Este artículo se publicó hace 9 años.
Cifuentes y Aguado disimulan y retrasan el pacto de investidura
Los líderes de PP y C’s de Madrid establecen una agenda de contactos en la que seguirán debatiendo sobre las medidas anticorrupción impuestas por los naranjas, a pesar de que ya están de acuerdo en la mayoría de ellas.
-Actualizado a
MADRID.- Jugando al despiste. Así han terminado los líderes madrileños de PP y Ciudadanos la reunión que han mantenido este miércoles y que, después de la confirmación de pacto verbal que había anunciado Albert Rivera por la mañana, se daba por hecho que terminaría con un primer acuerdo de Gobierno.
Pero tanto Cristina Cifuentes como Ignacio Aguado han intentado dar una imagen de calma y han retrasado el anuncio de investidura, al menos, hasta el jueves de la próxima semana. Y eso a pesar de que ya están prácticamente de acuerdo en 10 de los 12 puntos que están ahora mismo encima de la mesa. “Los acuerdos hay que trabajarlos, estudiar con detalle cada tema”, señaló la popular. “La fecha de la firma depende de hasta qué punto estén comprometidos con nuestras propuestas”, agregó después su homólogo naranja. Todo para no dar más crédito a la idea de que a Rivera le viene bien, tras haber terminado la negociación con el PSOE de Andalucía, cerrar cuanto antes el pacto con el PP en Madrid y, así, mantener la imagen de “centralidad” del partido de cara a las elecciones generales.
Así, ambos quisieron reforzar la idea de que realmente tienen autonomía para pactar sin que las condiciones para ello les vengan impuestas desde las direcciones nacionales de sus respectivas formaciones. Cifuentes insistió en que no tiene que “pedir permiso a nadie” y en que su único “interlocutor” es Aguado y no Rivera, como apuntaban algunas fuentes. Aguado, por su parte, siguió adelante con sus propias medidas anticorrupción.
De hecho, uno de los puntos que sigue siendo un escollo para llegar a un acuerdo de investidura es la petición de establecer primarias en el PP. Cifuentes pidió a Aguado que le rebaje su exigencia de reformar la Ley electoral y se redacte esta cuestión “de forma más genérica, sin concretar cómo se va a llevar a cabo”. Es decir, “que el acuerdo se redacte en términos similares a los de Andalucía”, pidió la conservadora.
La otra piedra en el zapato de Cifuentes es la limitación de mandatos a ocho años. Aunque ahí la discusión está, simplemente, en definir si esa cuestión afectará sólo a la Presidencia del Gobierno de la Comunidad, a los consejeros de la misma o también a los diputados de la Asamblea. Algo menor, si se tiene en cuenta que otra de las imposiciones de los naranjas es la de no permitir que concejales y alcaldes ocupen escaños en la Cámara autonómica y ella, en su lista, tiene una decena de personas en dicha situación. No obstante, Ciudadanos parece haber cedido en este punto, ya que esta medida no tendrá efectos retroactivos, sino que se conformará con el impulso a una reforma de la legislación que limite dichas incompatibilidades a partir de la próxima legislatura.
El PP, partícipe de la "limpieza"
En lo que también ha cedido el número uno de C’s ha sido al aceptar los dos puntos que el PP ha querido introducir. Cifuentes, en un alarde de demostrar su compromiso con la “limpieza” de su partido, ha hecho dos aportaciones al decálogo presentado en un inicio por Aguado: elaborar un Portal de Transparencia y publicar en la web de la Asamblea “las subvenciones, los presupuestos y las memorias de los grupos parlamentarios y los diputados”. Algo que, por otra parte, ya está impuesto en la Ley de Transparencia impulsada por el Gobierno central.
No obstante, Aguado ha recibido bien que Cifuentes haya hecho estas aportaciones, y ha aplaudido que ya haya “8 de 10 puntos aceptados”. “Vamos por buen camino”, reconoció, pese a los intentos por retrasar la firma final del documento. “Es un principio de acuerdo, se trata del primer bloque de regeneración política. Si se supera, seguiremos con un segundo bloque de Economía y políticas sociales”, especificó el líder naranja. Lo mismo dijo Cifuentes, que tildó de “nivel alto de acuerdo” el resultado de la negociación, pese a incidir en que “aún quedan algunos flecos por resolver”.
Al final, ambos han reconocido que se trata de problemas de forma, más que de fondo y que todo ello se tratará en el calendario que se han marcado para seguir caminando hacia la investidura de Cifuentes como presidenta de la Comunidad. Volverán a reunirse este viernes, día en el que sí se espera cerrar ya ese primer bloque anticorrupción y continuar avanzando la próxima semana: lunes y jueves mantendrán sendas reuniones que, como hoy, tendrán lugar en el edificio donde escenificaron, por primera vez, su “buena sintonía”: la Asamblea de Madrid, donde Ciudadanos ocupa la vicepresidencia de la Mesa gracias a la cesión del PP.
Así, aunque ambos hayan comparecido ante la prensa sin gran entusiasmo y se hayan quedado en un “ni frío ni calor” tras ser preguntados por si esta reunión suponía un paso más hacia el pacto final, lo cierto es que éste parece haberse fraguado ya. De ser así, Cifuentes podría ser investida en apenas un par de semanas. El único impedimento real que podría aparecer sería la imputación de Álvaro Ballarín o cualquier otro diputado popular al que pudiera terminar salpicando la operación Púnica. Pero eso aún está por ver.
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