Este artículo se publicó hace 9 años.
Guía definitiva (o no) para no perderse por la izquierda
Tras el fracaso de las iniciativas para articular una única candidatura a la izquierda del PSOE para las generales, el mapa de opciones políticas es diverso y varía en cada región
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Parecía que esta vez iba a pasar, pero tampoco. Las elecciones del 20 de diciembre se presentan con la izquierda menos cohesionada y con más marcas electorales que nunca. Eso sí, la mayoría de las opciones se aferran a esa palabra, a sus principios y valores, para presentarse por separado.
La puntilla a esa candidatura unitaria llegó en octubre, cuando Podemos decidió acabar definitivamente el culebrón con Alberto Garzón, entonces candidato de Izquierda Unida a la Presidencia del Gobierno y, ahora, candidato de Unidad Popular. Podemos sólo quería contar con el joven diputado malagueño. La formación morada estaba dispuesta a ceder algunos puestos más en varias provincias para los cercanos a Garzón, pero había dicho por activa y por pasiva que no quería saber nada del aparato de la organización. Cuando a la negociación final acudieron miembros de la dirección de IU, los de Pablo Iglesias cerraron la puerta a la llamada confluencia.
El portazo de Pablo Iglesias cogió a Alberto Garzón con los planes a medias. Su idea original era trabajar desde IU en plataformas que aglutinaran a partidos, colectivos de la sociedad civil y personas independientes. Después se celebrarían primarias y se intentaría negociar con Podemos una candidatura conjunta.
A principios del verano apareció en escena Ahora en Común. A Podemos no le gustó el proyecto desde el principio. Ahí trabajaron inicialmente personas del sector crítico de Podemos, militantes de IU, de Equo y diferentes colectivos. A finales de septiembre, parte de sus promotores en Madrid abandonaron la plataforma denunciando el "escaso protagonismo ciudadano" y el "partidismo" que se respiraba dentro. Básicamente, acusaban a IU de querer controlarla, algo que advirtió antes Podemos.
Cuando Equo entendió que Podemos no quería saber nada de esa plataforma, anunció que también la abandonaba. Semanas después se conocía que su portavoz, Juantxo López de Uralde, sería número uno por la lista de Podemos en Álava.
Ya sólo quedaba Izquierda Unida dentro de la plataforma de confluencia. Pero ni aún así ha conseguido confluir. Ahora en Común tuvo que cambiar el nombre por Unidad Popular, ya que los promotores habían registrado la marca. Se celebraron primarias y arrasó Garzón como candidato y su lista para Madrid. Sin embargo, a fecha de hoy, no se conoce quién será el candidato por Sevilla. Los sectores de IU que competían en esa provincia han denunciado pucherazos y se repetirán las votaciones presenciales este domingo.
Sin embargo, la sombra de IU es alargada, y de su repudiada federación madrileña, IU-CM nacía otro espacio: Convergencia de la Izquierda. En ella está la conocida vieja guardia de IU-CM: sus exportavoces en la Asamblea y Ayuntamiento de Madrid, Gregorio Gordo y Ángel Pérez, expulsados por su supuesta responsabilidad en el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrid; y el exsecretario de organización federal, Miguel Reneses, también salpicado políticamente por ese caso. Su portavoz es Julián Sánchez Urrea, número dos de la candidatura de IU-CM al Ayuntamiento de Madrid, una lista que Alberto Garzón no apoyó en campaña.
Aún no han decidido si se presentarán a las elecciones. En caso de que lo hicieran sería en Madrid, aunque pueden pedir el voto para otras formaciones en otras provincias, explican. Lo que tiene claro es que Garzón no será su referente en ningún caso.
En esta vorágine entró en escena el exjuez Baltazar Garzón y su plataforma, Convocatoria Cívica. Su resumen sobre el estado de la convergencia, aludiendo a Podemos, era directa y no le gustaba nada: "O te adhieres o te jodes", dijo en un acto público junto al portavoz de IU en Asturias, Gaspar Llamazares, y la ex socialista Beatriz Talegón.
