Este artículo se publicó hace 9 años.
Los ayuntamientos del cambio recuperan la Memoria cuarenta años después de la muerte de Franco
Los consistorios de Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coruna, Cádiz, entre otros, han ejecutado o anunciado medidas para cumplir con la Ley de Memoria Histórica y rendir homenaje a los que lucharon por la democracia durante la Guerra Civil y el franquismo.
Alejandro Torrús
-Actualizado a
MADRID.- Este viernes se cumplen cuarenta años de la muerte del dictador Francisco Franco. Cuarenta años en los que las calles y plazas de los ciudades españolas han rendido homenaje a militares golpistas y falangistas. Cuarenta años en los que se han mantenido homenajes y distinciones al dictador, sus represores y sus políticos. Y cuarenta años en los que se han violado los derechos humanos de los españoles que aún tienen a sus familiares desaparecidos y/o enterrados en la misma fosa donde los empujó el odio de los franquistas o que han intentado acceder a una Justicia que los ha ignorado sistemáticamente.
Ahora, cuarenta años después, y tras el auge que vivió la Memoria Histórica en la década de los 2000, el movimiento memorialista vuelve a estar en la agenda de los nuevos alcaldes y también de algunos presidentes autonómicos. El último ejemplo de este nuevo impulso de la Memoria se produjo ayer en Asturias. El Gobierno autonómico socialista, a través de su consejeria de presidencia, anunció ayer que instará a los ayuntamientos de Gijón y Avilés a retirar la simbología franquista siendo la primera Comunidad Autónoma que se declara competente para la ejecución de la Ley de Memoria.
El movimiento memorialista vuelve a estar en la agenda de los nuevos alcaldes y también de algunos presidentes autonómicos
Previamente, este periódico ya había informado de los pasos en este sentido en Sevilla, Pamplona y en varios municipios de las Islas Canarias. Pero son ayuntamientos como el de València (Compromís), Barcelona (Guanyem), A Coruña (Marea Atlántica) Cádiz (Por Cádiz sí se puede), entre otros, los que están situándose a la vanguardia del movimiento memorialista.
En la capital del Turia, el gobierno de Joan Ribó ha creado una Comisión de Memoria Histórica, que reúne a diferentes áreas del Consistorio con el objetivo de localizar y exhumar las fosas y reivindicar biografías de personas con trayectorias "democráticas" poco conocidas, y también de retirar del callejero valenciano las calles que homenajean a golpistas y figuras de la dictadura.
De hecho, el gobierno municipal de Compromís acudió el pasado 1 de noviembre, día de Todos los Santos, al Cemenerio General de Valencia, donde según el Fòrum per la Memòria del País Valencià hay más de 23.000 represaliados de la Guerra Civil, convirtiéndose en el primer gobierno de Valencia que rinde homenaje a los republicanos represaliados que se encuentran en el Cementerio.
El gobierno de Joan Ribó ha creado una Comisión de Memoria Histórica con el objetivo de localizar y exhumar las fosas comunes
La Comisión de la Memoria Histórica de València plantea también la "dignificación" de los lugares de enterramientos y fosas convirtiéndolos en espacios de memoria a través de una placa conmemorativa y explicativa de los hechos que en ese lugar ocurrieron allí con la intención de que los sufrimientos de la población para defender la democracia no caigan en el olvido.
El principal objetivo de los nuevos equipos de gobierno que llegaron a los ayuntamientos tras las elecciones municipales del pasado mes de mayo es hacer una limpieza en el callejero que elimine los honores a los militares golpistas y a diferentes personalidades de la dictadura. Así lo recogían los programas electorales de Ahora Madrid y Barcelona En Comú, que ahora gobiernan las dos ciudades más importantes del país.
En este sentido, el Ayuntamiento de Madrid anunció el pasado mes de junio su intención de cumplir su programa electoral y retirar las calles con nombres de figuras destacadas del franquismo. El compromiso fue anunciado por la portavoz municipal Rita Maestre, que señalaba también que "todavía" el Ayuntamiento no había diseñado "un plan estructurado y organizado" sino que se trataba de un planteamiento.
Y, de hecho, el Ayuntamiento sigue incumpliendo la Ley en este aspecto manteniendo los nombres de, por ejemplo, el parque del alcalde Arias Navarro o la avenida del Arco de la Victoria aunque sí han tenido pequeños gestos hasta la fecha como bautizar un jardín con el nombre de Yolanda González, víctima de la violencia de extrema derecha durante la Transición.
