MADRID.- "Este es el primer paso, pero espero que sea el último". Así de amenazante se ha expresado Mariano Rajoy poco después de que el Parlament hubiera aprobado, con 72 votos a favor y 63 en contra, la resolución de Junts Pel Sí y la CUP que inicia el camino hacia la independencia de la Comunidad.

El presidente del Gobierno anunció, como estaba previsto, que recurrirá el texto ante el Tribunal Constitucional, pero también se guardó en la manga la posibilidad de pasar a tomar medidas mayores como la aplicación del artículo 155 de la Constitución que podría llegar a suspender la autonomía de Catalunya. "Responderemos sólo con el Estado de Derecho, pero con todo el Estado de Derecho", sentenció desde la localidad salmantina de Béjar.

"Responderemos sólo con el Estado de Derecho, pero con todo el Estado de Derecho"

El Ejecutivo central apenas esperó unos minutos para poner en marcha el procedimiento de respuesta, que comienza por pedir al Consejo de Estado que elabore un dictamen de urgencia al respecto. Esa es la condición previa para poder presentar el anunciado recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional (TC) contra dicha resolución. 

Cuando, con toda probabilidad, el citado órgano consultivo apruebe mañana el dictamen se reunirá, también de manera extraordinaria, el Consejo de Ministros para aprobar el recurso que ya tiene ultimado la Abogacía del Estado. Será el miércoles cuando Rajoy firme el texto que llevará al TC y que provocará "la inmediata suspensión de esta iniciativa y sus posibles efectos". 

La decisión del Ejecutivo se tomará en base al artículo 161.2 de la Constitución, el cual señala que "el Gobierno podrá impugnar ante el TC las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de las Comunidades Autónomas". Asimismo, señala que "la impugnación producirá la suspensión de la disposición o resolución recurrida, pero el Tribunal, en su caso, deberá ratificarla o levantarla en un plazo no superior a cinco meses". Es decir, que el texto catalán quedará sin efecto en cuanto el Alto Tribunal acepte a trámite el recurso de Rajoy.

El Gobierno responsabiliza directamente a Forcadell en caso de que el Parlament desobedezca al TC

En él, según ha explicado el propio presidente, el Gobierno no sólo pedirá la paralización de los efectos que pudiera llegar a tener la resolución que prevé la "desconexión" de Catalunya con España, sino que pedirá al TC que comunique su dictamen "expresamente a la presidenta del Parlament para que tenga en cuenta que esa resolución no tiene ningún valor y, por tanto, no puede tener ninguna consecuencia". Con ello, Rajoy pone en el punto de mira a Carme Forcadell, con el fin de poder responsabilizarla directamente de una hipotética desobediencia de la Cámara.
​

"La mayoría de la sociedad quiere que prevalezca la igualdad y la ley frente a los que quieren imponer su ley por encima de la democracia", justificó el presidente sus amenazas. No obstante, incidió en que el inicio del procedimiento judicial -el recurso al TC- era sólo "el primer paso" y, aunque volvió a decir que no le gustaría tener que tomar "ninguna otra decisión", dejó la puerta abierta a llegar a aplicar el 155. "La ley es la ley -dijo, en referencia a la Carta Magna- y cuando se ataca la ley hay que utilizar todos los instrumentos que se puedan utilizar para frenar esos ataques", zanjó. 

Reunión con Pedro Sánchez

En todo ese procedimiento, Rajoy no estará solo. Al menos, según lo previsto por los anuncios del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que se ha mostrado partidario de "unir fuerzas" frente al desafío independentista. 

De hecho, ambos líderes han mantenido una conversación esta misma mañana, antes de que finalizara el pleno del Parlament, y en ella han acordado volver a reunirse en La Moncloa este martes, según ha informado el propio presidente.

También ha prometido que mantendrá informados al resto del partidos, aunque "el tiempo es limitado" para poder reunirse con todos. En cualquier caso, ha agradecido el "apoyo y el respaldo recibido" en las últimas semanas por parte de formaciones como el PSOE, Ciudadanos y UPyD y todos los que se consideran "constitucionalistas". "Un apoyo que es a la democracia española y un respaldo a la unidad de España", concluyó Rajoy. 

El líder de la formación naranja, Albert Rivera, ha hablado con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.