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PP Boadilla Nueva estrategia electoral del PP: hacer campaña en las iglesias

Vecinos de Boadilla del Monte protestan tras haberse encontrado panfletos en su parroquia 'vendiendo' los logros de los dos años de Gobierno. El alcalde, Antonio González Terol, sucesor de Aguirre, lidera el ala ultra del PP en Madrid.

Panfletos del PP en el interior de la Parroquia Santo Cristo de la Misericordia, en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. PÚBLICO

"Patétito, indignante, triste...". Estos son algunos de los calificativos que los vecinos de Boadilla del Monte (Madrid) utilizan para describir lo que parece ser la nueva campaña electoral del PP: repatir panfletos en las iglesias. 

Paloma, feligresa de la parroquia del Santo Cristo de la Misericordia, cambió este domingo su horario habitual de misa por motivos personales. Para su sorpresa, cuando llegó a la capilla a las 20.30 horas, se encontró con unos folletos poco habituales en el lugar. Allí no estaban la pastoral, lecturas de la Biblia o el libro de cantos, sino una circular del alcalde de la localidad en la que presumía de los logros alcanzados durante los dos años de legislatura.  

Panfleto del PP de Boadilla del Monte distribuido en una parroquia del municipio. PÚBLICO

Panfleto del PP de Boadilla del Monte distribuido en una parroquia del municipio. PÚBLICO

Antonio González Terol, que llegó a la Alcaldía en 2011 cuando su antecesor, Juan Siguero Aguilar, la abandonó tras ser imputado, repitió al frente del Gobierno municipal tras haber ganado las elecciones en 2015. Es uno de los representantes del ala ultra del PP. El también diputado nacional gracias a su inclusión en las listas de Mariano Rajoy es considerado uno de los pocos herederos de Esperanza Aguirre que quedan ya en las filas conservadoras. 

Ultra-católico reconocido, fue nombrado caballero de la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, a la que también pertenecen el exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz y, el exdirector de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, o el director de La Razón, Francisco Marhuenda. El pasado fin de semana se negó a desplegar la bandera del arcoiris para la celebración del Orgullo Gay.

De otro lado, Terol ya era alcalde cuando su Consistorio fue condenado por acoso laboral contra una de las denunciantes de la trama Gürtel, Ana Garrido. Él siempre negó su colaboración en dichas actuaciones y hasta se personó como acusación particular contra su propio partido en el juicio de Gürtel.

Escándalos de corrupción al margen, Terol es también conocido por su habilidad para mezclar lo militar y eclesiástico con lo civil. Una de las últimas pruebas de ello es la celebración de una "jura de bandera para civiles", el pasado mes de marzo.

Algunos de los vecinos que se han puesto en contacto con este periódico lamentan algunos episodios relativos a su gestión en el Ayuntamiento, así como las tardanzas en atender las peticiones de la ciudadanía. Sin embargo, no son éstos los casos que más les han indignado recientemente. Con el reparto de folletos del domingo, fueron muchos quienes recriminaron esta actitud al concejal que, dicen, estaba repartiéndolos "dentro del recinto de la parroquia".

El PP de Boadilla asegura que no fueron culpables de la inclusión  de los folletos en la iglesia y en la parroquia niegan que permitan la propaganda electoral

En el PP de Boadilla confirman que sus ediles están "para todo" y que dedican los fines de semana a repartir "folletos explicativos" de su gestión "en diferentes puntos de la localidad", entre ellos, la calle Miguel de Unamuno donde se encuentra la citada iglesia. "En determinados momentos puntuales se concentran muchos vecinos para acudir a misa y creemos que tienen tanto derecho a ser informados como  el resto de vecinos que se encuentran en un parque, un eje comercial o cualquier otro punto".  En este sentido, alegan que acudir a la iglesia no se trata de una táctica específica diseñada en la cúpula de la formación y culpan a "algún feligrés" de haber metido sus panfletos en el interior del templo. "Jamás le habríamos pedido permiso siquiera al párroco para dejarlos dentro", aseguran las citadas fuentes. El alcalde, Antonio González Terol, ha rehusado valorar este suceso. 

En la parroquia del Santo Cristo de la Misericordia, por su parte, también niegan que su responsable se haya prestado a ello. "Ni siquiera en campaña electoral lo permite. En la parroquia, con consentimiento, no entran más folletos que la pastoral o cosas que tengan que ver con las actividades de la iglesia", aseguran tras señalar que el cura es el principal interesado de desligar sus actividades eclesiásticas de la política.

Algunos de sus feligreses, en cambio, le pedirán explicaciones por lo ocurrido este domingo.  "Es un insulto, es una falta de respeto", sigue Paloma con su discurso. "Yo ni he votado. Me daría igual que los panfletos fueran de cualquier otro grupo político, pero me da mucha pena que hayan intentando aprovecharse para captar conservadores. Yo ni siquiera lo soy", argumenta esta vecina. "Esa no es la forma para acercar la política a los ciudadanos. Tienen otros canales para hacerse propaganda. Además, las virtudes hay que demostrarlas, no venderlas", critica. Y, tras lamentar el "abordaje" sufrido ("Yo no voy a misa para esto", incide), concluye: "Al final me dio pena. Ahora a la puerta de la iglesia ya no hay mendigos pidiendo limosna. Piden votos".

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