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El ruido en Madrid sí entiende de clases: de los conciertos en el Bernabéu a las quejas históricas de los barrios del sur

El estadio del Real Madrid ha acogido 11 grandes eventos multitudinarios este año, pero otros recintos sufren el ruido cada fin de semana. "El Ayuntamiento sólo cuida los barrios en los que sabe que tiene nicho de voto", denuncian los expertos.

Imagen de archivo de un concierto de Duki en el Santiago Bernabéu.
Imagen de archivo de un concierto de Duki en el Santiago Bernabéu. Ricardo Rubio / Europa Press

"Esto es un estadio deportivo, no un auditorio. Hemos convivido pacíficamente durante 80 años con el Santiago Bernabéu. Ahora, nos quieren obligar a convivir con el Auditorio Florentino Pérez, para desarrollar negocios y actividades que incrementen los ingresos del Real Madrid. Y todo esto lo están haciendo con la aquiescencia de la administración pública, especialmente del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. José Luis [Martínez Almeida], Isabel [Díaz Ayuso], no estáis legislando para los vecinos, estáis legislando para favorecer un negocio privado". Estas declaraciones de una de las vecinas afectadas por el ruido de los conciertos en el Bernabéu, recogidas por Europa Press, han hecho saltar las alarmas. 

Taylor Swift, Karol G, Ibai Llanos o Duki. El estadio del Real Madrid ha acogido 11 grandes eventos multitudinarios en lo que va de año. El templo merengue ha colgado el cartel de sold out en casi todos los conciertos –el recinto tiene capacidad para 60.000 personas–. Los vecinos llevan meses denunciando públicamente las ineficiencias del nuevo Bernabéu para cumplir la normativa urbana de control de ruidos. Este fin de semana, sus quejas han surtido efecto: el club de Florentino Pérez ha anunciado la cancelación de todos los conciertos programados hasta el próximo mes de mayo, para ganar tiempo y llevar a cabo las "obras de insonorización" requeridas. 

El alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, presume de haber intervenido para priorizar el confort de las familias que viven en las calles aledañas. "Los conciertos son buenos para la ciudad, pero tenemos que garantizar el descanso de los vecinos. Lo que me interesa es el descanso y el bienestar de la gente", ha insistido. El popular ha repetido esta premisa hasta en cinco ocasiones durante su última comparecencia de prensa. Los barrios y distritos del sur, sin embargo, critican la inacción del Ejecutivo municipal cuando las reivindicaciones no llegan de parte de familias con apellido compuesto y portero en los edificios.

"Está claro que el bienestar de todos los vecinos no le preocupa por igual, señor Almeida. Este fin de semana recibimos quejas de gente que vive a dos kilómetros de la Caja Mágica, porque escuchaba la música de los conciertos. Los que vivimos en el propio barrio no podemos descansar en toda la noche porque cuando termina la música, las calles se convierten en una barra de bar y el tráfico es insoportable", precisa Víctor Renes, vecino y presidente de la Asociación de Vecinos de San Fermín (Madrid). La Caja Mágica acoge entre mayo y octubre una media de dos macroeventos culturales o deportivos al mes. Los vecinos llevan años denunciando la situación ante el Consistorio, pero nunca terminan de recibir "una respuesta en condiciones".

El barrio de San Fermín, situado al suroeste de la capital, tiene una fuerte tradición obrera y una de las rentas per cápita más bajas de la ciudad. "El Ayuntamiento sólo cuida los barrios en los que sabe que tiene nicho de voto. Todos los pueblos tienen cosas que son necesarias, pero desagradables, como los cementerios y las depuradoras, que se sitúan normalmente en la periferia. Con los conciertos pasa un poco lo mismo, son molestos. ¿Qué hacen con ellos? Los mandan al sur. Es una cuestión ideológica, porque son las zonas que menos importan", señala Pedro Uceda, sociólogo y profesor en la Universidad Complutense de Madrid. La Castellana, donde está el Bernabéu, tiene una de las rentas per cápita más altas de todo el país.

La zona del Bernabéu tiene una de las rentas per cápita más altas de España

Los parques del sur de Madrid también sirven como escenario para otros macroeventos de música electrónica como el Brunch in the Park y festivales como el Mad Cool. "Estamos en el mismo barco que los vecinos del Bernabéu y nos alegramos de lo que han conseguido. Es un problema común, porque en ambos casos existe un delito medioambiental. Ellos tienen una asociación más grande y con más recursos, por eso han agilizado la querella. Los ricos han sido los primeros beneficiados, pero nosotros confiamos en ir detrás, ¿no?", sugieren desde la plataforma Stop Mad Cool.

