Este artículo se publicó hace 10 años.
Rajoy ya no hace ascos al dictador Obiang y viaja a Guinea
No quiso cenar con él en la anterior cumbre, pero ahora le necesita. Mariano Rajoy busca un sitio para España en el Consejo de Seguridad de la ONU —que se vota en otoño— y el apoyo de los países africanos le vendrá bien para conseguir su propósito, aunque para ello tenga que hacer campaña frente a dirigentes de naciones que no respetan los derechos humanos.
Tras pasar por Polonia mañana, el presidente del Gobierno viajará el miércoles a Guinea Ecuatorial, donde coincidirá con el dictador Teodoro Obiang, jefe de Estado del país desde 1979. Será la primera vez en 23 años que un jefe del Ejecutivo español viaje al país africano.
Pero la ocasión, según el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, lo justifica. La cumbre, a la que también acudirá el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, podría servir para recabar votos para la candidatura española, en una campaña en la que compite con Turquía y Nueva Zelanda por dos puestos que se quedarán libres en el mismo grupo regional al que pertenecen estos países. Más de una cuarta parte de los votos de la Asamblea General están en África, un continente al que Rajoy apenas ha prestado atención, hasta ahora.
Es más, en el caso de Obiang, Rajoy ha intentado evitar el encuentro todo lo que la diplomacia le ha dejado. Así, en la cumbre UE-África celebrada el pasado abril, ambos presidentes llegaron a saludarse, pero el español declinó la invitación a una cena "no oficial" en la que les habían colocado juntos "por coincidencias idiomáticas". En las mismas fechas, el Gobierno echó balones fuera y no se responsabilizó de la presencia de Obiang en un acto cultural del Instituto Cervantes en Bruselas al que también acudió el ministro de Educación, José Ignacio Wert.
El propio dictador agradeció al rey (Juan Carlos) y no a Rajoy su invitación a dicho evento y Zarzuela se vio obligada a desmentir que la Casa del Rey hubiese hecho tal ofrecimiento. Durante el funeral de Adolfo Suárez, además, tanto el monarca como el presidente saludaron a Obiang —y al resto de dirigentes internacionales— en privado para evitar que las cámaras recogieran el bochornoso momento.
Aunque, como en estas ocasiones, Obiang sí ha venido a España en numerosas ocasiones, el último presidente en visitar la excolonia española fue Felipe González. Ni José María Aznar, ni José Luis Rodríguez Zapatero lo hicieron y, desde que gobierna de nuevo el PP, sólo la selección española de fútbol ha ido a Malabo, gratis, y no sin haber suscitado polémica por ello. Y es que Obiang siempre ha obviado las peticiones de España para que democratizase su régimen. Es más, su gestión sólo ha agravado la corrupción sin conseguir sacar a la mayor parte de la población de la pobreza.
No obstante, los partidarios de un acercamiento —como el extitular de Exteriores socialista Miguel Ángel Moratinos— sostienen que no se puede dejar de lado, empresarialmente hablando, al único país subsahariano que habla español. Como él, Margallo —que explicó en que las exportaciones españolas a África son superiores a las de América Latina— también justificó este viaje desde un punto de vista económico. Guinea Ecuatorial es el tercer productor de petróleo de África y, en general, el continente está creciendo a un ritmo del 6% anual. "África es una altísima prioridad de la política exterior española", aseguró el ministro.
Aun así, el titular de Exteriores insistió en excusar la presencia de Rajoy en Guinea alegando que, en cualquier caso, la invitación no procede de los anfitriones del evento, sino de Mauritania, que ejerce la presidencia de turno de la UA.
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