Mariano Rajoy, a Aznar: "Yo a la gente le hablo a la cara"

MADRID.- El presidente del Gobierno, muy aficionado a los refranes y dichos populares, ha hecho gala del que recomienda ignorar al otro como máxima expresión del desprecio. "Ni coincido ni dejo de coincidir ni voy a comentar nada", respondió Mariano Rajoy cuando se le preguntó por el comunicado en el que José María Aznar cargaba contra el PP (y contra Rajoy mismo, sin citarlo) por los resultados en las elecciones catalanas del pasado domingo, cuando los conservadores, con Xavi García Albiol a la cabeza se dejaron 9 escaños y se quedaron en 11 como quinta fuerza parlamentaria.

El jefe del Ejecutivo fue más allá, además, al dejar clara su forma de actuar: "Yo a la gente le hablo a la cara", sostuvo en la que es su declaración más contundente desde que el expresidente empezó a arremeter contra él por las políticas del Gobierno, casi desde el inicio de la legislatura. Rajoy mantuvo así, durante la entrevista concedida en la noche del jueves a Antena 3, la misma aparente indiferencia ante las críticas de su antecesor que el lunes en el Comité Ejecutivo Nacional, cuando hacía apenas unos minutos que Aznar colgaba en su web el demoledor comunicado.

La entrevista al presidente del Gobierno, además de mostrar a un Rajoy más sonriente y menos rígido, trajo otra novedad que ya había sido apuntada por el propio Rajoy: las elecciones generales serán el 20 de diciembre para evitar que las Cortes se constituyan en plenas fiestas navideñas y puedan configurarse hasta el 14 de enero de 2016.

El presidente del Gobierno ya había apuntado hace semanas en una entrevista a la Cope con Carlos Herrera al 20-D como fecha de unos comicios muy complicados para el PP, pero cuyo día el jefe del Ejecutivo ha querido apurar hasta el final para aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2016, el considerado de facto programa económico del PP.

La entrevista a Rajoy transcurrió sin que el presidente se desviase prácticamente de su mensaje sobre Catalunya o la recuperación económica. El jefe del Ejecutivo acostumbra a echar sobre los hombros de del adversario el peso de las responsabilidades, y en esta ocasión no fue diferente. Así, dejó en manos de Artur Mas -en caso de que sea investido presidente de la Generalitata de Catalunya- la responsabilidad de un encuentro o conversación: "Si me llama, como he hecho siempre, hablaré con el señor Mas". 

Idéntica respuesta para una eventual reforma de la Constitución Española o un encuentro con los líderes de los partidos emergentes, Pablo Iglesias (Podemos) o Albert Rivera (Ciudadanos). En cuando al cambio en la Carta Magna, Rajoy aseguró estar dispuesto a modificarla ("Ya se ha reformado dos veces", recordó), pero es necesario saber "qué" se quiere cambiar. En este punto, el presidente aprovechó para cargar contra el líder de la oposición, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por su indefinición sobre el modelo de Carta Magna que busca. Rajoy le marcó sus líneas rojas: no se tocan "ni la igualdad de todos los españoles ni la soberanía nacional". Es decir, que el PP no dará un paso más en el encaje de Catalunya en la Constitución, ratificó, porque "la singularidad de Catalunya está perfectamente reconocida".

Sí se mostró partidario el jefe del Ejecutivo de reunirse con Mas y hasta con Pablo Iglesias, si ellos lo reclamaran, pues Rajoy dejó claro que no sería de él de quien partiera la iniciativa. "Si el señor Mas me llama..." o "Nunca he descartado verme con el señor Pablo Iglesias..." fueron las condicionales esgrimidas ante la cuestión de si reuniría con ellos ("Yo no he dicho que vaya a llamar", aclaró por si las moscas). El líder conservador sacó pecho, incluso, por haber estado con el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', durante la inauguración del Puente de la Constitución y razonó que él habla "con todo el mundo", aunque otra cosa sea hacer lo que piden.

Mariano Rajoy anunció en la entrevista que dio a Antena 3 que el Consejo de Ministros de este viernes 2 de octubre acabará con la doble comisión que los bancos cobran a los ciudadanos por el uso de los cajero.

La medida, según aclaró asimismo el presidente del Gobierno, se hará efectiva a partir del 1 de enero de 2016 y evitará que los usuarios paguen dos veces por sacar dinero de las terminales automáticas de las entidades bancarias, una parte que se cobraba por parte de la entidad emisora de la tarjeta y otra, por parte del dueño del cajero.