Este artículo se publicó hace 9 años.
El juez investiga por qué un exdirectivo del Santander usó a Nicolás para vaciar la cuenta de su mujer
De la Hidalga acudió con el presunto estafador a una sucursal del citado banco para intentar hacerse con 500.000 euros en efectivo. Consiguió 25.000, cantidad que aseguró haber dejado a Nicolás, aunque no hay ningún documento que lo acredite.
Patricia López
-Actualizado a
MADRID.- La declaración judicial del director de la sucursal del Banco Santander en la calle Ortega y Gasset, Juan Alejandre Martín, ha destapado varias actuaciones fraudulentas del exdirectivo del banco y supuesta víctima de Francisco Nicolás, Javier Martínez de la Hidalga. En primer lugar, éste quería sacar más de 500.000 euros en metálico y, además, proporcionó al presunto estafador la información financiera de su mujer, necesaria para que el veinteañero elaborara un informe falso del CNI.
Según el relato del director de la sucursal, el jueves 9 de octubre Javier Martínez de la Hidalga se presentó con su mujer e informó de que quería "disponer de dinero en efectivo porque había contactado una persona del Gobierno que le había dicho que le embargarían sus cuentas corrientes". Su mujer pidió entonces que le facilitaran 15.000 euros.
Aquí empieza la primera "contradicción" del caso, asegura Luis Suárez, de AUSBANC (Asociación de Usuarios de Banca), el experto consultado por este diario. "En el sumario no consta ningún requerimiento de Hacienda que anuncie ese embargo eventual y el banco tampoco había sido informado de esta supuesta medida cautelar", señala. Es más, la cuenta de la que se pretendía extraer el dinero pertenece única y exclusivamente a su esposa. "Aunque ellos estén casados en régimen de bienes gananciales, Hacienda no tendría por qué afectar a sus cuentas", explicó Suárez.
Al día siguiente, cuando los investigadores ya seguían los pasos del pequeño Nicolás, el exdirector de operaciones inmobiliarias del Banco Santander volvió a la sucursal acompañado del presunto estafador. Le presentó como "ayudante de la Subsecretaría de Estado de Presidencia". De la Hidalga le contó al empleado del banco una historia rocambolesca: uno de sus socios había sobornado a un alto funcionario de Hacienda para meterle e un jaleo y, por ello, el Gobierno había decidido ayudarle.
El director de la sucursal le preguntó cuánto dinero necesitaba. De la Hidalga contestó: "Todo lo que haya en las cuentas". Es decir, 500.000 euros en metálico. Martín le advirtió de que no podía disponer de todo el efectivo "por incumplimiento de la Ley de Blanqueo de Capitales" y que debía firmar "el documento S-1 que se remite al ministerio de Hacienda". Fue entonces cuando comenzó otra rocambolesca actuación conjunta de Francisco Nicolás y la supuesta víctima. El joven simuló una llamada "al subsecretario" y tras colgar aseguró: "Con el tema del blanqueo no hay problema".
Para Luis Suárez, "resulta poco creíble que si el día anterior había estado con su mujer en el banco, no hubiera retirado todo el dinero delante de ella y esperara al día siguiente para intentar hacer esa operación, especialmente, cuando no es su cuenta de la que se va a sacar el dinero".
Nicolás simuló una llamada al subsecretario de Estado de Presidencia para justificar la retirada de los 500.000 euros: "Con el tema del blanqueo no hay problema"
Pero el asombro de Martín, el director de la sucursal no acabó ahí. De la Hidalga le pidió también "las posiciones", es decir, todo el saldo y los productos financieros puestos a nombre de su mujer. El director las imprimió y se las entregó a la supuesta víctima, que a su vez se las entregó a Nicolás.
Según el representante de AUSBANC, "el director de la sucursal cometió una negligencia porque la cuenta corriente es de la mujer". "Por muchos bienes gananciales que tengan, no debería habérsela ni enseñado sin la autorización de ella y muchísimo menos él debía habérselo entregado a un tercero porque es información confidencial", agrega Suárez . "Si el embargo fuera cierto, Hacienda ya estaría informada del dinero que tiene", apostilla.
La declaración judicial de Juan Alejandre Martín apunta también a que Martínez de la Hidalga le dio "un manotazo en el brazo" por haberse puesto a mirar unos documentos -supuestamente falsos- que Nicolás había dejado sobre su mesa y que llevaban el sello de la Presidencia del Gobierno.
El director de la sucursal confesó que fue entonces cuando empezó a ver que las cosas no estaban claras y que podía tratarse de "una estafa". No obstante, consideró que no podía decir nada al exdirectivo del Santander "porque era un cliente muy importante" y se jugaba su puesto de trabajo.
El director de la sucursal se percató de la posible "estafa" cuando De la Hidalga le impidió, con un "manotazo", ver unos papeles de Nicolás con el sello de Presidencia
Alejandre Martín les hizo ver que no podían llevarse el dinero en metálico y les recomendó abrir una cuenta. Cuando le requirió la documentación a Nicolás y vio que sólo tiene 20 años y que ni siquiera tiene acabados los estudios, el director de la sucursal discutió con ambos. De la Hidalga cambió entonces de estrategia y usó un cheque bancario en blanco firmado por su mujer para volver a solicitar el dinero de su cuenta.
El director intentó eludir la petición pidiéndole a la cajera que apareciera en su despacho "diciendo que no había más dinero disponible". Sin embargo, la empleada le entendió mal y confesó que había 25.000 euros en caja. Esa fue la cifra que De la Hidalga escribió en su talón en blanco.
Ese es el dinero que De la Hidalga aseguró que dejó a Nicolás en depósito, aunque no hay ningún documento que lo acredite. Además, quedan muchas otras dudas por resolver: no se sabe si ese dinero era "para él", como asegura De la Hidalga en su declaración ante la Policía; si era para pagar al Gobierno, como asegura la mujer del ejecutivo del Santander; o si era para abrir un crédito en el Banco de Guinea a cuenta de la finca de la supuesta víctima. Esto es lo que ahora mismo intenta dilucidar el titular del juzgado de instrucción número 2, Arturo Zamarriego.
Falsificar un informe del CNI: 5 euros
Uno de los primeros sitios donde acudió el pequeño Nicolás en cuanto salió de la sucursal del Santander fue su sede central: el Workcenter donde imprime, corta, pega y presuntamente falsifica documentos oficiales. Sólo 5 euros. Eso fue lo que le costó incluir los datos financieros de la mujer de Javier Martínez de la Hidalga, una vez aportados por el propio exdirectivo del Santander. Sin esta información, según el atestado elaborado por los investigadores y que consta en el sumario, no se podría haber realizado este informe por el que se acusa a Nicolás de falsificación de documentos.
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