A finales de octubre, esta plataforma, junto a pequeños partidos, anunciaba la creación de una coalición electoral para representar a una "izquierda huérfana". Izquierda Abierta, el partido de Llamazares, integrado en IU, la miraba de reojo. Sonaban como candidatos el propio Garzón y Talegón, pero una semana más tarde, la exsocialista anunciaba que su partido, Somos Izquierda, abandonaba Por la Izquierda porque "no tiene interés real en unir a la izquierda". Además, Talegón acusó a Garzón y Llamazares de utilizarla para "robarle votos a Alberto Garzón". Aún así, esta candidatura ha anunciado que sigue adelante, mientras Talegón no pierde la esperanza de conseguir la tan ansiada unidad.
Otro candidato que se suma a la cita electoral es el movimiento social y político Recortes Cero-Los Verdes. El jueves presentaron su candidatura, basada en una redistribución de la riqueza. El partido, que ya concurrió a las pasadas elecciones europeas propone un salario mínimo de 1.000 euros y uno máximo de 10.000, 5.000 para los trabajadores públicos. Apuestan por salir de la OTAN y una "gran banca pública que bien podría ser Bankia", una reforma fiscal que aplique un impuesto de sociedades del 50% para los grandes bancos y un impuesto sobre la renta del 75% sobre las personas con más de 600.000 euros, explicó Nuria Suárez, portavoz y candidata de esta formación en las europeas.
Si eres catalán y de izquierdas, hasta antes de ayer podías tener clara la opción. Podemos, ICV, EUiA y Barcelona en Comú ultimaban un acuerdo para presentar una candidatura catalana que, si dan los números, formará grupo propio en el Congreso. Sería la continuación de la coalición para las catalanas, Catalunya Sí Que Es Pot, pero añadiendo al entorno de Ada Colau. El cabeza de lista será el historiador Xavier Domènech.
Sin embargo, el jueves, el coordinador de EUiA, Jopan Josep Nuet, anunciaba que la militancia de su organización rechazaba ir en la coalición con las condiciones actuales. En realidad, EUiA quedaba relegada al vagón de cola en las listas. El viernes se cierra el plazo para presentar las coaliciones y continúan negociando.
En Galicia, a falta de cerrar un acuerdo definitivo, no se podrá vota ni a Podemos, ni a IU ni a Anova. La confluencia entre estas fuerzas, aunque ha costado mucho esfuerzo, se ha dado. Además, cuenta con el apoyo de las Mareas que ganaron los ayuntamientos de las principales ciudades. La candidatura, al estilo de la catalana, se llamará con mucha probabilidad Na Marea! (en la Marea) y han acordado que los candidatos se elegirán por primarias.
La situación es diferente en la Comunidad Valenciana. La candidatura conjunta entre Compromís y Podemos está cerrada después de duras negociaciones que ha estado a punto de romper la coalición de Mònica Oltra (Iniciativa del Poble Valencià y el Bloc). Los que no estará en esta candidatura serán los representantes de EUPV (Unidad Popular), que se presentarán por separado con el exdiputado Ricardo Sixto a la cabeza. La oferta de Podemos era tan "humillante" para EUPV que esta formación ha emitido un comunicado en el que informa de que la única oferta que se puso sobre la mesa eran los puestos 4 por Alicante, 3 por Castellón y 6 por Valencia. EUPV obtuvo en las municipales más de 100.000 votos, aunque quedó fuera del Parlamento.
En Euskadi y Navarra se repite la coalición de las pasadas generales, aunque no se llamará Amaiur, sino EH Bildu. Pocos cambios hay en la izquierda abertzale. Repiten en las listas nombres como Sabino Cuadra, el diputado que arrancó páginas de la Constitución en el Congreso, que será cabeza de lista por Navarra.
Lo que sí es novedoso es el acuerdo a cuatro alcanzado en Navarra para el Senado. Bildu, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, partidos que han facilitado la presidencia de Utxue Barkos, han lanzado una candidatura conjunta a la Cámara Alta.
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