Carmen Calvo, la vicepresidenta primera del Gobierno, ha declarado en una entrevista en la Cadena Ser que el Gobierno obligará a la Iglesia a pagar el IBI en los espacios que no son de culto. La Iglesia católica deberá responder ante "la fiscalidad exactamente igual que responde en Francia o en Italia",  ha afirmado. 

Estas declaraciones llegan horas antes de que la vicepresidenta se reúna con el nuevo nuncio del Vaticano en España, Bernardito Auza, con el que afirma que las relaciones son "muy buenas".  "Mantenemos una relaciones muy buenas con la Santa Sede, pero tenemos un calendario de trabajo por delante". 

Preguntada por si la Iglesia va a pagar el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), Calvo ha afirmado que las actividades eclesiásticas que no tengan que ver con el culto "tendrán que responder a la fiscalidad", acción que ya según ella había sido comunicada y aceptada hace meses al cardenal Parolin.

Además, respondiendo a si el Gobierno mantendrá la casilla de la Iglesia en el IRPF, Calvo ha afirmado que la Iglesia tiene que rendir cuentas al Tribunal de Cuentas de "como administra esto fondos en relación a su objetivo que que la legislación española tiene que es para para política social y no para otra cosa".

Los privilegios de la Iglesia

En septiembre se dio a conocer la última memoria anual de la Conferencia Episcopal, donde se visibilizó la cantidad de millones que la Iglesia se ahorra anualmente. Gracias a la casilla del IRPF (donde solo se destina el dinero público a la Iglesia católica), la Iglesia ingresó 264,5 millones de euros en 2017 y un 268,2 millones en 2016.  

A pesar de que no se pueden utilizar ayudas públicas a actividades que no sean estrictamente religiosas, más de 19 millones de esa recaudación fueron destinados al rescate de TreceTV, la televisión que crearon los obispos en 2010 y que desde entonces ha acumulado pérdidas de más de 90 millones. 

En segundo lugar, el informe también mostraba los más de 465 millones que ingresó la iglesia sin ningún control fiscal. En 2017, la iglesia ingresó 930 millones y, de ellos, más del 50% no pasó por ningún tipo de control fiscal por los acuerdos entre la Iglesia y el Estado de 1979.

Finalmente, la Iglesia ahorra anualmente cientos de miles de euros por la exención del pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Tomando como ejemplo uno de los casos más sonados, la Iglesia se ahorró 66.827 euros de IBI en el templo zaragozano de San Juan de los Panetes, a pesar de que el Ministerio de Hacienda sostiene que desde se trata de un "Bien de Interés Cultural con categoría de monumento", adscrito al Ministerio de Cultura e incluido en el Inventario General de Bienes y Derechos del Estado.