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Los partidos frenan la idea de Sumar como la gran 'matrioska' de la izquierda

Los de Yolanda Díaz aspiran a ser un puente entre las formaciones y un movimiento ciudadano. Las organizaciones de la actual coalición electoral difieren en sus perspectivas de futuro respecto a Sumar.

Yolanda Díaz, acompañada de Ada Colau y Mónica García
Yolanda Díaz, acompañada de Ada Colau y Mónica García, en una imagen de archivo. Sumar

El frente amplio vuelve a estar de moda, aunque su acepción no está clara. Para algunos, se corresponde con la exitosa experiencia política que ha protagonizado la izquierda en países como Uruguay o Chile, en la que se miran con vocación de imitar; para otros, es la manera de designar una alianza estable de las izquierdas en España que permita de una vez por todas superar las tensiones que amenazan constantemente con dividir a este espacio.

Si el objetivo es que se supere el enunciado de la unidad como mantra vacío de contenido (cuyo poder aglutinador ha quedado invalidado en numerosas ocasiones), la pegunta clave que se plantean algunos en el espacio de la denominada izquierda alternativa es "¿unidad para qué?". 

Sumar está volcado en la actualidad en la conformación de un Gobierno de coalición progresista con el PSOE y en lograr que Pedro Sánchez obtenga los apoyos parlamentarios necesarios para ser investido. Pero si al final se logra este cometido, todos sus esfuerzos virarán hacia el siguiente objetivo: su constitución como espacio político consolidado y estable.

En la actualidad, el espacio de Sumar no pasa de ser, al menos formalmente, una coalición electoral de partidos que decidieron acudir juntos a las urnas en una coyuntura muy concreta, la del 23J. Sin embargo, la vocación de los de Yolanda Díaz no termina, en ningún caso, en este punto, y el siguiente paso es dotarse de una organicidad concreta.

Es en este punto donde, a pesar de que todavía no ha arrancado el proceso, se comienzan ya a vislumbrar algunas diferencias importantes entre los distintos actores de la coalición. Sumar, por ejemplo, aspira a tener una estructura de partido (ya se ha registrado en el Ministerio del Interior y tiene estatutos), a la vez que sirve como ingrediente principal y fundamental en un maridaje entre la política institucional y la sociedad civil.

La federación de partidos de IU y la relación con Podemos

Aunque todavía no hay ninguna decisión tomada ni hoja de ruta concreta, la idea de los de Díaz se parece, a priori, a un paraguas que cobije en su seno a distintas formaciones políticas y a espacios de participación de la ciudadanía, una gran casa común del progresismo  en todos sus ámbitos.

El proceso de escucha que protagonizó la vicepresidenta durante varios meses fue un primer paso en ese camino, y desde Sumar se deja claro que ese protagonismo ciudadano no fue una mera fase de construcción de un espacio electoral, sino que seguirá siendo una constante en el futuro. Sin embargo, los distintos partidos políticos que forman parte de esta alianza ya han tomado posiciones, y algunas chocan de lleno con este objetivo.

Izquierda Unida comparte la necesidad de trascender la alianza electoral y ha enunciado, como propuesta, que en el futuro tome la forma de federación de partidos dotada de órganos de deliberación y decisión que permitan una convivencia estable de los distintos actores.

También comparten la necesidad de construir espacios de participación ciudadana que sigan la estela de lo avanzado en el proceso de escucha de Díaz. Los de Alberto Garzón son, de hecho, los primeros en poner por escrito sus propuestas y en señalar sus preferencias.

Podemos se encuentra inmerso en la actualidad en un cambio en su hoja de ruta para, entre otras propuestas, cerrar la etapa en la que ligaron su planificación como organización al futuro de un espacio liderado por Yolanda Díaz. Los de Ione Belarra no comparten la idea de IU sobre la federación de partidos porque consideran que, dadas las relaciones actuales en la izquierda, no hay mimbres para avanzar en una alianza estable que trascienda a la coalición electoral.

Más Madrid y Compromís

Más allá de las tres formaciones más grandes a nivel estatal, la coalición incluye a partidos a nivel territorial; este es el caso de Más Madrid. Los de Mónica García han abierto un proceso para renovar sus liderazgos y sus objetivos con el fin de afrontar el próximo ciclo político y crecer en la Comunidad de Madrid, donde no sólo son el principal partido progresista, sino la única alternativa a un PP y a una Isabel Díaz Ayuso que tiene por delante una legislatura con mayoría absoluta.

Más Madrid se siente cómoda en la coalición electoral de Sumar y tienen a los de Yolanda Díaz como su espacio de referencia a nivel estatal, aunque trasladan que su acción principal se debe a la Comunidad de Madrid e insisten en su condición de fuerza regional.

En este partido consideran que sería bueno empezar por establecer mecanismos de coordinación y dirección para democratizar el grupo parlamentario del Congreso, aunque precisan que es normal que esto lleve tiempo y que los esfuerzos ahora estén centrados en lograr un Gobierno de coalición progresista.

Respecto a la futura construcción de un espacio político que pueda trascender a la coalición electoral actual, son optimistas y creen que habrá un encaje organizativo de las distintas realidades y actores, pero con tiempo.

Además de partidos estatales o regionales, también están en la coalición partidos nacionalistas como Compromís. En su caso, dejan claro que su intención dista mucho de participar en federaciones o espacios que trasciendan a la coalición electoral y que su proyecto es exclusivamente valenciano.

La fase posterior si se logra un Gobierno de coalición

Además, recuerdan que su principal referencia a nivel estatal y de alianzas con otros actores fuera del País Valencià es el denominado Acuerdo del Turia, donde comparten espacio con partidos como Más País, CHA o Més per Mallorca, con los que tienen una total sintonía derivada, sobre todo, del hecho de que casi todos los actores son territoriales y no tienen la vocación de desplegar su acción política en todo el Estado.

Yolanda Díaz tiene todos sus recursos centrados en la conformación de un nuevo Gobierno de coalición progresista cuya base sea un programa político ambicioso que garantice transformaciones de calado. Pero, una vez superada esta fase, deberá hacer frente de nuevo a un contexto en el que la idea de Sumar como el gran paraguas que cobija a la izquierda se topa con los planes de algunos partidos.

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