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El AVE llega a Valladolid; Barcelona aún lo espera

Zapatero prevé que llegue 'en un tiempo razonable' a la capital catalana mientras en la urbe castellana se cumple la previsión y entrará el 22 de diciembre.

GLÓRIA AYUSO / FERRAN CASAS

El AVE des de Madrid llegará antes a Valladolid que a Barcelona. Mientras en la capital catalana las obras se han paralizado después de poner patas arriba la red de Cercanías y acumulan más de tres años de retraso, en la castellana todo está a punto para la inauguración el 22 de diciembre. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anunció ayer que la venta de billetes empezará el lunes después de haber cumplido las previsiones.

El AVE dará servicio comercial el día después de su inauguración, día en que precisamente se inaugurará el servicio entre Madrid y Málaga. Los billetes tendrán un precio de 31,50 euros entre Madrid y Valladolid y de 20,6 euros entre Madrid y Segovia. Habrá 13 frecuencias en cada sentido. Cinco serán trenes propiamente AVE, que finalizarán en Valladolid. El resto serán convoyes de ancho variable que continuarán su recorrido hacia el norte de la Península.

La velocidad del AVE será de 300 kilómetros por hora. Entre la capital y Segovia tardará 35 minutos, mientras que hasta la ciudad del Pisuerga el tiempo empleado serán 53 minutos.

Álvarez se subió ayer en una locomotora llena hasta la bandera de autoridades para un recorrido de testeo. Para la controvertida ministra, que no se cumpla la fecha de llegada a Barcelona (era el 21 de diciembre) no es importante 'porque ha habido circunstancias que obligan al retraso'.

También Zapatero, en su entrevista a La Sexta, se refirió al AVE a Barcelona. Afirmó que llegará 'en un tiempo razonable' y atribuyó los problemas 'a la acción inversora'. Afirmó que Catalunya acabará teniendo 'la mejor red ferroviaria'.

Un apaño en Cercanías

La C-2 sur de Barcelona volverá parcialmente al servicio el sábado. En hora punta circularán trenes cada 20 minutos parando en Vilanova, Sitges, Garraf, Castelldefels Playa y Castelldefels. A partir de ahí continuarán hasta Bellvitge y Sants. Los convoyes 'absorberán el 57% de la demanda', se aseguró ayer. Los otros pasajeros seguirán con autobuses.

El resto de la jornada habrá dos trenes por hora. Poner en servicio una sola vía tiene 'riesgos', admitieron des de Cercanías. Los trenes que crucen Bel-lvitge llevarán personal técnico a bordo y habrá una locomotora preparada para arrastrar un tren si falla así como convoyes de sustitución. Los trenes directos recortarán el viaje 24 minutos pero irán llenos. Ante eso, se recalcaron las ventajas del autobús: 'Tardará más pero será más cómodo'.

Ferrocarrils seguirá cerrado

La línea Llobregat-Anoia de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) interrumpida en Bellvitge desde el 20 de octubre podría no entrar en servicio hasta que el AVE llegue a Barcelona. 'No será en dos meses, será más', explicó el secretario de Movilidad Manel Nadal.

La Generalitat anunció que se compensará a los usuarios de FGC 'de forma proporcional a la afectación' que han sufrido. La propuesta, que se presentará la próxima semana, se pactará con las asociaciones de afectados y los sindicatos.

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