Este artículo se publicó hace 8 años.
La Policía sospecha que De Alfonso no pasó los controles para entrar al despacho del ministro del Interior, al menos en su primera reunión
Fuentes oficiales del Ministerio del Interior y de la Dirección General de la Policía aseguran a 'Público' que “no se ha robado ninguna documentación relacionada con Catalunya ni ningún pen drive”, como señalan algunas partes interesadas.
Patricia López
-Actualizado a
MADRID.- Las reuniones celebradas en octubre de 2014 en el Ministerio del Interior entre Jorge Fernández Díaz y el ex director de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso, y desveladas en exclusiva por Público, están llevando de cabeza a los investigadores de la Comisaría General de Policía Judicial. “Se están filtrando datos que nosotros ya hemos descartado, como que algún policía haya podido robar documentación de la Dirección Adjunta Operativa o del Ministerio del Interior”, aseguran a Público fuentes cercanas a la investigación.
Lo mismo aseguran oficialmente tanto los portavoces de la Dirección General de la Policía como del Ministerio del Interior, que aunque no pueden desvelar datos de la investigación, si aclaran tajantemente que “nadie ha robado nada ni en Interior ni en la Policía y ningún periodista ha llamado para contrastar lo que han publicado acerca de un pen drive desaparecido”.
Es más, relatan estas fuentes de la investigación, “por lo escuchado hasta el momento y tras el barrido realizado en el Ministerio del Interior está completamente descartado que haya micrófonos en dicho Ministerio y las pesquisas se están centrando en saber cómo entró Daniel de Alfonso al edificio, porque lo más seguro es que no pasara los controles de seguridad al ser una visita de confianza y no oficial”. Según ha sabido Público, todavía están a la espera de recibir dicha información.
Enviado por la Policía
La persona que concertó la entrevista entre Fernández Díaz y Daniel de Alfonso fue el inspector jefe José Ángel Fuentes Gago, persona de total confianza del ministro por ejercer como jefe de Gabinete del ex director Adjunto Operativo de la Policía, el comisario Eugenio Pino.
En un momento de la primera reunión, mientras Daniel de Alfonso le cuenta a Jorge Fernández Díaz que ha hablado con el dirigente de Unió, Germá Gordó, para dar un golpe de mando en Convergencia i Unió (CiU) y entonces el ministro le pregunta:
FD: ¿Él sabe que tú y yo nos estamos viendo o no?
DA: No. Yo le dije, le vendo también un poco, yo espero en un futuro próximo verme con alguien del Gobierno. No le he dicho si me voy a ver seguro, he dicho que he cursado una petición para tener una entrevista a vicepresidencia del Gobierno. No es verdad. Él tiene que saber que cuando yo le propongo todo esto no se lo estoy proponiendo como iluminado. No sabe ni que nos estamos viendo ahora ni que me voy a ver contigo, ministro, ni si finalmente nos íbamos a ver en el futuro. Sabe que yo había cursado una petición de vernos y que esperaba que diera resultado. Si tú no me dices que se lo diga yo no se lo voy a decir ni en broma. Ni en broma. Yo lo que sí me veré con él, me ha dicho que organice una cena con Albert Batlle y él, el día 27 de octubre.
Es decir, de esta conversación se infiere que es una reunión que sólo conocían el ministro del Interior, Daniel de Alfonso y José Ángel Fuentes Gago –seguramente también su jefe, el ya jubilado Eugenio Pino- y que para que nadie se entere de este plan que están fraguando se llega a poner de pantalla “una petición para tener una entrevista” que ha sido enviada a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santa María.
El ministro parece estar conforme con esta confidencialidad y con que se haya puesto de pantalla a vicepresidencia del Gobierno, ya que no hace ninguna réplica.
Según las fuentes consultadas, “lo coherente en una reunión tan secreta es que Daniel de Alfonso no pasara los controles de seguridad para no quedar registrado con su DNI en el Ministerio. De hecho en la segunda reunión se les escucha con mayor familiaridad y ya sí que hay otras personas que le ven, pero el primer encuentro da la sensación de ser más clandestino”.
Según las declaraciones hechas por Daniel de Alfonso a Público al conocer la grabación, si le hacemos caso, él en ningún momento fue consciente de ser grabado y su teléfono móvil sólo se lo había dejado a José Ángel Fuentes Gago, así que este sería el único policía que podría haberle instalado algo en el teléfono o, al menos, sería a través de él como podría llegar esa grabación a las manos del resto de mandos policiales a los que se ha acusado sin pruebas de haber tenido dicha grabación en sus manos.
Esta versión, aseguran fuentes de la investigación, “es una barbaridad, porque supondría que la Policía de confianza del ministro le ha grabado en su despacho y sin su consentimiento y que después no han sido diligentes a la hora de guardar esa información, algo que no tiene ningún sentido”.
Además, los expertos consultados por Público descartan que haya sido su dispositivo móvil el que estuviera grabando. Como ya desvelamos en diferentes reportajes, “la sensación es que Daniel de Alfonso lleva un dispositivo grabador que cuando está fuera del despacho se mueve a la vez que él y que cuando está en el despacho hablando con el ministro pudiera estar encima de la mesa”. Estos expertos apuntan a que puede tratarse de un bolígrafo o similar de los que se adquieren fácilmente en la Tienda del Espía.
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