MADRID.- "Yo soy la víctima de este atropello". Lejos de dar explicaciones, Jorge Fernández Díaz se ha presentado ante los medios de comunicación este miércoles como el verdadero afectado por la filtración de las conversaciones reveladas por Público en las que se escucha al ministro del Interior en funciones y al jefe de la Oficia Antifraude de Catalunya conspirando para tratar de incriminar en escándalos a altos cargos de ERC y CDC.

"Yo soy la víctima de este caso, hablar de conspiración para delinquir es una injuria absolutamente intolerable cuando se filtra una conversación de hace dos años". El ministro ha dicho que las partes de la conversación que se han publicado son "las que interesaban y convenían, fuera de contexto", ha calificado de repugnante que hayan trascendido y ha pedido averiguar quién es el responsable para pedirle explicaciones.

Sobre el contenido de las conversaciones, el ministro del interior en funciones se ha limitado a justificar que todo forma parte de una operación política para "hacer daño" al PP y a él como candidato de ese partido por Barcelona para las elecciones del próximo 26 de junio y ha señalado que "evidentemente" no se reunieron para "hablar de fútbol", sino "para hablar de las competencias del Ministerio y la OAC en lucha contra la corrupción, que tienen como objetivo prevenir e investigar casos concretos", ha puntualizado. 

Fernández Díaz ha sugerido que "a algunos les molesta que exista en Cataluña una oficina que luche contra la corrupción y que también desde Interior se luche contra la corrupción", calificando de "sorprendente" que "ya la presidenta del Parlament diga que tiene todos los mecanismos en marcha para destituir" a De Alfonso. "Es el mundo al revés", ha señalado el ministro en funciones. "En lugar de pedir que se averigüe y que se investigue, lo que se hace es descalificar y tratar de destruir a un adversario político"

Fernández Díaz ha defendido que Mariano Rajoy no estaba al tanto de esas reuniones, en oposición a lo publicado hoy mismo por este diario y ha asegurado que Rajoy le llamó a las 20.00 horas del miércoles para preguntarle por ello.

Además, ha arremetido contra el buen número de partidos y cargos políticos que han pedido su dimisión. "En lugar de pedir una investigación a fondo, exigen mi dimisión, en lugar de preguntarse quién difunde estas grabaciones cuatro años después, se dedican a pedir mi destitución", se ha quejado.

Especialmente duro ha sido con el presidente catalán, Carles Puigdemont, al que ha reprochado que "no haya estado a la altura de su cargo". "No le haré el favor de dimitir", como Puigdemont ha exigido hoy.