Carles Puigdemont ha anunciado este sábado que volverá a Catalunya "pese a quien le pese" para el debate de investidura. "Estaré allí y solo un golpe de Estado podrá impedírmelo", ha afirmado con contundencia. Lo ha comunicado en un acto organizado en el municipio de Els Banys i Palaldà (Catalunya Nord), para conmemorar el cuarto aniversario de la fundación de Junts per Catalunya.

El líder independentista ha asegurado que "el exilio debe acabar", dado que es una "voluntad democrática que ningún juez puede parar". "El Tribunal Supremo se niega a aplicar una ley aprobada por un parlamento escogido democráticamente", ha dicho, y ha criticado la pasividad del Gobierno ante los jueces que rechazan aplicar la ley de amnistía. Según Puigdemont, Sánchez solo se pronuncia para defender a su esposa, Begoña Gómez, mientras el Poder Judicial español pone un límite al Estado de derecho, "la unidad de la patria".

Puigdemont ha intervenido desde el escenario del Teatre de la Verdor, en un ambiente festivo y veraniego, con una asistencia de unas 2.200 personas, según fuentes de Junts. A pesar de no alcanzar las cifras de los actos más multitudinarios celebrados en Argelès durante la campaña electoral para el 12 de mayo, la formación de Puigdemont puede estar más que satisfecha, teniendo en cuenta las fechas y el calor –en el público se contaban decenas de abanicos– y rebatiendo las voces que auguraban una escasa participación.

Ante la posibilidad de ser detenido una vez pise Catalunya, el expresident de la Generalitat ha exigido que el Gobierno tome cartas en el asunto, puesto que se trataría de una detención "arbitraria". Puigdemont ha señalado, por otro lado, que "no habrá más campañas electorales en el exilio", ya que en las próximas estará presente.

Semana "crítica" por el preacuerdo entre ERC y PSC

Este evento llega al final de una semana crítica, pocos días más tarde de la reunión en Barcelona entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para rubricar el traspaso del IMV y para dar el empujón definitivo al preacuerdo para la investidura de Salvador Illa, que puede cerrarse de forma inminente este fin de semana.

Puigdemont ha cargado contra esta negociación y ha definido a Salvador Illa como el "candidato del 155", que en ningún momento ha lamentado "el mal funcionamiento de Rodalies" o ha criticado la diferencia de inversión entre Madrid y Catalunya. "¿Quién defenderá a los catalanes en Madrid? Solo podemos hacerlo nosotros", ha sentenciado.

Según el expresident, vienen días "decisivos" para el futuro del país, ya que existe "una amenaza real de un Govern presidido por la versión más españolista del PSC, mucho más cercana a Josep Borrell que no a lo que representaba Montilla o que está a las antípodas del expresident Pasqual Maragall".

En este sentido, el líder de los postconvergentes ha dicho que quiere que Junts sea la voz de todos los catalanes, puesto que para "el Gobierno español, un catalán vale menos que un ciudadano de Madrid, vote lo que vote", sea independentista o vote al Partido Popular. "Debemos desenmascarar el complot judicial y salir de la prisión de España, dejar de llorar por las esquinas, volvernos a movilizar y cargarnos de energía y de capacidad de respuesta para terminar nuestro trabajo", ha concluido.

En el acto también han participado la alcaldesa de Els Banys i Palaldà, Marie Costa; la presidenta de Junts, Laura Borràs; el secretario general de Junts, Jordi Turull, el portavoz del partido en el Senado, Josep Lluís Cleries, y el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias. Los dos últimos se han despedido de la política esta misma semana.