Este artículo se publicó hace 7 años.
Operación LezoAsí vive Ignacio González en la cárcel de Soto del Real
El expresidente de la Comunidad de Madrid dispondrá de una celda de diez metros cuadrados, mesa de estudio y baño propio y tendrá la posibilidad de adquirir un televisor
Madrid-
El expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González pasará del módulo de ingresos al ordinario de la prisión Madrid V de Soto del Real, por lo que dispondrá de una celda de diez metros cuadrados, mesa de estudio y baño propio, según informan a Europa Press fuentes penitenciarias.
Ignacio González permanece desde el viernes por la noche en el módulo de ingresos de Soto del Real, después de que el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ordenara en torno a las 23.00 horas su encarcelamiento. El exjefe del Ejecutivo madrileño, que fue detenido el miércoles en el inicio de la Operación Lezo, pasó también dos noches en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos (Madrid).
El expresidente madrileño entre 2012 y 2015 es uno de los seis detenidos en el marco de la Operación Lezo que ya han ingresado en prisión. El juez ordenó también el ingreso de su hermano, Pablo González, y su cuñado, José Juan Caballero, así como los empresarios vinculados con el Canal de Isabel II Edmundo Rodríguez Sobrino, Adrián Martín y María Fernanda Richmond.
Fuentes penitenciarias consultadas por Europa Press han explicado que no está previsto, al menos de momento, que Ignacio González sea trasladado a otra cárcel. La decisión se ha adoptado siguiendo el protocolo antisuicidios y una vez asignado un módulo en el que coincidirá con otros internos que no se consideran conflictivos. También ha sido observado por el médico y el psicólogo de la prisión.
Como es habitual con todos los presos, los funcionarios de Soto del Real hicieron entrega a Ignacio González de un folleto con el reglamento y el horario de una de las cárceles que cuenta con instalaciones más modernas. La prisión fue construida en 1995 y dispone de unas mil celdas, de las que una treintena corresponden al módulo de ingresos y el resto a celdas ordinarias.
Tras su identificación el viernes y registro en el libro de ingresos, a González se le tomaron sus huellas dactilares y se le hizo una fotografía. Acto seguido se le entregó, como al resto de internos, ropa de cama (juego de sábanas y manta) y otros elementos básicos para su aseo personal.
Soto del Real cuenta con celdas de diez metros cuadrados y dispone de ducha y baño propios y mesa de estudio. Cada interno cuenta además con la posibilidad de adquirir un televisor. El centro está dotado de espacios comunes como un polideportivo, un salón de actos, una capilla y diferentes habitaciones donde se realizan talleres.
Soto del Real es la cárcel habitual de ingreso para los investigados por corrupción en la Audiencia Nacional, aunque transcurrido un tiempo pueden pedir sus traslados. Aquí ingresaron, por ejemplo, los principales cabecillas del caso Gürtel cuando se desencadenó esta operación anticorrupción, así como Miguel Blesa y Gerardo Díaz Ferrán, entre otros.
El día a día
El día para un preso en Soto del Real empieza en torno a las 8.00 horas. Tras el aseo y la limpieza de la celda pasan a desayunar en torno a las 8.30. Luego tienen un tiempo de patio o para actividades hasta la comida que, generalmente, se sirve a las 13.30 horas. Después de comer suben a sus celdas hasta las 16.30 aproximadamente y los internos vuelven a tener tiempo de patio o actividades hasta la hora de la cena, que se sirve en torno a las 20.00 horas. Según las fuentes consultadas por Europa Press, los presos están de nuevo en sus celdas para dormir a las 21.30 horas aproximadamente.
Los internos disponen de cinco llamadas de cinco minutos a la semana, aunque previamente tienen que comunicar los diez números de teléfono de las personas con las que quieren hablar. Una vez en prisión, los presos pueden desempeñar distintas funciones o trabajos denominados destinos.
El penal madrileño suma 14 módulos ordinarios, además del módulo de ingresos, el módulo de aislamiento y el edificio de enfermería. Cada módulo cuenta con 72 celdas, un patio (sólo en las cárceles antiguas se mantienen un solo patio común para todos los módulos), el comedor, una sala de estar y un pequeño gimnasio.
Hasta que el juez Velasco les tomó declaración y los envió a prisión, Ignacio González y otros seis de los detenidos en la Operación Lezo pasaron dos noches en celdas individuales de la Comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos. En esas dos jornadas en los calabozos González dispuso de cama simple y manta. Las 20 celdas de Tres Cantos son totalmente blancas, de seis metros cuadrados, sin ventanas y sin esquinas ni picos ni elementos que permitan que el detenido pueda proceder a autolesionarse.
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