Público
Público
REFORMA CONSTITUCIONAL

El Congreso destierra el término "disminuidos" de la Constitución entre reivindicaciones de más reformas

Todos los partidos votan a favor de la modificación del artículo 49 de la Carta Magna, excepto Vox, que ha pasado de la abstención del martes a un "no" este jueves. El Senado deberá ratificar la reforma.

Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con Jordi Salvador i Duch, diputado de ERC, antes del inicio del Pleno en el que se ha reformado la Constitución. Eduardo Parra / Europa Press

"Estoy contento porque, hoy, la Constitución deja de decirme que soy menos válido que el resto de personas". Lo ha anunciado Vicenç Vidal, diputado de Més per Mallorca —una coalición integrada en Sumar— con una discapacidad visual, desde la tribuna del Senado, donde, al estar el Congreso en obras, se ha celebrado el Pleno en el que los diputados han desterrado el término "disminuidos" de la Carta Magna, que se sustituirá por "personas con discapacidad". Todas las formaciones han apoyado la reforma, excepto Vox, que ha votado en contra. A partir de este punto, el Senado deberá ratificar la modificación.

El resultado de la votación, con todo, ha sido de 312 votos a favor, 32 votos en contra y cero abstenciones. Antes de que los 344 diputados que han emitido su voto, que se ha realizado por llamamiento, lo hicieran, ha intervenido en el debate el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Cambiar una palabra no es cambiar una realidad", ha reconocido, "pero se necesitaba voluntad política para hacerlo". Con esas palabras, ha puesto en valor la capacidad que han demostrado, en especial, los dos grandes partidos —PP y PSOE— para entenderse y acordar esta primera reforma "enteramente social" de la Constitución.

Excepto Vox, que ha afeado varias cuestiones concretas relativas de la reforma del artículo 49 que proponen PSOE y PP, todas las fuerzas políticas se han deshecho en halagos por el cambio terminológico, aunque también han puesto el acento en que, además, es necesario acometer acciones, en el terreno de lo práctico, para que los cambios no se remitan al texto constitucional, sino que tengan incidencia en la vida de millones de personas con discapacidad que viven en España.

Pero no ha sido ese el episodio más conflictivo de la sesión, que ha presidido Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, vicepresidente primero del Congreso, por ausencia por enfermedad de Francina Armengol. Varios partidos —en concreto, Compromís, Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Més per Mallorca— han afeado a PP y PSOE que la Mesa del Congreso vetara la inclusión de enmiendas para reformar la Carta Magna en otras direcciones además del objeto principal de la sesión.

Vidal, de Més per Mallorca, quería introducir una enmienda para que la Constitución contemple un senador por Formentera. Los cuatro diputados valencianos de Sumar, capitaneados por Compromís, veían en esta jornada el momento perfecto para debatir el reconocimiento del Derecho Civil valenciano en el texto constitucional. El PNV quiso introducir hasta 11 enmiendas. La Mesa las rechazó todas porque "no se ajustan a la reforma del artículo concreto".

Fuentes de Sumar conocedoras del asunto valenciano, a la salida del Pleno, insisten en que no comparten el argumento. Desde Compromís apuntan a que, visto que la Mesa mantiene su veto, activarán el plan B y llevarán el asunto al Tribunal Constitucional, al que involucrarán para que tome partido y decida si, como dice la Mesa, no cabían sus enmiendas en el proceso de reforma del artículo 49 o si, en cambio, sí podrían haberse introducido. "No queremos que pase de esta legislatura la introducción del Derecho Civil valenciano", insisten.

Más allá de las enmiendas, ha habido más críticas a la rigidez de la Carta Magna. La que, probablemente, más divide a la Cámara la ha puesto sobre la mesa el diputado de Esquerra Jordi Salvador i Duch. "No puede ser que esta Constitución incluya la inviolabilidad del rey, parece un tratado medieval", ha clamado.

Nueva redacción del artículo 49

1- Las personas con discapacidad ejercen los derechos previstos en este Título en condiciones de libertad e igualdad reales y efectivas. Se regulará por ley la protección especial que sea necesaria para dicho ejercicio.

2- Los poderes públicos impulsarán las políticas que garanticen la plena autonomía personal y la inclusión social de las personas con discapacidad, en entornos universalmente accesibles. Asimismo, fomentarán la participación de sus organizaciones, en los términos que la ley establezca. Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las mujeres y los menores con discapacidad.

El "no" de Vox

Solo Vox ha votado en contra. Eso significa que su posición ha virado de la abstención, que anunció el martes en la toma en consideración de la reforma, al "no" en la votación definitiva. La formación de extrema derecha insiste en que está a favor de la sustitución del término "disminuidos" por "personas con discapacidad", pero se opone a la redacción que proponen PP y PSOE. El quid de la cuestión para Vox es "la división por sexos que propone la reforma".

Además, desde Vox insiste en que no pueden "contribuir a la imagen de un falso consenso que servirá solo para blanquear a Sánchez". También se queja la formación que lidera Santiago Abascal de que la nueva redacción elimina la palabra "amparo".

Fin del 'oasis'

Partido Popular y Partido Socialista se han felicitado mutuamente por por haberse entendido en este campo. "Oasis" lo llamó Feijóo en la primera parte del debate, el martes día 16. La diputada Ana Alós, que ha defendido la postura del PP en el Pleno de este jueves, ha puesto en valor que "la Constitución, ahora, incluye a más gente". Sánchez ha hablado de "gran día para la democracia" y, mirando de reojo a la bancada popular, donde se encontraba sentado Alberto Núñez Feijóo, ha deslizado que "todos ganamos cuando somos capaces de acordar mejoras para el interés general de la gente".

Pero el clima la próxima semana será, a todas luces, diferente. La ley de amnistía aterriza en la Comisión de Justicia martes, día 23 de enero, y las posturas populares y socialistas volverán a descubrirse radicalmente opuestas. Eso sí, tendrán que firmar otra pequeña tregua para que sus senadores respalden la reforma constitucional que ha decidido el Congreso. Tres quintas partes de la Cámara Alta deberá apoyarla.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias