MADRID.- El president de la Generalitat Carles Puigdemont ha explicado el calendario que tiene en mente en el camino hacia una Catalunya independiente:  referéndum para junio o julio, "como objetivo principal", y elecciones constituyentes para septiembre.

Puigdemont, sin embargo, se ha mostrado cauteloso con la previsión de cumplimiento de dichos plazos. La consulta tendrá lugar, dice, si es "factible", al margen de que sea pactado o no con el Estado español.  Aún así, se muestra relativamente optimista. "El año que viene si nos manifestamos será para celebrarlo", ha asegurado Puigdemont.

​Además, el president de la Generalitat ha lanzado algunos mensajes de tranquilidad para apuntalar la confianza en el proceso y en un futuro Estado catalán. "La ley de transitoriedad jurídica estará a punto. No habrá ni una momento de inseguridad, ni un vacío legal", ha descartado.

Del mismo modo, ha querido despejar todas las dudas acerca de las posibilidades potenciales de un Estado propio: "Que nadie tenga dudas sobre la viabilidad económica que tendrá una Catalunya independiente. Las estructuras del Estado estarán a punto, seguro", ha afirmado el dirigente.

Puigdemont, en la entrevista a Cat Ràdio, ha asegurado también que Forcadell seguirá siendo presidenta del Parlament. "Si la inhabilitan lo primero que haré será recibirla en el Palau de la Generalitat", avanza tajante. 

Consulta pactada... o no

Sin embargo, tal y como dijo ayer durante la Diada, su idea es plantear antes un referéndum pactado sobre el futuro político de Catalunya aprovechando su intervención en la cuestión de confianza a la que se someterá el próximo miércoles 28 de septiembre en el Parlament.

"Voy a insistir el día 28 en hacer una propuesta en este sentido a la política española. No hay que descartar que pueda existir esto -un referéndum-", ha declarado este domingo en un encuentro con corresponsales extranjeros celebrado en la Generalitat con motivo de la Diada.

Puigdemont ha criticado que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, situara -en su reciente discurso de investidura- al independentismo catalán como uno de los principales retos del Estado, y que en cambio no ofrezca "una propuesta de envergadura" para abordarlo.

También ha explicado que su Govern nunca ha descartado un referéndum en el que no solo se plantee un 'sí' o un 'no' a la independencia, sino que también incluya una propuesta de relación Catalunya-España -de corte federal, por ejemplo- que formule el Gobierno central: "No nos da miedo el federalismo".