Este artículo se publicó hace 6 años.
Elecciones 2019Rajoy mantiene el 'dedazo' para elegir a sus candidatos
Las 'primarias' que aprobó el Congreso del PP el año pasado sirven sólo para elegir a los líderes territoriales del partido. Los cabeza de lista a las elecciones autonómicas y municipales, en cambio, son nombrados por el Comité Electoral. La candidatura de Cifuentes no peligra.
Madrid-
A golpe de dedazo. Así serán elegidos los candidatos del PP para las elecciones autonómicas y municipales del 2019. Mientras en el PSOE Pedro Sánchez cambiará su reglamento para dar voz a la militancia en la elaboración de las listas electorales, los conservadores mantienen su norma de que sea el Comité Electoral quien designe las suyas.
El PP se abrió, por primera vez el año pasado, a celebrar primarias (a su manera). Pero éstas sólo sirven para elegir a sus líderes territoriales en lo que a cargos orgánicos del partido se refiere y no para los cabeza de lista de los comicios.
Así, el único que mantiene su condición de candidato -muy a pesar de sus socios de Ciudadanos, que quieren limitar los mandatos- es el propio Mariano Rajoy. Según los Estatutos del PP, el presidente del partido a nivel nacional es automáticamente candidato a las elecciones generales.
"El Presidente Nacional del Partido Popular, elegido por el Congreso, será el candidato del Partido a la Presidencia del Gobierno", reza el citado documento. "En los supuestos de dimisión, fallecimiento o incapacidad del Presidente Nacional, la Junta Directiva Nacional, a propuesta del Comité Ejecutivo Nacional, designará el candidato del Partido Popular a la Presidencia del Gobierno, cuando no pudiera celebrarse un Congreso Extraordinario", añade el artículo 31.4 de la normativa interna.
En las delegaciones territoriales, en cambio,se establece que será el Comité Electoral Autonómico quien propondrá una lista que ha de ser aprobada por el Comité Electoral Nacional que preside Alicia Sánchez Camacho, como confirman fuentes de Génova.
"El Comité Electoral Autonómico elabora y propone la candidatura a la Asamblea de Madrid y la candidatura municipal al Ayuntamiento de Madrid, para su aprobación por el Comité Electoral Nacional", señalan, por ejemplo, los Estatutos del PP de Madrid. "El Comité Electoral Autonómico elabora y propone la candidatura a presentar en las elecciones legislativas por la circunscripción de Madrid, para su aprobación por el Comité Electoral Nacional", añade también. "El Comité Electoral Autonómico aprueba todas las candidaturas municipales en las elecciones locales", además.
Al fin y al cabo, nadie será incluido en las listas para las municipales y autonómicas, por tanto, si no tiene el visto bueno de Rajoy. En este contexto y teniendo en cuenta que el PP prevé anunciar a sus candidatos antes de este verano, los barones conservadores se han esforzado por no molestar a su jefe en la cumbre que celebraron el pasado lunes en la sede de Génova.
Varios de ellos exhibieron antes de entrar a la reunión sus reflexiones sobre la batalla abierta que mantienen con los de Albert Rivera y los peligros que les amenazan,según las encuestas. "Hay que ponerse las pilas", instaban algunos en la puerta. Incluso surgieron varias opiniones sobre cómo frenar a sus rivales: desde mejorar la comunicación a ponerse a trabajar -algo que legislativamente ya intenta vender el Gobierno- o hasta a unirse al enemigo y "contar con ellos". Sin embargo, durante el almuerzo no dedicaron "ni un minuto, ni un segundo" a hablar de Cs.
La repetición de algunos barones, en el aire
Y es que el puesto de algunos de ellos ya está en peligro. Es el caso de Xavier García Albiol, a quien la debacle de las elecciones en Catalunya del 21-D le dejó a los pies de los caballos, o de Juan Vicente Herrera, que a día de hoy comparte bicefalia (él, al frente la Junta de Castilla y León; Alfonso Fernández Mañueco, en el PP de la Comunidad) y se presupone que no repetirá como candidato.
El líder de Extremadura, José Antonio Monago, está también en el punto de mira: él, además de acumular polémicas pasadas como sus viajes a Canarias a costa del Senado que destapó este diario, ha sido el primero en sufrir la fuga de sus cargos a Ciudadanos. En Murcia, tras la dimisión de Pedro Antonio Sánchez tras ser imputado en varios casos de corrupción, Fernando López Miras se quedó al frente de los mandos, pero queda por desvelar si su reinado es sólo provisional. Y en Valencia, donde ni siquiera la elección del líder autonómico está aún resuelta -permanece una Gestora al frente del partido-, habrá que desvelar si Isabel Bonig gana su batalla con Génova para que sea un independiente el candidato al Ayuntamiento de Valencia.
