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Comunidad de Madrid Avalmadrid, la relación con Vox y la debacle del 10-N: tensiones entre Ayuso y Aguado tras cuatro meses de Gobierno

La distancia entre ambos partidos se constató durante el acto de balance de sus primeros 100 días de Gobierno, celebrado a finales del mes de noviembre. Fuentes 'populares' destacan que el malestar y la desconfianza han ido creciendo desde la debacle de Ciudadanos el pasado 10-N: "Ahora intentan 'vender' todo el tiempo lo que hacen en sus consejerías".

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (i), y su vicepresidente, Ignacio Aguado (d) en la Asamblea de Madrid, durante la sesión de investidura sin candidato. EFE/Mariscal

marta monforte

Se cumplen cuatro meses desde que la 'popular' Isabel Díaz Ayuso fue elegida presidenta de la Comunidad de Madrid. Por primera vez, en un gobierno bicolor junto a Ciudadanos. La distancia entre ambos partidos se constató durante el acto de balance de sus primeros 100 días de Gobierno, celebrado a finales del mes de noviembre. Durante el discurso del vicepresidente del Ejecutivo, Ignacio Aguado, este criticó —sin citarlos expresamente— la actitud de Vox —cuyos votos fueron imprescindibles para la investidura— frente a la violencia machista: "Mientras algunos dan la espalda a las maltratadas nosotros damos la cara".

Los inicios fueron difíciles, reconoció el propio Aguado en el acto. Ciudadanos dependía de la formación de Santiago Abascal para llegar al Gobierno, pero no estaba dispuesto a hacerles "ninguna concesión". Desde su entorno criticaban la actitud "demasiado permisiva" de Ayuso frente a los ultraderechistas. Los 'naranjas' tratan de hacer ver que no gobiernan gracias a ellos. En el discurso de los 100 días, mientras Díaz Ayuso agradecía, casi por igual, a PP y Vox "los esfuerzos", Aguado insistía en que el Ejecutivo lo conforman, únicamente, Ciudadanos y los 'populares', sugiriendo que ambas formaciones pactaron con Vox porque no les quedaba más remedio: "Gobernar con PSOE y Podemos sería mucho peor".

Lo cierto es que el PP también atraviesa épocas convulsas respecto a Vox, precisamente cuando más los necesitan: para la aprobación de los presupuestos. En los últimos días ha habido duros reproches entre Ayuso y la portavoz de Vox, Rocío Monasterio. Fuentes cercanas a la presidenta de la región señalaban este fin de semana que Vox ejerce como "verdadera oposición" al PP. Ambas representantes tuvieron un encontronazo en la Asamblea de Madrid a principios de diciembre tras el ataque con una granada al centro de menores extranjeros del distrito de Hortaleza. Desde Génova destacan que deben mantener sus posiciones y confrontar con la extrema derecha "cuando sea necesario" para no ser percibidos como un "partido veleta".

La falta de sintonía entre presidenta y vicepresidente se puso de manifiesto en el acto por los 100 días de Gobierno

"Hoy puedo asegurar que los madrileños tienen un Gobierno unido", afirmaba Aguado. Sin embargo, lo que se escenificó fue, precisamente, lo contrario. La falta de sintonía entre presidenta y vicepresidente se puso de manifiesto. Fuentes 'populares' destacan que el malestar y la desconfianza han ido creciendo desde la debacle de Ciudadanos el pasado 10-N: "Ahora intentan 'vender' todo el tiempo lo que hacen en sus consejerías, como si no gobernaran con nosotros, como si estuvieran solos. Eso ha ido en aumento desde la debacle. Es absurdo", sentencian.

