de Igualdad. (En realidad esto es básicamente lo mismo que hacía el cartel de la Xunta de Galicia que criticó Irene Montero: poner la responsabilidad de la violencia verbal en quien la sufre y no en quien la ejerce. Porque ¿quién se puso a gritar e insultar en el Congreso, Irene Montero o el PP? ¿El PP, no? Pues eso).

En el fondo, lo que hay detrás, creo yo, es la voluntad de algunos de construir un estado de ánimo colectivo y un marco mental, el del "ruido" y la "polarización", que diga algo así como: aquí el problema de Vox es Podemos, si estos rojos y estas feministas no estuvieran en el Congreso y en el Gobierno defendiendo sus ideas, entonces no haría falta recurrir a la reacción de la ultraderecha; el problema son "los extremos", ni deportar migrantes ni ley de vivienda, ni fascismo ni feminismo: bipartidismo. Y extraordinaria placidez. Que todo vuelva a ser como antes.

Eso es lo que hay detrás, y por eso escuchamos a gente como Patxi López y a otras figuras del PSOE, y también a voces de la progresía mediática, intentando construir ese marco, porque consideran que les beneficia electoralmente. Lo que pasa es que eso, además de ser indecente, a lo que contribuye es a impedir los cambios en este país.

Ese habrá sido, como decías, el papel histórico que habrá jugado esta gente para intentar rascar cuatro votos. En fin. Un ejemplo más de lo que yo, humildemente, considero que contribuye a esto, de nuevo en El País. Artículo de Xosé Hermida. Titular: "Nueva trifulca en el Congreso: Irene Montero pasa de atacada a provocadora".

Pues no. Justo al lado de este artículo de Xosé Hermida, había publicado otro que iba en el sentido totalmente contrario. Lo firma Isabel Valdés. Titular: "Qué es la cultura de la violación de la que habla Irene Montero". En la pieza, El País explica detalladamente lo que significa este concepto del feminismo. Este es el último párrafo: "La cultura de la violación es, según la ONU, omnipresente". "Está grabada en nuestra forma de pensar, de hablar y de movernos por el mundo. Y aunque los contextos pueden diferir, la cultura de la violación siempre está arraigada en un conjunto de creencias, poder y control patriarcales", y ponerle nombre "es el primer paso para desterrarla".

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