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Carrillo compara al PP con la derecha de 1936

'El nacionalcatolicismo no ha muerto, y aún anima a los populares', dice el ex líder del Partido Comunista

JUANMA ROMERO

“No, es verdad. La ley no responde a nuestros sueños. ¿Pero cuándo la realidad completa todas nuestras ilusiones? Rara vez. Lo que sí podemos decir, Gaspar [Llamazares] y yo, es que la ley se compone de nuestros sueños. Los de todos. Sentimos que cada coma que movíamos del texto del Gobierno era una trinchera”.

Joan Herrera sabe por qué lo dice. La negociación de la ley, la de la Memoria Histórica, ha sido trabajosa. Ahora el portavoz de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV) respira tranquilo. La norma está lista para el pleno del Congreso, el día 31. Después, al Senado. Y la Cámara alta le da miedo. Allí PP y CiU podrían hacer valer su mayoría y borrar los “avances sustanciales” arañados hasta hoy.

Lo decía Herrera ayer viernes, en la primera celebración oficial que su grupo, el que comparte con Llamazares, hace de la nueva ley, apenas 48 horas después del paso por la Comisión Constitucional de la Cámara baja.

El nacionalcatolicismo vive

IU-ICV, en un coloquio moderado por la profesora de la Universidad Complutense de Madrid Mirta Núñez Díaz-Balart, invitó a los dos juristas con los que más ha trabajado en la preparación de las enmiendas al texto, Carlos Jiménez Villarejo y José Antonio Martín Pallín; al presidente del Foro por la Memoria, José Antonio Moreno, y al ex secretario del Partido Comunista, Santiago Carrillo.

Y Carrillo habló. No montado en el carro que parte del PCE dirige, muy crítico con la posición de IU en la ley. “La norma, Gaspar —le decía al actual coordinador— ha sido una gran cosa, aunque podía ser mejor”. El viejo comunista (92 años) se desembarazaba de su opinión tras estoquear al PP sin ambages. “En este país ha cambiado todo menos la derecha, que es la misma, con las mismas ideas, con los mismos cardenales y obispos que la derecha de 1936. El nacionalcatolicismo”, siguió, “no ha muerto. Anima a la derecha española y hace que no se parezca a ninguna derecha europea”.

El franquismo no es historia

La Iglesia tampoco se salva. “Piensa que continúa en una cruzada contra la democracia”. Por eso Carrillo no tolera que se exculpe al régimen. “¿Cómo que el franquismo es historia? Fue una mancha negra y profunda que aún pesa sobre nuestra historia”.

No sólo intervino Carrillo. Ni tan siquiera sólo los ponentes. También parte del auditorio (40 personas) congregado en la Sala de Columnas del Congreso. Tomás Montero preguntaba qué pasará con la ley en las autonomías del PP. José Luis Galán —nieto, hijo y sobrino de represaliados por la dictadura en tiempos de paz— reflexionaba por el silencio que la izquierda pagó por la Transición. Marisa Castro agradecía la mención en el texto a los presos sociales del franquismo.

Que la Fiscalía actúe de oficio

Hubo un acuerdo claro: la ley “sienta unas bases sólidas para el futuro”. “Es un punto de inflexión”, admitió José Antonio Moreno, nada complaciente, por lo demás, con una redacción “insuficiente y frustrante”. “Rompe el silencio”, añadió Llamazares. “Hemos llegado tan lejos como hemos podido, más de lo que las condiciones permiten, más lejos que nunca en la democracia”. Jiménez Villarejo resumió: “Debe pesar más, y cito a Gramsci, el optimismo de la voluntad, y no el pesimismo de la razón”.

El ex fiscal Anticorrupción apostó por el paso 2 tras la publicación de la ley en el BOE: que la Fiscalía General del Estado apoye a todos sus fiscales para que insten, de oficio, todos los procesos de revisión de condenas. Herrera, además, avanzó que después de las generales IU-ICV presentará una iniciativa en el Congreso para garantizar que la asistencia jurídica a los afectados (comprometida ya por el conseller catalán Joan Saura) sea gratuita en todo el Estado. La ley, ya es imparable, tiene un mañana.

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