Este artículo se publicó hace 8 años.
El PNV gana en Euskadi pero necesitará acuerdos para seguir gobernando
En el nuevo Parlamento Vasco, casi ocho de cada diez parlamentarios estará a favor del derecho a decidir. EH Bildu recupera la segunda plaza y Elkarrekin Podemos irrumpe en la cámara con 11 escaños. El PSE baja hasta los nueve escaños, los mismos que el PP. En sus primeras declaraciones, Urkullu promete que buscará un “pacto con el Estado” que reconozca la “realidad nacional “de Euskadi.
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BILBAO.- Las elecciones autonómicas vascas celebradas este domingo han arrojado el Parlamento más plural de su historia. Tal como preveían las encuestas, el PNV ha conseguido mantenerse en el primer puesto con un 37,46% de los votos, lo que se traducirá en 29 parlamentarios –dos más que en la última legislatura-. Sin embargo, los nacionalistas quedan lejos de la mayoría absoluta –situada en 38 escaños-, lo que llevará inevitablemente a un endiablado escenario de pactos. En segundo lugar ha quedado EH Bildu, con 17 escaños (21,56%), mientras que el tercer puesto ha correspondido a Elkarrekin Podemos con 11 parlamentarios (14,79%). De esta manera, el bloque a favor del derecho a decidir suma 57 escaños, lo que equivale al 76% de la cámara vasca.
Los dos grandes partidos del denominado bloque constitucionalista, PSE y PP, han sido los grandes derrotados de la noche: los socialistas han caído hasta los 9 parlamentarios –en la última legislatura tenían 16-, la misma cantidad que el PP –que pierde uno respecto a las elecciones de 2012-. Ciudadanos, con un 2% de los votos, no ha conseguido ningún representante. Ni siquiera por Araba, donde pretendían hacerse con el escaño que dejaba UPyD, formación que decidió no presentarse a esta cita. La abstención ha sido la otra gran protagonista de la jornada: tal como pronosticaban los datos de participación ofrecidos a la tarde, finalmente ha sido del 37,9%, una de las más altas de la historia.
Una rápida lectura de estos resultados permite sacar algunas conclusiones. En el caso del PNV, ha quedado demostrado que la formación nacionalista sigue siendo la opción preferida de los votantes. Sin embargo, el lehendakari Iñigo Urkullu –postulante a la reelección por este partido- no ha logrado la mayoría necesaria para gobernar sin apuros. Ahora tendrá que emprender la vía de las negociaciones con sus rivales, lo que le obligará a tomar una decisión: o busca un pacto con el PSE –que tampoco le permitiría llegar a la mayoría absoluta, salvo que intentase sumar también al PP- o se decanta por algún tipo de acuerdo con EH Bildu y Elkarrekin Podemos, formaciones que, al igual que el PNV, defienden el derecho a decidir de la ciudadanía vasca.
En Sabin Etxea, sede central de los nacionalistas, no había más que aplausos, abrazos y caras de felicidad. “Euskadi es diferente”, fue una de las primeras cosas que dijo el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien adelantó que este lunes se reunirá la dirección de este partido para empezar a dar pasos hacia la investidura de Urkullu. “Con prudencia y responsabilidad, vamos a iniciar diálogo con el resto de fuerzas políticas para conformar cuanto antes las instituciones vascas”, apuntó.
En Sabin Etxea, sede central de los nacionalistas, no había más que aplausos, abrazos y caras de felicidad.
Por su parte, Urkullu admitió que “se abren semanas de diálogo político y búsqueda de acuerdos”. Tras defender “un acuerdo entre diferentes”, remarcó que buscará un “nuevo pacto con el Estado de igual a igual que suponga el reconocimiento de la realidad nacional de Euskadi”. Poco antes de las 00.00, el lehendakari habló ante los simpatizantes que se habían reunido fuera del cuartel general del PNV en Bilbao. “Euskadi, entzun, Urkullu txapeldun” (“Euskadi escucha, Urkullu campeón”), coreaban sus seguidores. “Los cuatro años próximos van a ser esenciales para el futuro de Euskadi. Tenemos que seguir remando juntos”, dijo desde el escenario. “Realismo, verdad y trabajo: esa es la fórmula secreta del PNV para seguir adelante”, señaló.
Otro aspecto significativo de esta jornada ha sido el duelo entre Elkarrekin Podemos –confluencia entre el partido de los círculos, la IU vasca y Equo- y EH Bildu. De acuerdo a los resultados conocidos esta noche, la coalición abertzale –cuyo candidato, Arnaldo Otegi, fue vetado por el Tribunal Constitucional al filo del inicio de la campaña- ha conseguido recuperar posiciones tras los retrocesos experimentados en las elecciones generales de diciembre y junio pasado. En cualquier caso, sus 17 parlamentarios suponen una caída respecto a la anterior legislatura, en la que contaban con 21.