En Andalucía, se ha reabierto la batalla tradicional entre María Dolores de Cospedal -a través del titular de Interior, Juan Ignacio Zoido- y Javier Arenas para colocar a sus afines en las listas. Y en algunas provincias, como Sevilla, ya se han comenzado a diseñar algunas candidaturas municipales. Sobre la continuidad de José Manuel Moreno Bonilla para dar la batalla a Susana Díaz, existen dudas: por un lado, no consiguió vencerla en los pasados comicios, pero el PP andaluz sí aporta más diputados al Congreso que el PSOE.
En Euskadi o Galicia -comunidades donde no se celebrarán elecciones en 2019- queda la duda sobre si sus líderes autonómicos, Alfonso Alonso y Alberto Núñez Feijóo -éste último, el único que mantuvo la mayoría absoluta para el PP en una Comunidad Autónoma- darán por fin el esperado salto a Madrid o permanecerán manteniendo el tipo en sus respectivos territorios. Pero para esta decisión, Rajoy aún tiene tiempo.
No ocurre lo mismo en Castilla-La Mancha, donde la también ministra de Defensa ni confirma ni desmiente sus opciones a repetir en la Comunidad que en su día presidió. Fuentes cercanas a Cospedal aseguran que, en caso de que decida no presentarse, tiene cantera suficiente para que la sustituyan. Pero, de momento, nada hace prever que vaya a renunciar a su acumulación de cargos (es presidenta del PP autonómico, secretaria general del nacional y ministra).
Cifuentes, "la mejor candidata"
Su homóloga en Madrid, en cambio, ha visto tambalearse sus opciones para consolidar su cargo. Cristina Cifuentes fue acusada por Francisco Granados de haber participado en la presunta financiación irregular del PP de Esperanza Aguirre e Ignacio González. Ello entorpeció, como la polémica sobre los contratos de la Asamblea, su imagen de candidata "nueva" y "regeneradora" que llegó a uno de los más altos cargos del partido para "limpiarlo" de corrupción.
Sin embargo, la dirección nacional se apresuró a cerrar filas en torno a ella y no sólo arremetió contra Granados por la "bazofia" que relató en la Audiencia Nacional, sino que mantiene su total confianza en ella para las elecciones del 2019. "Hoy por hoy, no hay ninguna candidata mejor que Cifuentes", sentenció este jueves el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo en una entrevista en la Cadena Ser.
Sea como sea, estará en manos de Cifuentes elaborar las listas para el Ayuntamiento de Madrid que abandonó su antecesora, Esperanza Aguirre. Desde entonces, las quinielas para buscar un repuesto que pueda dar la batalla en la Alcaldía no han dejado de sucederse, aunque siempre con los mismos nombres.
En los mentideros llegó a estar incluso el nombre del ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo. También hay quien en el PP considera que dicha candidatura sería una salida digna para la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tras su operación fallida en Catalunya. Ambas opciones se han quedado ya obsoletas por la negativa de Rajoy a realizar una crisis de Gobierno. De producirse, ésta se limitará sólo al recambio del titular de Economía, Luis de Guindos, si consigue su deseado puesto en la Vicepresidencia del Banco Central Europeo.
Descartados estos miembros del Ejecutivo, quien gana puntos es el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Casado. La primera vez que sonó en las apuesta mediáticas, él mismo se apresuraba a negar que existiera esa posibilidad. A día de hoy, su rotundidad ha perdido fuerza y, cuando se le pregunta, ya sólo sonríe y deja su futuro en manos del presidente: "Quien diga que sabe las candidaturas, miente. Eso sólo lo decide Rajoy", insiste.
Del mismo modo, sus compañeros en Génova se limitan a bromear al respecto. "Pablo Casado sería un buen cartel en cualquier sitio y en cualquier cargo", responden a la gallega siguiendo el ejemplo de su jefe. Y, en lo que a Cifuentes respecta, ella ya ha dado el visto bueno al vicesecretario, incluso aunque sea un heredero de Aguirre y Aznar. Por todo ello, es él quien tiene más probabilidades de ser designado, pero para desvelarlo habrá que esperar algunas semanas.
Según las previsiones de algunos cargos del PP, Rajoy podría desvelar algunos de estos misterios en la Convención Nacional que celebrarán los próximos 6, 7 y 8 de abril en Sevilla.
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