MADRID.- La asociación Jueces para la Democracia  ha hecho público el lunes un comunicado acerca de la situación de la justicia de España, en el que reclaman la creación de mil juzgados para poner al día la justicia y adecuarla a "las actuales necesidades de la ciudadanía". 

Su argumento principal es que mientras la crisis económica ha disparado el número de casos que tienen que atender los tribunales, la creación de nuevos juzgados bajó mucho en los primeros años y tras la llegada al Gobierno de Mariano Rajoy se ha visto prácticamente reducida a cero.

Hasta el año 2008, el número de órganos de justicia registraba una tendencia de crecimiento continuado. La nueva situación económica a partir de ese año hizo que este progresivo aumento se redujese bruscamente. Sin embargo, después de que Alberto Ruiz Gallardón se hiciese con la cartera de defensa en noviembre del año 2011, se congeló la constitución de nuevos juzgados y la plantilla de funcionarios del ámbito de la justicia, además de la eliminación de 1.500 jueces sustitutos, según denuncia JpD

La agrupación recuerda que, a la par que se producía este recorte, el número de denuncias que registraban los tribunales iba en constante aumento. Y ponen numerosos ejemplos: "las reclamaciones contra cláusulas abusivas, la oposición a ejecuciones hipotecarias, contratos bancarios, permutas financieras, preferentes y la venta de acciones de Bankia" o "las insolvencias empresariales y familiares, y los litigios sobre condiciones generales de la contratación, en particular sobre cláusulas suelo" son solo algunos de los casos que no han dejado de crecer en España.

Jueces para la Democracia acusa al Gobierno de querer esconder esta situación con la imposición de las tasas judiciales, que disimuló esta tendencia al alza de las denuncias hasta su reciente derogación; que es calificada como "insuficiente" y que "debiera ampliarse" por la agrupación de jueces.

En el comunicado, la asociación advierte del "panorama desolador" que se vive en la administración de justicia, ya que las pocas plazas judiciales que se crean, al no ir acompañados también de la constitución de nuevos juzgados, "se solventan con la simple colocación de una silla y un ordenador en cualquier rincón de los Palacios de Justicia".