Entre gritos a favor de la independencia, el líder abertzale aseguró que “el asalto a los cielos en cuatro años empieza esta noche de la mano de la izquierda independentista”
Estos números fueron valorados en Donostia por un exultante Arnaldo Otegi. “Algunos ya nos daban por enterrados. Decían que éramos la política vieja, el pasado… Este país ha vuelto a demostrar que los independentistas de izquierda somos presente y futuro”, afirmó. Entre gritos a favor de la independencia, el líder abertzale aseguró que “el asalto a los cielos en cuatro años empieza esta noche de la mano de la izquierda independentista”. En esa línea, remarcó que “57 escaños de 75 dicen que esta es una nación con derecho a decidir”. Esa es la suma de los parlamentarios de PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos. “Esos que nos hablan de mayorías transversales, ya tienen una aquí”, subrayó.
Mirando hacia posibles pactos, Otegi remarcó que “la mayoría de este país tiene claro por qué mayoría quiere que apueste el PNV”. El lehendakari le respondió poco después ante las cámaras de ETB. “El soberanismo hay que practicarlo día a día”, indicó Urkullu en su primera entrevista tras las elecciones. En tal sentido, dijo que la construcción social y nacional “no pasa por frentes, sino por el diálogo con todas las formaciones políticas”.
Mientras tanto, el PSE registra uno de sus peores resultados en la Comunidad Autónoma Vasca, lo que podría tener repercusión sobre el liderazgo de Pedro Sánchez a nivel estatal. Hay que remontarse hasta 1980 para encontrar un resultado peor en filas socialistas –entonces obtuvieron nueve parlamentarios-. En su primera valoración, la candidata a lehendakari de esta formación, Idoia Mendia, reconoció que no había motivos para celebrar. “No es el resultado que esperábamos, pero sí un resultado que valoramos en sus justos términos, por los efectos que suponen la irrupción de nuevas fuerzas y por la baja participación que ha marcado la jornada electoral”, comentó. “Ha sido un mal resultado –continuó-. Pero quiero decir que hay aquí 9 parlamentarios socialistas que no van a defraudar la confianza depositada en ellos”. Nada dijo sobre posibles pactos con el PNV, algo por lo que a esa misma hora le preguntaban a Ortuzar en la sede nacionalista. Allí tampoco hubo más pistas.
Aunque sus principales dirigentes tratasen de demostrar todo lo contrario, las cosas no han ido mejor para el PP. Los conservadores siguen en caída libre, acumulando ya varias elecciones en picado. De muy poco sirvió la campaña diseñada desde Madrid para tratar de apuntalar a su candidato a lehendakari, Alfonso Alonso, quien durante las últimas dos semanas recibió la visita de prácticamente todo el gabinete de Mariano Rajoy –incluyendo, por supuesto, al ex presidente, que vino en tres ocasiones-. Lejos de admitir la derrota –perdieron 23 mil votos y un escaño-, Alonso valoró estos datos con una sonrisa en el rostro. “Estoy muy contento con los resultados que hemos obtenido”, afirmó.
Alonso también dejó claro que tiene previsto seguir al frente de su partido en Euskadi. “Este es un punto de arranque para una alternativa constitucional en el País Vasco. Tenéis mi compromiso”, aseguró. También contó que había llamado a Urkullu para felicitarle, al tiempo que arremetía contra el PSOE. “Se descalabra aquí y en Galicia, tiene que tomar muy buena nota de lo que quieren los españoles”, dijo en clave estatal. De ahí su sonrisa.
Ciudadanos tampoco consiguió rentabilizar la habitual presencia de Albert Rivera en Euskadi
Por su parte, Ciudadanos tampoco consiguió rentabilizar la habitual presencia de Albert Rivera en Euskadi. A pesar de los ocho actos ofrecidos por el líder de la formación naranja en territorio vasco, sus compañeros de Euskadi se han quedado fuera del Parlamento Vasco. “No eran los resultados que esperábamos”, afirmó el candidato de este partido, Nicolás de Miguel, rodeado de sus seguidores. A pesar del bajo respaldo obtenido -21.362 votos-, tuvo fuerzas para asegurar que “el cambio sensato, la Euskadi del siglo XXI y la limpieza de las instituciones públicas vascas llegarán”.
El PNV ha conseguido el primer puesto en los tres territorios. La mayoría nacionalista vuelve a ser clara en Gipuzkoa, donde la formación de Urkullu obtuvo 9 parlamentarios y EH Bildu 8. Seguido aparecen Elkarrekin Podemos y PSE con tres, mientras que el PP se queda con dos. En Bizkaia –con un PNV arrollador que alcanza los 12 escaños-, Elkarrekin Podemos y EH Bildu empatan con cuatro. Detrás están PSE con tres y PP con dos. La foto es diferente en Araba, donde la formación nacionalista tiene 8 escaños y el PP, su más directo contrincante en este territorio, llega a cinco, los mismos que EH Bildu. En cuarto lugar está Elkarrekin Podemos con cuatro y, por último, el PSE con tres.
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