Sánchez se repliega ante las especulaciones, y a la espera de que se mueva Rajoy

MADRID.- Desde la breve comparecencia el domingo por la noche, tras conocerse los resultados electorales, el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desaparecido de la escena política, y no es casual.

El líder socialista y su equipo ha buscado replegarse tanto a nivel interno, como externo. Por ello, no va a entrar en todas las especulaciones que se han escuchado en torno a su futuro y sobre lo que ocurrirá en el 39º Congreso. Y tampoco quiere tener más protagonismo a la hora del proceso de investidura: la consigna es que ahora, a quien le toca mover ficha, es a Mariano Rajoy.

Además, la dirección del PSOE está cansada de que siempre se le coloque en el foco mediático cuando ya ha dejado clara la única decisión tomada por el secretario general hasta el momento: los socialistas no votarán a favor de Mariano Rajoy ni se abstendrán en su investidura. De ahí no se van a mover, aunque admiten todo tipo de presiones, como ya hubo en diciembre.

Sánchez le dirá a Mariano Rajoy que, como siempre, puede contar con los socialistas para los grandes temas de Estado si llega a gobernar, pero no con sus diputados para salir adelante en una sesión de investidura.

Fuentes cercanas al líder socialista indicaron que en esa posición está el PSOE en estos momentos, y el resto de escenarios ya se contemplarán a medida de que pasen los acontecimientos, y tendrán que ser decididos, en todo caso, en el Comité Federal del 9 de julio.

Por tanto, aunque ni confirman ni desmienten, aún no dan por cerrada la posibilidad de reeditar el intento de un “Gobierno del cambio”, que sumaría mayoría absoluta. Sin incumplir el mandato del Comité Federal del 28-D, porque no sería necesario el concurso de los partidos independentistas. Es decir, volvería a ser con Unidos Podemos y Ciudadanos.

Pero algunos barones consultados por Público aseguran que se antoja muy difícil esta posibilidad. Creen que las relaciones con Pablo Iglesias están muy deterioradas, y que Unidos Podemos nunca estaría dispuesta a alcanzar un pacto en el que esté Ciudadanos, como ya demostró hace unos meses; y que Sánchez volvería a tener una investidura fallida. También miembros de la dirección cercanos a Sánchez comparten estas opiniones.

Por ello, lo más probable es que el PSOE se encamine a liderar la oposición, y Sánchez a prepararse para el 39º Congreso Federal que promete ser muy complicado para los socialistas, y hasta algunos hablan de refundación.

Todo esto indica que la decisión de aplazar una semana la reunión del máximo órgano del PSOE entre congresos no fue casual, y que Sánchez quería ganar tiempo por estos dos motivos: ver cómo se posicionaban los suyos, y ver qué hace Rajoy.

De las múltiples declaraciones de los barones, Ferraz no quiere hablar. Ni tampoco especula si Susana Díaz se presentará en esta ocasión, o no. Lo que sí aseguran en este ámbito es que Pedro Sánchez sigue estando decidido a continuar como secretario general, y se medirá en unas primarias contra quien se presente. “No se lo preguntamos todos los días, pero por su formar de actuar y comportarse, no parece que haya cambiado de opinión”, afirmó un dirigente cercano al líder del PSOE.

De momento, Sánchez y su equipo sí están hablando con muchos dirigentes del partido y de fuera del partido para estudiar la situación, analizar los resultados del 26-J e intentar buscar una salida a un momento muy complicado para los socialistas.

Hasta la tarde de este miércoles, Rajoy no había llamado al líder del PSOE, pero las fuentes que así lo indican advirtieron también de que en esta ocasión las conversaciones van a ir por vías más discretas.