Este artículo se publicó hace 7 años.
Tras el 1-OPuigdemont abre la puerta a la declaración unilateral de independencia
La ley es muy clara cuando indica que, en caso de victoria del 'sí' en el referéndum, el Parlament proclamará la independencia de Catalunya en cuestión de 48 horas tras conocerse los resultados oficiales.
Carles Bellsolà
Barcelona--Actualizado a
Los catalanes han votado finalmente en un referéndum de autodeterminación y lo han hecho a favor de la independencia. El 'sí' ha ganado en el referéndum con 2,02 millones de votos, lo que representa el 90% de los votos emitidos sobre un censo total de 5,3 millones de electores, mientras que 176.565 han votado 'no'. Un referéndum al que le seguirá, ya con toda seguridad, una huelga general. Y, muy probablemente una declaración de independencia desde el Parlament.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado que trasladará "en los próximos días al Parlament" el resultado del referéndum, para que este "actúe de acuerdo con lo que dice la ley del Referéndum". Aunque Puigdemont no lo haya especificado, la ley es muy clara cuando dice que, en caso de victoria del 'sí' en el referéndum, el Parlament proclamará la independencia de Catalunya en cuestión de 48 horas tras conocerse los resultados oficiales.
"Nos hemos ganado el derecho a tener un estado independiente en forma de república", ha afirmado Puigdemont. Un derecho que Puigdemont ha ligado ya no solo al resultado del referéndum -ha hablado antes de finalizar el escrutinio, aunque se daba por descontada la victoria del 'sí'-, sino más bien a la represión violenta por parte de los cuerpos policiales estatales durante la jornada. "Hoy España ha escrito una página vergonzosa en la historia de su relación con Catalunya", ha exclamado Puigdemont, en una declaración institucional desde el palau de la Generalitat, acompañado de todo su gobierno. El presidente catalán ha definido la actuación policial como "represión brutal", y ha lamentado que, pese a pertenecer a la UE, la "respuesta del Estado" ante el referéndum "ha sido la de siempre: violencia y represión".
"Europa ya no puede seguir mirando a un lado", ha opinado Puigdemont, que cree que la cuestión catalana "ya no es un asunto interno" español, sino que afecta a todo el club europeo. "Los catalanes nos hemos ganado el derecho a ser reconocidos", ha afirmado Puigdemont, que ha hecho una "apelación directa" a Europa, en tanto que "son ciudadanos europeos" los que hoy han visto conculcados sus derechos.
A la huelga antes de la proclamación de independencia
Poco antes de que Puigdemont preparara el camino para una declaración de independencia desde la sede del poder ejecutivo catalán, las entidades independentistas llamaban a la huelga general desde la plaza Cataluña. "El día 3 de octubre, todo el mundo a la calle", ha proclamado el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, al lado del presidente de la Assemblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez. Las entidades soberanistas llaman así a secundar la huelga general ya convocada formalmente para el martes por diversos sindicatos minoritarios, y a la que muy probablemente se unan en las próximas horas UGT y CCOO.
De hecho, la dirigente de CCOO Dolors Llobet ya ha apuntado el camino, al anunciar que su sindicato pide un "paro de país" el mismo día 3. Llobet también ha planteado un ensayo del paro para mañana lunes, cuando ha pedido a los catalanes que se concentren a las doce del mediodía "delante de centros de trabajo y ayuntamientos", como "respuesta a la vulneraciñon de derechos" esta Al anuncio también se ha unido con entusiasmo la CUP, que ha pedido "una huelga general que paralice el país", en contra de un "bloque granítico" que se opone a las libertades en Catalunya, según palabras de su dirigente Quim Arrufat.
Los 2,02 millones de votos a favor de la independencia suponen un ligero incremento respecto a los casi 1,9 millones de la consulta del 9N del 2014. El conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Jordi Turull, ha recordado que el censo de esa consulta era mayor -podían votar mayores de 16 años y extranjeros residentes-. Pero ha resaltado más que la policía estatal ha logrado cerrar un 13% de los colegios electorales, y que también ha confiscado urnas con votos ya emitidos. Además, ha explicado que el contexto de represión violenta puede haber desanimado de votar a un importante número de ciudadanos. Por todo ello, ha calculado que cerca de 780.000 catalanes no han podido ser contados en la consulta.
Rajoy: "Hoy no ha habido un referéndum"
Hemos pasado del "'votaremos' al hemos votado, y nos hemos contado", ha explicado Turull. Algo que no ve exactamente así el gobierno central. "Hoy no ha habido un referéndum", ha asegurado el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, en comparecencia en la Moncloa, apenas unos minutos después del cierre de los colegios electorales en Catalunya. Ha calificado la jornada de "escenificación contra la legalidad", y ha asegurado -antes de conocerse los datos de participación- que "la gran mayoría" no han participado en ella.
Pese a que con estas palabras rebajaba, cuando no negaba el referéndum, en realidad Rajoy le ha dado importancia política. Por eso ha anunciado que convocará próximamente una reunión de todos los partidos con representación en la Cortes -incluyendo a los soberanistas catalanes- para "reflexionar sobre el futuro que hay que abordar juntos". Una reunión en la que podría deslizar alguna contrapartida a los partidos catalanes para que , según él mismo ha dado a entender. "No voy a cerrar ninguna puerta", ha señalado. Aunque ha añadido el matiz -difícilmente aceptable a estas alturas para el independentismo- de que su oferta de "diálogo" se mantendrá dentro de los límites de la "legalidad". Rajoy, además, comparecerá a iniciativa propia en el Congreso en los próximos días.
Inmediatamente después de Rajoy ha hablado Pedro Sánchez. El líder del PSOE ha recogido las palabras del presidente español y le ha exigido que inicie un proceso de "negociación política" con la Generalitat. Sánchez le ha presionado para que "negocie, negocie y negocie y logre un acuerdo". El líder de Podemos, Pablo Iglesias, por su parte, ha pedido igualmenet diálogo, porque no quiere "que Cataluña se vaya de España". Pero también ha cargado contra el Gobierno del PP, por el "daño" que cree que ha hecho con su represión del referéndum, y contra el PSOE, por haber permitido que Rajoy se mantuviera al frente del Ejecutivo.
Desde Catalunya, la líder de la oposición en el Parlament y diputada de C's, Inés Arrimadas también ha hecho una oferta a Catalunya: un nuevo sistema de financiación y una reforma constitucional. Con el matiz de que debería someterse a "referéndum en toda España". El coordinador de Catalunya en Comú, Xavier Doménech, ha pedido la "máxima unidad de las fuerzas políticas del catalanismo", contra el "peor presidente" de España y para acabar con la "situación de excepción" que a su juicio vive Catalunya. El presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, finalmente, ha defendido "plenamente y sin fisuras" la actuación de la policía estatal este domingo.
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