CARACAS.- El expresidente del Gobierno español Felipe González abandonó este martes Caracas rumbo a Bogotá después de que las autoridades venezolanas no le concedieran los permisos para visitar a los opositores encarcelados ni asistir a las vistas de sus juicios, informaron fuentes diplomáticas.

Felipe González había ido a Venezuela para brindar su apoyo a los políticos presos, aunque sin ejercer la abogacía. Se ha tratado de una jornada en la que ha recibido una lluvia de críticas por parte del chavismo.

Cuando llegó a Caracas hace apenas dos días, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ), Gladys Gutiérrez, reiteró que no podría ejercer como abogado en el país por Ley de Abogados y la certificación de título profesional que exige la Carta Magna.

El expresidente español respondió entonces que su intención era la de incorporarse en calidad de "asesor técnico externo" al equipo legal que se encarga de defender a los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, ambos en huelga de hambre en sus respectivas prisiones.

Los abogados de los dos presos han afirmado que "no descartan" que el expresidente vuelva. El propio González expresó "su voluntad de regresar a Venezuela en cuanto el Gobierno venezolano le permita el acceso a los detenidos", ha dicho Omar Estacio, abogado de Ledezma.

La marcha de González coincide con la suspensión de la audiencia preliminar para definir si el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, debía ser juzgado por un delito de conspiración contra el Gobierno de Nicolás Maduro. 

El lunes pasado, González pudo entrevistarse con Ledezma, bajo arresto domiciliario después de que la justicia venezolana accediera a que saliera de la cárcel por motivos de salud. "Nuevamente diferida la audiencia de mi padre", indicó la hija de Ledezma en las redes sociales.