PP y C's rechazan colocar una placa en Sol para honrar a las víctimas de la dictadura torturadas en la DGS

MADRID.- No habrá placa en la Puerta del Sol de Madrid para honrar a los ciudadanos que fueron encarcelados y torturados en la actual sede del Gobierno de Madrid y antiguo edificio de la Dirección General de Seguridad de la dictadura franquista. Al menos, de momento. Tanto Partido Popular como Ciudadanos han votado en contra de la Proposición No de Ley presentada por Podemos y que ha sido consensuada con el Partido Socialista de Madrid. Al debate han acudido un colectivo de víctimas de la dictadura y se han ausentado tanto Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, como Ignacio Aguado, portavoz de Ciudadanos en la Asamblea.

La Propuesta No de Ley, que ha sido rechazada por 65 votos frente a 64 a favor, instaba al Gobierno de la Comunidad de Madrid a establecer en la fachada principal exterior de la actual sede de la Presidencia del Gobierno regional una placa conmemorativa "en memoria de las personas que sufrieron violencia, vejación, persecución o privación de libertad por ejercer sus derechos fundamentales, por defender las libertades políticas y sindicales, así como por razón de orientación o identidad sexual y defensa de la democracia".

La propuesta ha sido rechazada por 65 votos en contrado (PP y C's) frente a 64 a favor (Podemos y PSM)

Asimismo, también se pedía que en el marco de la futura de Ley regional de Memoria Democrática se habilitara un calabozo para que fuera accesible por la ciudadanía y la creación un archivo de "memoria oral" que recogiera el máximo número de testimonios de personas detenidas y represaliadas. 

El texto ha sido defendido, por parte del grupo parlamentario de Podemos, por el diputado Hugo Martínez Abarca que ha señalado que la placa es necesaria para honrar la memoria de los que lucharon por la libertad pero también por el futuro de las nuevas generaciones, para "construir un país que tenga su identidad basada en el respeto de los derechos humanos y ancle sus raíces en la democracia". Visiblemente emocionado, Martínez Abarca ha recordado las recomendaciones de Naciones Unidas y la larga tarea pendiente del Estado español en materia de reconocimiento a las víctimas de la dictadura y de la Guerra Civil. 

La diputada socialista María Isabel Andaluz Andaluz también ha defendido el texto transaccionado con Podemos como una "cuestión de derechos humanos esencial" para el funcionamiento de la democracia. "Es imprescindible honrar a quienes se esforzaron en conseguir una democracia en Madrid y lucharon contra la dictadura franquista en defensa los derechos y libertades que hoy disfrutamos", ha aseverado Andaluz. 

Partido Popular y Ciudadanos han compartido su rechazo a la propuesta, aunque por diferentes motivos. Así, el portavoz de Ciudadanos ha alegado para justificar el rechazo de su grupo a colocar la placa conmemorativa en la DGS a una "falta de coherencia" e "irresponsabilidad" por parte de Podemos. En su opinión, el grupo parlamentario morado ha propuesto colocar una placa porque ha sentido "de forma infantil y casi pueril" que el Partido Socialista le adelantaba en relación a las propuestas relativas a la Memoria Histórica. No obstante, el portavoz naranja en esta ocasión, Juan Trinidad, ha concluido su intervención señalando que "las víctimas tendrán su reconocimiento en el mejor lugar posible". 

El PP ha retomado el discurso de equiparación de la dictadura franquista con la II República

Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario popular en esta ocasión, el diputado Juan Antonio Gómez-Angulo, ha compartido con el portavoz de Ciudadanos su férrea defensa de la Transición par justificar el rechazo y ha añadido el elogio a la Ley de Amnistía, al espíritu de reconciliación nacional de 1978 y ha utilizado para su objetivo el discurso de Marcelino Camacho, líder histórico de CCOO, en las Cortes Generales el día de la aprobación de la Ley de Amnistía.

Así, Gómez-Ángulo ha retomado el discurso de la equiparación de la dictadura franquista con la II República, obviando una vez más que la única legitimidad del régimen franquista fueron las armas y la violencia, y se ha preguntado si la placa debe honrar sólo a las víctimas de la dictadura o a las víctimas del franquismo y de la II República.