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La moción de censura de Vox: un "órdago" a Casado y un termómetro de los apoyos del Gobierno en los Presupuestos

La mayoría de los grupos ven la moción de censura de la próxima semana como un "órdago" de Santiago Abascal a Pablo Casado. El PSOE quiere aprovechar el debate para poner sobre la mesa la necesidad de dar continuidad a la legislatura y contraponer la estrategia de la derecha a las reformas sociales que quiere seguir impulsando el Gobierno.

El presidente y el portavoz de Vox, Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, charlan antes del inicio de una sesión plenaria en el Congreso. E.P./Pool
El presidente y el portavoz de Vox, Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, charlan antes del inicio de una sesión plenaria en el Congreso. E.P./Pool

La moción de censura de Vox llega la próxima semana al Congreso con la certeza de que no va a salir adelante. No es la primera moción cuyo objetivo principal no es el de tumbar al Gobierno vigente, ya que esta herramienta constitucional ha sido utilizada en otras ocasiones para desgastar a un Ejecutivo en el medio y en el largo plazo. La de Unidos Podemos en 2017 contra Mariano Rajoy, aunque fue fallida, se considera el germen de la del PSOE en 2018, que sí triunfó.

Sin embargo, la que defenderá Santiago Abascal el miércoles y el jueves de la próxima semana es vista de forma distinta entre los grupos; y mientras la mayoría coinciden en que el objetivo de la formación de ultraderecha es seguir crispando y tensionando la política, hay formaciones que incluso la ven como una oportunidad para construir puentes y garantizar el futuro de la legislatura.

Sobre el "nerviosismo" que despierta, fuentes del Congreso apuntan que la mayor presión recae sobre el PP. Tras el anuncio de Vox, los de Pablo Casado criticaron este movimiento, y algunos dirigentes de la formación conservadora llegaron a denunciar que la moción iba más dirigida al líder del PP que a Pedro Sánchez.

El Grupo Popular todavía no ha desvelado cuál va a ser el sentido de su voto, aunque ya han descartado el 'sí', por lo que la decisión oscila entre el 'no' y la abstención. Fuentes del Congreso tienen claro que la tónica del debate de la moción va a ser la de un ambiente crispado, con discursos elevados de tono y "feroces ataques" contra el Ejecutivo, un contexto en el que Casado podría optar por varias estrategias.

La moción "es una mala utilización de un instrumento constitucional, que solo sirve para tensionar el clima político, para subir la temperatura y está pensada en el marco de la pugna que tiene Vox con el PP", aseguran fuentes del PNV. Otros partidos también avanzan que el debate de la próxima semana "será el escenario de una lucha en el bloque de la derecha para ver quién es el más dominante, en un contexto en el que algunos creen que el más dominante y el líder es quien más grita o utiliza expresiones más subidas de tono".

Desde otras formaciones la moción de censura se ve, incluso, como una oportunidad. En algunos grupos se considera que este debate servirá para poner de relieve cuál es la estrategia de la derecha y de la ultraderecha en la legislatura, lo que se traduce en una oportunidad para contraponer un programa "con reformas de verdad, y no con gritos e insultos" que demuestre que "las derechas no tienen ningún plan", afirman fuentes de la Cámara.

Un foro para "exhibir" los Presupuestos

Este es el caso del PSOE, donde aseguran que la moción "no solo no preocupa", sino que puede ser el momento "para poner en evidencia al PP y los partidos con los que gobierna en varias comunidades autónomas", de forma que los socios del Gobierno de coalición refuercen su confianza y sigan apostando por una legislatura en la que la alternativa son Pablo Casado y Santiago Abascal.

Dando por hecho que la moción fracasará, el PSOE espera saber cuál será el voto del PP, y todo lo que no sea un 'no' será criticado y utilizado por los socialistas. Sánchez, además, aprovechará el debate para contraponer la acción de su Gobierno con las propuestas de la derecha y las de Vox, insistiendo en la necesidad de que la legislatura tenga largo recorrido para sacar adelante todas las iniciativas que aún están en tramitación, más las que faltan por llegar.

Para que salga adelante, la moción de censura de Vox necesita el apoyo de 176 diputados. El PP ya ha anunciado que no la apoyará

También aprovechará el debate el presidente del Gobierno para adelantar algunas de las grandes líneas del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021 e intentar buscar los apoyos necesarios para sacarlos adelante. Desde el PSOE concluyen que esta moción de censura a quien verdaderamente le tiene que preocupar es al PP.

El diputado de Vox Ignacio Garriga presentará la moción ante el Pleno, con una intervención sin tiempo preestablecido. A continuación, y también sin limitación de tiempo, podrá intervenir el candidato propuesto en la moción para la Presidencia del Gobierno, en este caso, Santiago Abascal, para exponer el programa político del Gobierno que pretende formar.

Tras una interrupción decretada por la Presidencia, podrá intervenir un
representante de cada uno de los grupos parlamentarios de la Cámara que lo
solicite por un tiempo de 30 minutos. Todos los intervinientes tienen derecho a un turno de réplica de diez minutos. El Gobierno puede intervenir en cualquier momento del debate. Concluido el debate, que previsiblemente se prolongará hasta el jueves, se anunciará la hora de la votación, en la que Vox necesita de una mayoría absoluta, es decir, 176 votos.

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