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¡Cuidado con los mosquitos! Preocupación en Andalucía por las enfermedades que trae la crisis climática

La aparición de enfermedades que transmiten mosquitos y garrapatas a causa de la crisis climática y del comercio internacional lleva a Andalucía a aprobar un plan de vigilancia.

Mosquitos en los terrenos de la finca 'Veta la Palma', a 24 de abril de 2024, en La Puebla del Río, Sevilla.
Mosquitos en los terrenos de la finca Veta la Palma, a 24 de abril de 2024, en La Puebla del Río, Sevilla. Francisco J. Olmo / Europa Press

La crisis climática, unida a la globalización, con el impulso de los intercambios de mercancías internaciones y el auge del turismo, han provocado la aparición de enfermedades propias de ambientes tropicales, extrañas hasta ahora en Andalucía.

"Hay enfermedades que hasta hace un par de décadas se consideraban tropicales, y que ya no podemos considerar más que lo sean. El ejemplo más claro es la fiebre del Nilo Occidental", afirma Miguel Ángel Jiménez Clavero, Jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas y Salud Global, del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, que depende del CSIC.

Este asunto preocupa a los científicos y a las autoridades sanitarias, que han comenzado a tomar medidas. El Gobierno andaluz, que preside Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), ha aprobado recientemente el primer plan estratégico, después de varios años de tramitación, para el control de este tipo de problemas.

"El objetivo general –según Salud– es la implantación de las medidas de vigilancia epidemiológica y gestión para la correcta prevención y control de enfermedades transmitidas por [mosquitos y garrapatas, sobre todo] en [Andalucía], poniendo especial énfasis en la fiebre del Nilo, Crimea-Congo, Dengue, Chikungunya y Zika y otras cuya relevancia sea establecida".

Neumáticos usados

El mosquito tigre, que transmite el dengue y el zika, está en España probablemente a través del comercio de neumáticos usados

"En general podemos decir que se va intensificando la circulación de estos virus transmitidos por vectores y que la tendencia es a ir a más. No es solo por las temperaturas y el cambio climático. También es por la globalización. Muchos mosquitos se distribuyen gracias al comercio, los huevos de los mosquitos pueden ir en mercancías, por ejemplo, en los neumáticos usados, aunque este no es el único medio de transmisión. El mosquito tigre, que transmite el dengue y el zika, está en España probablemente a través del comercio de neumáticos usados", explica Jiménez Clavero. 

"Luego la temperatura ayuda a que se expanda y esto ha llegado a España. Ecológicamente, el nicho del mosquito tigre son los huecos de los árboles de las selvas subtropicales, Borneo, Indonesia. Los huecos de los neumáticos cuando llueve imitan muy bien ese ecosistema. Se comercia con ellos, se ponen barcos de un puerto a otro y eso ha contribuido a la expansión mundial de este mosquito", añade el experto.

EL Gobierno andaluz es consciente de este asunto. Así lo recoge el Acuerdo del Consejo de Gobierno de Andalucía por el que se crea el plan: "La incidencia y distribución de enfermedades […] están sufriendo importantes modificaciones. Los casos importados de algunas enfermedades transmitidas por [mosquitos y garrapatas y otros vectores] (dengue, Crimea-Congo) en España y, en particular, los casos autóctonos en Andalucía de fiebre del Nilo occidental así lo ponen de manifiesto".

El mosquito Culex

La Sociedad Española de Epidemiología considera que "resultan especialmente preocupantes aquellos insectos que tienen capacidad de transmitir enfermedades, lo que se conoce como vectores, donde se incluyen algunos tipos de garrapatas, y varios tipos de mosquitos".

El virus del Nilo lo transmiten sobre todo los mosquitos del género Culex, en particular el Culex pipiens, el mosquito común. "El virus en sí es un virus de aves, va de ave a mosquito y de mosquito a ave. Es el ciclo natural. Cuando alcanza otras especies como caballos y humanos (lo hace ocasionalmente) lo llamamos desbordamiento", asegura Jiménez Clavero. 

