Este artículo se publicó hace 8 años.
Rajoy esperará a que sean los barones críticos del PSOE quienes fuercen a Pedro Sánchez a abstenerse
El presidente en funciones asegura que llamará al secretario general de los socialistas, "pero no hoy" y se niega a develar su estrategia de cara a un segundo intento de investidura. Ofrece al PSOE la estabilidad de sus gobiernos autonómicos en caso de que rompan con Podemos, como ha ocurrido en Castilla-La Mancha
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MADRID.- Mariano Rajoy esperará a que sea el propio PSOE quien mueva ficha, una vez resuelta su crisis interna, para desbloquear la situación actual. Así lo ha dejado entrever este lunes, cuando aseguró tener una estrategia para seguir intentando formar Gobierno antes del 30 de octubre -fecha en la que se disuelven las Cortes- que pasa por la abstención de los socialistas, pero no develó los pasos a dar para conseguirla.
Es más, Rajoy -conocido como el político que mejor sabe manejar los tiempos- prometió que llamará a Pedro Sánchez, pero "no hoy", y le prometió lealtad para seguir manteniéndole como interlocutor de la oposición "mientras siga siendo secretario general del PSOE". "Las reglas de juego no me las voy a saltar nunca. No voy a zascandilear", se comprometió el presidente del PP.
No obstante, insistió en que "no tiene lógica" la vía alternativa que pasaría por un Gobierno "basado sólo en la aritmética" de la suma de PSOE con Podemos y todas las formaciones nacionalistas (Rajoy da por hecho el veto mutuo de Albert Rivera y Pablo Iglesias) y dijo no entender el calendario anunciado por Sánchez.
Rajoy: "Mi interlocutor es Sánchez mientras sea el secretario general del PSOE"
El secretario general de los socialistas ha convocado elecciones primarias que se resolverían el 23 de octubre con el fin de celebrar un Congreso para elegir nuevo líder del PSOE en diciembre. Entretanto, el 30 de octubre se disuelven las Cortes y se convocan nuevas elecciones. Además, para evitarlas, tendría que celebrarse un pleno de investidura que ocuparía otra semana anterior y todo ello debería producirse tras una ronda de consultas con el rey. "No se entiende muy bien el planteamiento, ¿va en paralelo [el debate interno del PSOE con los intentos de Sánchez para formar gobierno]?", se preguntó Rajoy.
Pero el presidente en funciones sabe que antes de que ocurra todo ello es el Comité Federal del PSOE quien tiene que aprobar la celebración de primarias y la convocatoria del Congreso. Y es en el Comité Federal donde los barones críticos encabezados por Susana Díaz, que además son partidarios de permitir un Gobierno del PP en minoría, tienen voz y voto. Por eso dejó Rajoy dejó en punto muerto su partida de ajedrez.
"El PP puede ser útil para la gobernabilidad de Euskadi", dice Rajoy, que no desvela si intentará o no la vía del PNV a nivel nacional
"Veremos cómo evolucionan los acontecimientos en el futuro", se contuvo para negarse a responder si a día de hoy, tras los movimientos de los socialistas, ve más cerca las terceras elecciones o volver a ser investido presidente. "Yo haré cuanto esté en mi mano para que pueda haber un Gobierno respetuoso con la lógica y con lo que quieren los españoles. Ya veremos qué pasos voy dando", agregó Rajoy.
Del otro lado, pese a haber afirmado hasta en tres ocasiones que "el PP puede ser útil para la gobernabilidad de Euskadi" tras las elecciones del 25-S, el líder del PP eludió responder también sobre si intentará la vía del PNV a nivel nacional. Con los 5 diputados vascos, los 32 de Ciudadanos, el de Coalición Canaria y, quizá, el diputado de Nueva Canarias, Rajoy ya sumaría los 176 escaños que le darían la mayoría absoluta para ser investido. Pero el PNV, de momento, se mantiene firme en su "no" y Ciudadanos sigue negándose a pactar con partidos que propongan referéndums soberanistas; una opción que hasta cerró la propia Soraya Sáenz de Santamaría el pasado viernes. Además, otros dirigentes conservadores dan por hecho que el PNV en Euskadi se decantará por pactar con el PSOE antes de pedírselo al PP.
Así las cosas, descartada veladamente la vía del PNV ("Vamos a seguir trabajando por el futuro de España", respondió),Rajoy no dudó en confirmar que "con quien realmente se suma es con alguna suerte de colaboración por parte del PSOE". Una colaboración que Rajoy -y también su socio Rivera- espera que fuercen los barones críticos, a los que no dudó en lanzar el anzuelo.
De hecho, avaló la decisión de María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha, que tendió la mano a Emiliano García-Page para que siga gobernando pese a la ruptura de su pacto con Podemos. "Los más razonable, a la vista de la composición de los Parlamentos es que haya entendimiento para evitar situaciones como las de ahora. Los vecinos no tienen ningúna culpa del espectáculo que estamos viendo", se quejó Rajoy.
Y mantuvo encima de la mesa el pacto lanzado a este respecto tras los primeros comicios del 20 de diciembre: si Podemos amenaza con romper con el PSOE en las comunidades donde gobiernan juntos en caso de que Sánchez (o quien sea) se abstenga con Rajoy, el PP garantiza que mantendrá a los socialistas en las Juntas. "PP y PSOE deberíamos ser siempre así; para eso somos partidos que presumimos de garantizar estabilidad", concluyó Rajoy.
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