Las fuentes consultadas por este diario consideran que las familias que viven en barrios adinerados tienen más herramientas para protestar de manera efectiva que los habitantes de los barrios pobres. "El capital económico es fundamental, pero también lo son los recursos culturales y mediáticos. Los vecinos del Bernabéu han ido por la vía legal y han tenido el altavoz de la prensa desde que surgió el conflicto", señala Pedro Uceda. Víctor Renes reconoce que la asociación vecinal de San Fermín no tiene capacidad suficiente para pagar un abogado, un procurador y las costas del posible juicio. 

"La falta de estrategia está invadiendo Madrid. La propiedad de los recintos es una variable que tiene mucho que ver. El Wizink Center, por ejemplo, nadie lo mete en la ecuación. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, hablamos del Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid", precisa Alicia Torija, diputada de Más Madrid en la Asamblea. La también portavoz de Cultura y Deporte coincide al señalar que "organizarse y llegar hasta las últimas consecuencias, sale caro". El Wizink Center se ha convertido en un lugar para espectáculos. El deporte solo ocupa el 10% de la agenda de actividades del centro.

Los vecinos de Getafe y Villaverde, también al sur de la capital, temen que el recinto del Mad Cool acabe transformándose en otro "eventódromo" como la Caja Mágica o el Palacio de Deportes. Las luces de colores, las food trucks y las multitudes son habituales durante la época de conciertos en la carretera que separa el municipio madrileño del polígono de Marconi. "Parece que al PP le interesan más los vecinos del Bernabéu que nosotros. El problema va más allá del ruido, también tenemos que convivir con la acumulación de basura y las aglomeraciones de tráfico", denuncian las familias afectadas. 

El periodista y escritor Jorge Dioni López recuerda que "la segregación es común a todas las ciudades" y vincula el debate de los conciertos a la realidad socioeconómica de los habitantes de las zonas damnificadas. "La población del Bernabéu tiene una distinción cultural y social que no tienen otros barrios. Entre los vecinos tenemos fiscales y jueces. La administración responde de inmediato a las demandas de ciertos grupos sociales, porque luego todo tiene repercusión electoral. Los barrios con una alta participación tienen claro que sus votos van a servir para algo, pero las zonas obreras piensan lo contrario, por eso la abstención es más elevada", señala el autor. 

La brecha que separa el norte y el sur

Los expertos ponen el foco en la "desatención" que sufre el sur de Madrid más allá de los conciertos y macrofestivales: los barrios periféricos tienen las infraestructuras menos deseables, los peores servicios y las comunicaciones más deficientes. "Los líderes políticos tienden a mostrarse más empáticos con la gente de una clase similar a la suya", precisa Pedro Uceda. El verano pasado, Almeida mandó sustituir los 51 contenedores subterráneos del barrio de Salamanca, uno de los más elitistas de la capital. El alcalde aplicó el mismo sistema en otros 30 puntos del distrito centro, mientras los barrios obreros denunciaban la acumulación de basura y residuos

"El Ayuntamiento sólo cuida los barrios en los que sabe que tiene nicho de voto"

"Es un agravio comparativo, parece que somos vecinos de tercera. Nos gustaría tener las garantías que tienen las familias que viven en otros barrios, pero la zona sur de Madrid siempre sale perdiendo", considera Javier Cuenca, presidente de la Asociación Vecinal La Incolora de Villaverde Alto. La brecha entre el norte y sur también se puede ver en la arquitectura de las promociones de obra nueva, la limpieza de las calles, la dotación de recursos públicos y las comunicaciones.

"Nosotros vivimos al lado de una obra constante. Las quejas de los vecinos van más bien por ahí, porque estamos todavía en fase de desarrollo. Somos un barrio nuevo y llevamos desde la pandemia pidiendo un centro de salud propio. Hay familias con miembros inscritos en dos o tres centros diferentes. No tiene ningún sentido", critica Miguel Ángel, expresidente de la Asociación de Vecinos de Méndez Álvaro. La zona también sufre las consecuencias de los conciertos, botellones y macrofestivales por su proximidad con la Caja Mágica, Madrid Río y el parque Tierno Galván. 

La Asociación de Vecinos de San Fermín presentó en junio un Plan Efectivo para los macroeventos en estos lugares, con demandas para poner freno al ruido, los problemas de movilidad y la suciedad. La plataforma Stop Mad Cool recuerda la necesidad de mirar más allá de las empresas que organizan este tipo de eventos, que "por supuesto que tienen una responsabilidad e incumplen la ley", pero no son las únicas. "El Ayuntamiento concede las licencias y es igual de responsable. Esto ocurre porque las instituciones locales lo permiten y las sanciones que contemplan son irrisorias", sentencian.

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