El Gobierno andaluz lo tiene claro: "Indudablemente, es de suponer que en nuestro territorio [estas enfermedades] serán cada vez más frecuentes (sobre todo debido a los factores ambientales mencionados). El objetivo es estar preparados para prevenir y afrontar posibles amenazas sanitarias derivadas de la presencia de este tipo de enfermedades en Andalucía, incrementar las capacidades de salud pública y, sobre todo, de los sistemas de vigilancia previa", se recoge en la memoria económica del plan de la Junta.

El virus del Nilo

El punto de inflexión se vivió en Andalucia en el año 2020. Así lo recoge la memoria de Salud: "La crisis sanitaria de la fiebre del Nilo occidental de 2020 en Andalucía, con la existencia de más de 70 personas afectadas por meningoencefalitis y, como consecuencia, varias muertes [ocho fueron], puso de manifiesto la necesidad de fortalecer el sistema sanitario público en este sentido".

La letalidad del virus del Nilo es inferior al 1%. En torno a un 20% de los afectados tienen que recibir algún tratamiento clínico. Y la gran mayoría, un 80% son asintomáticos. "En general es una enfermedad que no es muy grave, solo es grave en un porcentaje pequeño", afirma Jiménez Clavero. ¿Los casos de 2020 indican entonces que la circulación del virus fue mayor? "Es muy común que las enfermedades emergentes, las que en un determinado territorio no se conocían, pasen desapercibidas incluso años", afirma el experto del CSIC.

Un brote como el de 2020 es la punta del iceberg de unos cuantos miles de infecciones que pasaron desapercibidas.

"Cuesta darse cuenta. Primero –agrega Jiménez Clavero– son los sistemas de vigilancia quienes lo hacen y después esas alertas van llegando a la práctica clínica médica y veterinaria. Esto ha podido pasar en España. El virus del Nilo está activo en Andalucía desde 2003. El gran brote fue en 2020 y hasta entonces había dado poquísimos casos. Un brote como el de 2020 es la punta del iceberg de unos cuantos miles de infecciones que pasaron desapercibidas. A posteriori, se han hecho estudios de serología y se estima que hubo una buena porción de la población que lo pasó". 

Entonces, Salud montó un plan para controlar los mosquitos transmisores de ese virus, que tiene 26 puntos de control. Entre el 14 de junio y el 23 de noviembre de 2023, según los datos hechos públicos por el Gobierno, se habían capturado un total de 49.629 mosquitos hembra de especies transmisoras del virus.

A lo largo de la temporada 2023 de vigilancia de transmisión se notificaron dos casos, uno en el mes de julio en Arroyomolinos de León (Huelva) y otro en agosto en La Puebla de los Infantes (Sevilla). El primero de estos casos terminó con el fallecimiento de la persona afectada, que presentaba patologías previas. Este año, ya van otros dos, uno un niño en Lebrija (Sevilla) y otro un adulto en Dos Hermanas (Sevilla).

Un poco de historia

"En general, se empieza a tomar conciencia de la situación hace 20 años. En Portugal, España, Francia e Italia empezaron a notarse casos en animales y/o en personas. Hubo también un brote en 1999 en Nueva York. Jamás había aparecido en América, era un virus africano, fue un hito. Se empieza a hablar de estas cosas a raíz de aquello. Fumigaron Nueva York. Eso fue una imagen de una importante revista. Eso fue tan impactante que tuvo eco en grupos de investigación, que empezaron a mirar qué pasaba con ese virus. Ahí está el origen de la preocupación por esto". 

Doñana es una especie de punto caliente de circulación del virus

"El primer programa de vigilancia viene de la mano de Agricultura. Es una enfermedad que afecta a la economía y al comercio (es de declaración obligatoria). Andalucía fue la primera CCAA donde se vio. Primero porque geográficamente está más al sur y le va a afectar primero, está más cerca de África. Las aves migratorias tienen su importancia. Doñana sabemos que es una especie de punto caliente de circulación del virus. Todo esto se sabe porque se vigila, al menos desde 2007. Y se van revisando estos planes para adaptarlos a la situación cambiante de a enfermedad", remacha Jiménez Clavero. 

La sociedad española de Epidemiología recomienda "con el fin de prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por vectores", el uso "de repelentes de insectos, calzado cerrado y ropa larga al salir al aire libre, especialmente en áreas con mayor presencia de garrapatas y mosquitos: esto puede reducir el riesgo de picaduras y transmisión de enfermedades".

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