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Podemos propone limitar y fijar el precio de los alimentos al que tenían antes de la guerra de Ucrania

La formación morada pone sobre la mesa la intervención del mercado de los alimentos para situarlo en los niveles de febrero de 2022, antes de que Rusia invadiera Ucrania. La medida estaría vigente, al menos, durante todo 2023.

Ione Belarra
La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, este sábado durante un acto del partido. Juan Carlos Hidalgo / EFE

Podemos lanza una propuesta para tratar de abaratar la cesta de la compra y combatir la creciente inflación subyacente que sufre España (provocada, precisamente, por el encarecimiento de los alimentos). Los de Ione Belarra ponen sobre la mesa la opción de intervenir este mercado para limitar los precios y situarlos en los que había en febrero de 2022, antes de que Rusia invadiese Ucrania y provocase la guerra que permanece abierta en la actualidad.

La formación morada plantea así una medida similar a la que se desplegó en los peores momentos de la pandemia del coronavirus, cuando el Gobierno limitó los precios de las mascarillas y de los test que detectan la presencia del virus.

El tope a la cesta de la compra estaría vigente, aseguran fuentes de Podemos, al menos durante todo 2023. Además, con el objetivo de evitar que el pequeño comercio sufra situaciones de tensión financiera, el tope a los precios se acompañaría de ayudas directas al sector (como las aprobadas, por ejemplo, para la hostelería).

Los de Ione Belarra consideran que "esta vía sería la más efectiva y justa para garantizar alimentos a precios accesibles para las familias". En Podemos contemplan la posibilidad de que el PSOE rechace intervenir el precio de los alimentos, como sucede en otros ámbitos como el mercado del alquiler.

Por este motivo, en el caso de que los socialistas no acepten esta medida, la formación, "para facilitar que se alcance un acuerdo lo antes posible", también se abre a estudiar una bonificación del precio de los productos de la cesta básica (como se ha hecho con los carburantes) hasta igualarlos con los del 20 de febrero de 2022.

En el caso de que se opte por la bonificación directa de los alimentos, Podemos contempla dos medidas complementarias y "necesarias" para evitar que las grandes distribuidoras se aprovechen de estas ayudas directas al consumidor para seguir incrementando sus beneficios.

En primer lugar, un gravamen extra a las grandes cadenas de distribución (al estilo del impuesto a la banca y a las grandes energéticas); y, en segundo lugar, sanciones económicas a las empresas que aprovechen la bonificación para aumentar su margen de beneficios. La formación morada considera "imprescindible que el Gobierno adopte medidas valientes -como ya ha hecho en materias como la energía o el transporte- para poner remedio a la actual escalada de los precios".

A finales del pasado año, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, negoció con el PSOE y con las grandes distribuidoras medidas para tratar de contener el alza de los precios. Díaz y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, abordaron con empresas como Carrefour la posibilidad de establecer una cesta de la compra rebajada de forma voluntaria por los grandes supermercados, que rotara sus productos, que fuera saludable y que estuviera adaptada a las personas celiacas.

En la negociación, la vicepresidenta también planteó prohibir el reparto de dividendos a las distribuidoras que no ofrezcan cestas de la compra asequibles, impactando de lleno en los grandes beneficios obtenidos con el alza del coste de los alimentos.

Esto no se logró y, finalmente, el PSOE optó por rebajar el IVA a algunos productos de alimentación, una medida que a la vicepresidenta y a Unidas Podemos les pareció insuficiente.

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