El principal objetivo es hacer una limpieza en el callejero que elimine los honores a los militares golpistas y a políticos de la dictadura
El Ayuntamiento de Barcelona tampoco ha comenzado con la limpieza del callejero que anunciaba su programa electoral, pero, al contrario que Madrid, sí ha puesto en marcha una Comisión de Estudios Estratégicos y Programas de Memoria con Xavier Domènech, candidato de Barcelona En Comú al Congreso de los Diputados, al frente. Esta Comisión pretende abordar la historia de la ciudad teniendo en cuenta la lucha vecinal y de movimientos sociales y señalando que su marco de actuación abarca desde el cambio de nombres en el callejero de la ciudad hasta la gestión de los archivos históricos.
El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, sí ha anunciado que se personará en el procedimiento de la querella que la asociación AltraItalia contra los responsables de los bombardeos sobre la capital catalana que la aviación italiana llevó a cabo durante la Guerra Civil española. El consistorio barcelonés también apoyará la llamada Querella Argentina, la única causa en el mundo que investiga los crímenes del franquismo,
Por otro lado, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, también ha mostrado su intención de ejecutar "actuaciones que permitan recuperar la memoria histórica" de la ciudad, con el objetivo "de cumplir ampliamente con la justicia, reparación y reconocimiento de aquellos que sufrieron, directa o indirectamente, las consecuencias de la Guerra Civil y la posterior dictadura franquista".
El Ayuntamiento de Cádiz, con José María González Kichi (Por Cádiz sí se puede) como alcalde, ha sido el Ayuntamiento que más ha apostado por la Memoria Histórica, desde el punto de vista del organigrama institucional. El Consistorio creó nada más constituirse la Concejalía de Memoria Democrática, que tiene como objetivo la recuperación de la memoria histórica de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, y así como su reconocimiento institucional y social sin renunciar a la exhumación de las víctimas en el cementerio de San José.
Cádiz apuesta por crear una base de datos de víctimas, una oficina de apoyo a las mismas, realizar cambios en el callejero y promover el conocimiento y la información
Estos han sido los primeros pasos del Consistorio para dar satisfacción al programa electoral de la formación que incluía la creación de una base de datos de víctimas, una oficina de apoyo a las mismas, realizar cambios en el callejero y promover el conocimiento y la información sobre la memoria histórica en los centros educativos, la universidad y asociaciones.
En A Coruña, el equipo de gobierno de la Marea Atlántica, con Xulio Ferreiro a la cabeza, creó el pasado verano la Comisión de la Recuperación de la Memoria Histórica con el compromiso de sustituir todos los nombres de calles y espacios públicos asociados a la dictadura y borrar cualquier tipo de alusión a la época franquista. De hecho, esta Comisión pidió al alcalde recientemente, a través de una misiva, la retirada de la simbología franquista que todavía hay en la ciudad, el cambio de nombre de varias calles y la retirada de títulos de hijos adoptivos de personalidades del franquismo.
El texto también reclama la devolución al patrimonio público de dos propiedades de los descendientes de Franco en la provincia: el pazo de Meirás, en Sada, y la Casa Cornide en A Coruña.
El gobierno de Xulio Ferreiro no ha tardado en ponerse manos a la obra y ha dado los primeros pasos. Así, en octubre la plaza Millán Astray pasó a llamarse de las Atochas, siendo éste el primer cambio de una lista de 22 calles que anunció el alcalde. Ferreiro también reconoció que el Ayuntamiento está estudiando la idoneidad o no de retirar el título de hijo adoptivo a Manuel Fraga, ya que el mismo fue entregado en 1968 por sus servicios a la dictadura.
En Santiago, el partido del gobierno, Compostela Aberta, presentó la semana pasada que ante la Diputación de A Coruña una moción para que la institución elabore un censo de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura para localizar, identificar y exhumar a los que permanecen en fosas comunes cuarenta años después de la muerte del dictador. El alcalde de la ciudad, Martiño Noriega, mostró su predisposición a la recuperación de la memoria en su discurso de investidura nombrando al alcalde republicano fusilado por el franquismo, Ánxel Casal.
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