Sin embargo, ambas formaciones recurren a esa estrategia: durante el discurso de los 100 días, Ayuso puso en valor la aprobación del primer proyecto de ley para realizar rebajas fiscales y el plan para la construcción de 15.000 pisos de alquiler a precio asequible. Ambas cuestiones fueron una promesa electoral del PP y las dos iniciativas dependen de sus consejerías. Aguado, por su parte, recordó que en 2020 se pondrá en marcha la primera fase de su propuesta 'estrella, la apertura del metro 24 horas. Este ambicioso proyecto se llevará a cabo de forma gradual hasta el final de la legislatura, en 2023. Al frente de la consejería de Transporte está Ángel Garrido, expresidente del PP de la región, que se pasó a las filas 'naranjas' días antes de las elecciones de abril. 

El 'caso Avalmadrid'

El 'caso Avalmadrid' es el que más desencuentros ha causado entre PP y Ciudadanos hasta la fecha. La empresa semipública dio un crédito al padre de Isabel Díaz Ayuso y financió durante años a sociedades en situación de quiebra. Alguna de esas compañías era propiedad de empresarios que tenían vinculación con el PP, que lleva décadas al frente del Ejecutivo madrileño. Leonardo Díaz Álvarez nunca llegó a devolver este crédito -faltan por pagar 270.000 euros-, que además fue concedido en contra de los criterios técnicos de Avalmadrid, y ni siquiera consta que este importe fuera usado para lo que en teoría debía servir: la compra de material para una adjudicación de la sanidad vasca.

PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos solicitaron abrir una comisión de investigación sobre el ente autónomo, para fiscalizar lo que se ha venido haciendo con él desde su creación, implicando a la presidenta madrileña. Ciudadanos se sumó a la comisión y en el PP lo calificaron de "deslealtad". Finalmente, el partido de Aguado, junto a Vox, ha bloqueado la comparecencia de Díaz Ayuso, lo que ha aliviado ligeramente la tensión. La Fiscalía Anticorrupción sólo tardó dos meses en archivar la denuncia del partido de Íñigo Errejón contra la presidenta madrileña por su relación con la empresa. Sin embargo, la Fiscalía dice erróneamente que Ayuso no era cargo público cuando envió correos interesándose por la concesión del crédito a su padre

En el mes de agosto, el propio Aguado pedía el cierre de Avalmadrid, a la que tachaba de "chiringuito: "Se ha convertido en un chiringuito que ha perdido todo el prestigio y credibilidad". Si esta iniciativa no prosperaba, el partido sugería retirar la participación de la Comunidad en la empresa que, de momento, es de carácter semipúblico.

Las iglesias del 36: discrepancias respecto a la Ley de Memoria Histórica y las "ocurrencias" de Ayuso

Durante una sesión del pleno de la Asamblea de Madrid, enmarcada por la noticia de la exhumación del dictador Francisco Franco, Díaz Ayuso reaccionó asegurando que la Ley de Memoria Histórica le "espanta", rechazando la salida de Franco del Valle de los Caídos y preguntando: "¿Qué será lo siguiente? ¿Las parroquias arderán como en el 36?". Tras el pleno, Aguado subrayó que es "una certeza y una realidad que en el año 1936 ardieron iglesias" en España y aseguró que su Gobierno haría "todo lo posible para que no vuelvan a arder en 2019, porque alguien quiera imponer su ideología sobre otros". Desde su entorno afirmaron que se trataba de una respuesta "irónica" a las palabras de Ayuso.

Aguado se desmarcó de la postura de Ayuso respecto a la Ley de Memoria Histórica, señalando que para él es "una ley, como tantas otras, que hay que respetar". "Yo soy un fiel creyente del Estado de derecho y defiendo todas las leyes que están en vigor; por supuesto, la Ley de Memoria Histórica, también, y hay que aplicarla en Madrid y en toda España".

Desde la dirección de Ciudadanos aseguran que el papel que tiene Aguado con Ayuso es "más complicado" que el de Begoña Villacís con Martínez-Almeida en el Ayuntamiento de la capital. "Tiene salir del paso de sus ocurrencias. Y son unas cuantas. Ignacio tiene que estar constantemente alerta", aseguran. 

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