Este artículo se publicó hace 7 años.
Congreso regional del PP de MadridCifuentes rompe con Aguirre y hace suyo el PP de Madrid: "No podemos anclarnos en el pasado"
La nueva presidenta de la formación regional, elegida con el 93,3% de los votos, apuesta por la "ética" y la "honestidad" frente a la corrupción. Los conservadores madrileños la avalan, pese a la cariñosa despedida de su antecesora.
Madrid--Actualizado a
Con un claro mensaje de renovación. Así ha clausurado Cristina Cifuentes el XVI Congreso regional del PP de Madrid, en el que ha sido elegida presidenta con un 93,3% de los votos. La nueva lideresa rompió por completo con su antecesora, Esperanza Aguirre, e instó a su militancia a no mirar atrás.
"No podemos quedarnos anclados en el pasado", dijo a los 2.557 afiliados (de los más de 90.000 que se supone que tiene el PP de Madrid) que finalmente votaron en el proceso. De ellos, 2.438 la apoyaron para hacerse con el trono de los conservadores de la región. A ellos se dirigió para presentarles su nuevo "proyecto". "Un proyecto que asume todo lo bueno que el PP ha hecho en los últimos años, pero también queremos seguir avanzando hacia el futuro para seguir creciendo", dijo.
"Reivindico la política como actividad noble y digna. Los corruptos no son el PP"
¿En qué consiste? "Reivindico la ética en la política, la política como actividad noble y digna, la honestidad como norma de conducta y el centro reformista como motor de la transformación económica y social", enumeró. Una enmienda a la totalidad del liberalismo y la corrupción que imperó en tiempos de Aguirre.
"Hemos cometido errores", reconoció Cifuentes, pese a que ni Aguirre, ni Cospedal, ni Rajoy -ayer- ni Sáenz de Santamaría -hoy- osaron hacer mención a la presunta financiación ilegal del PP de Madrid. "Hemos sufrido decepciones a causa de quienes se han abusado de nuestra confianza, han traicionado nuestros principios y nos han avergonzado", asumió la nueva presidenta. "Pero ellos, los corruptos, no representan al PP; no son el PP. El PP sois vosotros", le dedicó a la grada del plenario del hotel Aditorium de Madrid.
Pese a ello, Cifuentes hizo un alegato de la "unidad interna" que impera en el Partido Popular. "Es nuestro principal valor y seña de identidad", defendió para diferenciarse de Podemos, a quienes acusó de protagonizar "luchas por el poder y Juego de Tronos". Una unidad que intentó reflejar con la inclusión de un aguirrista crítico como Iñigo Henríquez de Luna en su Comité Ejecutivo, pero que no sirvió para escenificar la agrupación de todas las familias del PP de Madrid.
En el atril, como en los pasillos, la división era evidente. Por la mañana, una extensa nube de militantes perseguía a Cifuentes mientras acompañaba a su homólogo gallego, Alberto Núñez Feijóo, por los stands del evento. Al otro lado, en medio de un grupo mucho menor, Aguirre se daba su último baño de masas haciéndose selfies con apenas una decena de seguidores.
No hubo foto conjunta entre ambas 'lideresas'
Las cámaras de la prensa no lo dudaron: se fueron con la nueva. Y, aunque hubo cruce de mensajes de paz entre las enemigas conocidas, no se vieron abrazos ni besos entre ambas. No hubo foto. Su reconciliación quedó apenas en un beso lanzado desde la grada y el intercambio de halagos: de Aguirre a Cifuentes, ayer; de Cifuentes a Aguirre, hoy, que se quedó en un leve "gracias".
También los altos cargos del PP que acudieron a la cumbre madrileña apostaron por la renovación. Tanto José Antonio Monago, como Juan Vicente Herrera, como Pablo Casado aplaudieron a Aguirre, pero coincidieron en calificar a Cifuentes como "la mejor elección" para la Presidencia del PP regional. Feijóo incluso se acordó del exalcalde y exministro Alberto Ruiz-Gallardón. Pero por la tarde, ni rastro de la expresidenta. Ella no volvió a hacer acto de presencia. Y ni Soraya Sáenz de Santamaría, ni Fernando Martínez Maíllo ni Pío García Escudero la citaron. Otra muestra más de que el PP de Madrid ya es, oficialmente, de Cristina Cifuentes.
Un Congreso tranquilo
Así quedó demostrado al término del Congreso, donde fue aclamada por los afiliados que, tras una excesivamente tranquila cumbre -en la que no hubo acusaciones de pucherazo ni votaciones polémicas ni cambios de enjundia en los estatutos de la formación regional-, aún tenían ganas de fiesta.
"Aguirre fue despedida como se merece"
Los presentes lamentaban entre pitillo y pitillo que a sus dirigentes les guste "hablar tanto" y "todos de lo mismo": ETA, la 'traición' de Ciudadanos con el debate de la estiba o de la mala gestión de Manuela Carmena, sobre todo. Pero, pese al cansancio, aún les quedaba ánimo para especular sobre si alguno de los ponentes había bebido demasiado en la comida ni para gritar "presidenta, presidenta" a su nueva lideresa.
Ella agradeció el gesto insistiendo en que se siente "orgullosa" de presidir el nuevo PP de Madrid y, pese a que su proyecto dista y mucho del de su antecesora, también tuvo buenas palabras para ella. "Me hubiera sorprendido que no hubiera ese apoyo y ese cariño a una persona que ha dirigido el PP de Madrid durante 12 años. Tiene que tenerlo. Fue muy emotivo, fue despedida como se merece", declaró a los medios.
No obstante, no quiso confirmar que se trate de una despedida definitiva de Aguirre de la política. "Ahora no toca hablar de candidatos a las elecciones", concluyó Cifuentes. Una de cal y otra de arena.
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