Iván Olmos, quien fue responsable de comunicación de la campaña electoral de Sumar de las elecciones gallegas en 2024, se hizo con una adjudicación de 5.987.520 de euros para gestionar una residencia pública en Verín (Ourense) a través de una empresa creada por su madre en 2018 sólo cinco días antes de que se cerrara la licitación del concurso que adjudicó su gestión.

Así lo señala una investigación de Javier H. Rodríguez publicada en O Salto Galiza, que asegura que se trata de la mayor licitación de la historia del Ayuntamiento de Verín, presidido entonces y ahora por el socialista Gerardo Seoane Fidalgo. Sumar asegura que Olmos no tiene relación alguna con el partido desde el pasado mes de febrero.

Según O Salto Galiza, la empresa Xerontoloxía de Verín SL fue la única que se presentó en diciembre 2018, junto a otra persona que lo hizo título individual y sin respaldo mercantil, al concurso municipal para la gestión de la residencia durante 15 años. La firma se había creado cinco días antes de que se cerrara el plazo de presentación de ofertas.

El Ayuntamiento adjudicó el concurso a Xerontoloxía de Verín en marzo de 2019. En diciembre de 2021, Olmos se convirtió en administrador único de la empresa. "Hasta hoy es el último responsable y beneficiario de esta adjudicación", asegura O Salto.

Iván Olmos, jurista, periodista y experto en comunicacion politica, fue uno de los integrantes de la plataforma promotora del partido en Galicia. Fue el director de comunicación de la formación en la campaña para las autonómicas gallegas del pasado 18 de febrero. Previamente, había sido candidato de En Marea por Ourense a las elecciones generales de abril de 2019.

Público se puso en contacto con él para ofrecerle exponer su versión de la información, pero él se ha remitido al asesor legal de la empresa.

Su abogado asegura que la empresa de la madre de Olmos cumplía todos los requisitos del concurso, que él no tenÍa responsabilidad alguna en la empresa en el momento en el que Xerontoloxía de Verín se hizo con el contrato y que aunque "pueda chocar la constitución de la empresa pocos días antes de la adjudicación", ésta era "la única manera de concurrir sin comprometer el patrimonio familiar".