El juicio contra Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, por su presunta implicación en la trama Gürtel, la red de corrupción por la que ha sido condenado el Partido Popular por lucrarse, recibe este martes uno de los testimonios más esperados: el de Ricardo Costa, ex secretario general del PP valenciano, ex mano derecha de Camps, cuyo testimonio durante la instrucción ha cercado al expresidente, adjudicándole la orden expresa de contratar a las empresas de Gürtel en el País Valencià.

Camps está acusado de los presuntos delitos de prevaricación y fraude a la administración pública por los contratos de la Generalitat a Orange Market, una de las empresas de Gürtel, entre ellos, el del expositor de Fitur en 2009. La Fiscalía pide dos años y medio de prisión e inhabilitación para cargo público durante diez años. 

Si en un tiempo Camps y Costa fueron uña y carne, incluso cuando fueron juzgados juntos por el caso de los trajes, del que ambos resultaron absueltos, la amistad se rompió en mil pedazos cuando Costa decidió colaborar con la Justicia. 

Ocurrió en enero de 2018. Ricardo Costa, que había sido portavoz del Grupo Popular en las Cortes Valencianas, estaba imputado en la causa por la 'caja b' del PP valenciano y confesó en la Audiencia Nacional que en las campañas electorales de 2007 y 2008 el PP se había financiado con dinero negro procedente de contratistas que abonaban servicios ficticios a las empresas de Francisco Correa (trama Gürtel). Costa aseguró que fue Camps quien dio la orden de operar de aquella manera. 

El perdón de Ricardo Costa

Costa llegó a pedir perdón, reconoció que no hizo nada por impedir esa práctica y asumió "la responsabilidad". Fue condenado por tres delitos electorales y uno de falsedad documental a cuatro años de prisión, que finalmente fueron sustituidos por 365 días de trabajos sociales y una multa de 192.000 euros debido al valor de su confesión.

Tras la confesión de Costa, Francisco Camps afirmó que "es triste que el derecho a la defensa incluya la obligación a la ofensa". 

La de Costa fue la primera confesión de un ex alto cargo del PP, de ahí su enorme importancia. Gracias a su testimonio, se reabrió la pieza por la que ahora se juzga a Camps y por la que la Fiscalía le pide dos años y medio de cárcel. Costa declara este martes por videoconferencia al alegar razones de salud.

Relación de amistad con el Bigotes

Se espera que Ricardo Costa incida en que la relación entre Camps y Álvaro Pérez, el Bigotes, el hombre de Francisco Correa en el País Valencià, era de "amistad", con un trato casi diario. La relación comenzó en 2002, según Costa, que asegura que conoce estos detalles porque estuvo en reuniones con la presencia de ambos. 

Por su parte, Francisco Camps se ha afanado durante el juicio en negar que dicha relación fuera de amistad. Justificó su presencia en la boda del Bigotes como un acto social al que acudió por "insistencia" de Ricardo Costa. 

Incluso ha justificado las palabras de cariño de Pérez, cuando en  Nochebuena de 2008 le dijo por teléfono "Te quiero mucho", a lo que Camps respondió "Yo te quiero más", en el contexto de una conversación habitual en la que se hablaba del PP. El bigotes había hecho una convención regional que "había quedado muy bien", alegó Camps para justificar esa conversación.

Ricardo Costa ha declarado que Camps le dio instrucciones para proseguir con el sistema de facturas falsas para abonar la deuda del PP valenciano con Orange Market. Su testimonio es fundamental en esta causa contra el expresidente Camps.

Según la confesión del líder de Gürtel, Francisco Correa, el grupo cobró 3,4 millones de euros en negro del PP valenciano, de los que en torno a 1,2 millones fueron sufragados por empresarios a los que Orange Market giró facturas por trabajos falsos. 

Martínez ha cumplido la mitad de la condena

Este martes también comparece como testigo Milagrosa Martínez, exalcaldesa de Novelda, exconsejera de Turismo y expresidenta de las Corts Valencianes, que fue condenada a nueve años de cárcel por las adjudicaciones irregulares a la trama Gürtel de los contratos relacionados con el pabellón de Fitur del País Valencià entre 2005 y 2009. En aquel juicio Martínez, que disfruta ya del tercer grado penitenciario, aseguró que las instrucciones las daba Camps. Martínez también testificará por videoconferencia.

Camps echa balones fuera

Francisco Camps niega su autoría en la orden de contratar con las empresas de Correa, atribuyéndolo a una decisión del PP nacional. De hecho, en su declaración en el juicio, que empezó en enero pasado, aseguró que él no pintaba nada, ni el PP valenciano ni en la contratación de Orange Market. "En 2003 aparecen estas empresas, ya soy el candidato, y llevan la campaña, porque es una decisión nacional. Yo no pregunto ni quién es. Sería surrealista que yo le preguntara al que pone la luz[en alusión al Bigotes]: "¿Usted para quién trabaja?" 

"Fue una decisión de la 'gran instancia', que es el comité nacional de campaña del PP. Nuestro partido es un partido centralizado, no es federado", insistió en su declaración. En un momento dado, Camps afirmó: "Yo no sabía ni lo que era Orange Market hasta que estalló la causa", en 2009.