Este artículo se publicó hace 8 años.
Otegi sale hoy libre y confía en sortear su inhabilitación cuando sea candidato de la izquierda abertzale
Tras más de seis años preso, el líder abertzale abandonará el penal de Logroño arropado por sus seguidores. Tras renunciar a recurrir su inhabilitación, espera que la jurisprudencia tumbe cualquier intento de impedir que opte a la lehendakaritza en diciembre
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MADRID.- Seis años y medio. 2.330 días después de ser detenido en una reunión, en la sede del sindicato LAB, acusado de intentar refundar la ilegalizada Batasuna bajo órdenes de ETA, Arnaldo Otegi, el reo 8719600510 del penal de Logroño, sale con su condena cumplida. Al menos en parte, porque le faltan varios años de inhabilitación especial.
¿Inhabilitación para qué? Es lo que se pregunta el político preso, o preso político para gran parte de la sociedad vasca y numerosas personalidades políticas nacionales e internacionales. La sentencia de la Audiencia Nacional dejaba claro que sobre el secretario general de Sortu pesa una “inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por el tiempo de la prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de diez años”. Posteriormente, su condena fue reducida a seis años y medio, pero no su inhabilitación.
La defensa de Otegi interpuso recurso alegando que no estaba especificado ni el empleo ni el cargo público que se le impedía ocupar, pero en enero, el Tribunal lo desestimó confirmando que no podrá ser candidato hasta el 28 de febrero de 2021.
Aunque el preso natural de Elgoibar, Gipuzkoa, tiene a su favor el caso de Iker Casanova, diputado de Bildu que sustituyó a Laura Mintegi pese a su inhabilitación especial aún vigente, ha renunciado recurrir la decisión de la AN al Tribunal Supremo. Casanova fue condenado en por pertenencia a ETA a siete años y medio de prisión y los mismos de inhabilitación, pero tomó posesión de su escaño en el Parlamento Vasco antes de cumplirlos. La Asociación Dignidad y Justicia lo llevó a los tribunales, pero la causa fue archivada porque "la sentencia no concreta en su parte dispositiva a qué concreto empleo o cargo público se refiere la inhabilitación".
Pero el hecho de que no haya recurrido al Supremo no significa que vaya a renunciar a encabezar la candidatura de la izquierda abertzale a las elecciones al Parlamento Vasco previstas para este diciembre. Aunque son las bases de Bildu las que tienen que decidir si quieren que el dirigente, condenado mientras impulsaba el fin de la violencia de ETA, sea su candidato.
A última hora del lunes, el diario estadounidense The New York Times publicaba una breve conversación con el líder independentista desde la cárcel en la que confirmaba que se presentará al proceso de elección interna de EH Bildu que, salvo cambios, se celebrará este marzo.
Pese a residuales reticencias internas, Otegi es la carta más valiosa en la partida de la izquierda abertzale, una partida que va perdiendo. Los resultados de los independentistas vascos en las elecciones generales fueron de los peores de su historia. Más de cien mil votos menos y cinco escaños perdidos en el Congreso han obligado a la izquierda aberzale a encarar un profundo debate interno cargado de autocrítica después de ver cómo gran parte de su electorado, sobre todo joven, ha optado por el mensaje de Podemos. Confían en que Otegi funcione como revulsivo, pero no sólo por su simbología, sino por una nueva línea política capaz de ampliar la base social de la formación.
A escasos 200 metros de la prisión donde ha pasado los últimos seis años y medio, Otegi protagonizará su primer acto público desde su encarcelamiento. El recibimiento, autorizado in extremis pero vigilado por las autoridades, se espera nutrido. Pocas horas después volverá a hablar su Elgoibar natal y el viernes dará un mitin en el Velódromo de Anoeta, en San Sebastián.
Durante su estancia en la cárcel no son pocas las personalidades políticas que le han visitado. La pasada semana lo hacía el diputado nacional de ERC, Joan Tardá, junto al exdiputado catalán de la CUP, David Fernádnez. También ha sido un habitual el expresidente del PSE, Jesús Eguiguren. Su detención, condena e inhabilitación ha sido criticada por todos los partidos del Parlamento Vasco, excepto el PP. En una entrevista con Público, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, afirmaba que Otegi debía tener la posibilidad de presentarse a las elecciones. Incluso el juez que lo mandó a prisión, Baltasar Garzón, ha expresado en varias ocasiones que su condena debía ser revisada y su inhabilitación levantada.
Pero no las tiene todas consigo. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ya ha anunciado que llevará el caso a los tribunales si Otegi se presenta a lehendakari, ya que habría diferencias entre su caso y el de Casanova y, además, podía estar cometiendo el delito de desobediencia.
No obstante, hace un mes escaso, el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, sostenía en una entrevista la misma tesis que la defensa de Otegi y añadía que el Código Penal es "muy claro" sobre la concreción de la inhabilitación y que en varias ocasiones "ha confirmado ese criterio".
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