A más escenificación de unidad del PP, más esfuerzos del Gobierno para romper ese relato. Desde el principio, la ronda de reuniones con los presidentes autonómicos impulsada por Pedro Sánchez que arranca este viernes fue interpretada por Génova como una maniobra y por eso se adelantaron con un acuerdo interno entre sus barones para no hablar bilateralmente con Sánchez de financiación autonómica. Pero, ¿y si aún así la dura oposición de Alberto Núñez Feijóo saliese quebrada de estos encuentros?.

Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, y Juan Manuel Moreno Bonilla, de Andalucía, serán los barones del PP que inaugurarán los vis a vis con el jefe del Ejecutivo en La Moncloa. Ambos cultivan desde sus territorios un perfil político moderado —Moreno Bonilla, por ejemplo, fue el único dirigente popular que felicitó a Teresa Ribera por su nombramiento en la Comisión Europea— y los puentes de sus administraciones con el Gobierno central están en buen estado.

Rueda se verá primero con Sánchez, a las 12.30 horas del mediodía, y ya por la tarde, a las 16.00 horas, tendrá lugar el encuentro con Moreno Bonilla. Antes, a las 10 de la mañana, será el turno del lehendakari, Imanol Pradales, del PNV. El próximo viernes 27 de septiembre se ha fijado ya la siguiente ronda y Sánchez recibirá en Moncloa a la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga y los presidentes de La Rioja, Gonzalo Capellán y Asturias, Adrián Barbón. 

La dirección nacional del PP insiste en que no dirige a sus presidentes autonómicos y que tienen las manos libres para abordar cualquier cuestión que "afecte solo" a su comunidad, por eso no descartan que tanto Alfonso Rueda como Juan Manuel Moreno Bonilla puedan salir con algún acuerdo bajo el brazo del encuentro con Sánchez.

Esa opción, la de llegar a acuerdos concretos, tampoco la descartan al cien por cien en Moncloa, según las fuentes consultadas. Oficialmente, el objetivo de los encuentros es reforzar y fortalecer la colaboración del Gobierno de España con los gobiernos autonómicos, "con el diálogo como espíritu principal". 

Las mismas fuentes destacan que la idea es establecer en todo caso una hoja de ruta a seguir durante las próximas semanas y meses en este diálogo. La Conferencia de Presidentes, exigida de forma insistente por el PP, sigue todavía sin fecha aunque en el Gobiernos aseguran que se celebrará. 

En Moncloa son conscientes de que cada presidente autonómico "vendrá con su lista de deberes" a las reuniones. "Se hablará de todo, también de financiación autonómica", señalan en el Gobierno. Pese a la orden de Génova de no negociar estos asuntos, en el entorno de Sánchez recuerdan que tanto Carlos Mazón como Moreno Bonilla y también Fernando López Miras no se han cerrado a abordar estas cuestiones con Sánchez. 

En las filas socialistas han tratado durante los últimos meses de agitar la división interna en el PP sobre el modelo de financiación autonómica que prefieren. Han puesto sobre la mesa las "contradicciones" pese a los intentos de mostrar unidad interna. Las reuniones de estas semanas pueden volver a evidenciarlo. El próximo lunes se verán de nuevo las caras los líderes territoriales del PP en una reunión del Comité Ejecutivo de los populares. 

Aparte de la financiación autonómica, la gestión migración será prácticamente seguro otro de los asuntos encima de la mesa. La reforma de la ley de extranjería sigue enquistada y las comunidades del PP han pedido más recursos. La vivienda es probable que sea un tema que aborde Sánchez. Su intención es que sea el tema principal de la próxima Conferencia de Presidentes y además Sánchez lanzó un aviso este pasado lunes, cuando lo calificó como "el verdadero problema" de la actualidad. "Pido a la oposición que no politice la política de vivienda y arrimemos todos el hombro", dijo entonces. 

La resistencia de Ayuso

No obstante, todos los barones del PP rechazan de plano la forma en la que Sánchez ha abierto el debate sobre la reforma del sistema de financiación autonómica: tras el acuerdo con ERC para la investidura de Salvador Illa y sin convocar la conferencia de presidentes que reclaman desde hace meses. Y del mismo modo critican el "desfile" de presidentes por Moncloa: porque llega tarde, dicen recordando que los presidentes del PP no fueron convocados por Sánchez tras asumir su cargo, y porque, creen, sólo busca desviar el foco de atención.

Con todo, ninguno salvo Isabel Díaz Ayuso ha manifestado dudas o reticencias sobre su asistencia. "Si el presidente del Gobierno te llama tienes que ir", zanjan fuentes populares de máxima solvencia. Un sector del partido, cree que la polémica sobre si Ayuso irá o no es ya una victoria para la estrategia de Sánchez.