Arrimadas ataca a Romeva por la corrupción de CDC pero no puede justificar el apoyo de C's al PP

MADRID.- La candidata de Ciudadanos a la Generalitat, Inés Arrimadas ha atacado este viernes al cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, por los presuntos casos de "corrupción" de CDC, el partido de Artur Mas. No obstante, la dirigente de Ciudadanos, sin observar que la corrupción es un boomerang de ida y vuelta, ha sido incapaz de justificar el apoyo de Ciudadanos al Partido Popular de Madrid, a pesar de la larga lista de casos de corrupción que arrastra, cuando el candidato de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, se lo ha recriminado. 

De esta manera, la corrupción ha centrado la atención de la segunda parte del debate entre los candidatos a la Generalitat organizado esta noche por La Sexta, un debate muy trabado, con pocas o ninguna idea nueva y en el que se han sucedido las interrupciones entre unos y otros aspirantes. De hecho, la presentadora, Ana Pastor, ha tenido dificultades en algunos momentos para poner orden entre los políticos.

Por su parte, Rabell, en cuya candidatura está integrada tanto Podemos como ICV, ha cargado contra los presuntos casos de corrupción que afectan al PP y ha comentado: "Nadie sabe quién es de la Púnica y de Gürtel. Hay un cus-cus. Ustedes han corrompido las instituciones", ha dicho.

"Nadie sabe quién es de la Púnica y de Gürtel. Hay un cus-cus. Ustedes han corrompido las instituciones", ha espetado Rabell a Albiol

El candidato del Partido Popular, Xavier Garcia Albiol, también ha querido sumarse al carro de los ataques de corrupción y ha intentado atacar a Rabell a través de Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid. El candidato conservador ha achacado a Rabell que la alcaldesa contrató al marido de su sobrina pareciendo comparar esta situación con el 'caso Púnica'. 

Miquel Iceta, candidato del PSC, ha reclamado a Romeva, exeurodiputado de ICV, que dijera si pediría responsabilidades políticas a Mas en el caso de que las sospechas de corrupción de su partido se confirmen. En este sentido, Antonio Baños ha señalado que la CUP "está en contra de la corrupción" y "además no roba". 

Arrimadas ha continuado con los ataques y ha remarcado que CDC tiene 15 sedes embargadas por casos de presunta corrupción, ha acusado a Romeva de ayudar a "tapar" a Mas al colocarlo como número 4 de la candidatura de Junts pel Sí por Barcelona y al presidente catalán de "usar la estelada -bandera independentista- para tapar la corrupción de Convergència".

Ante estos ataques directos, Romeva ha dicho que Junts pel Sí tiene "tolerancia cero" ante la corrupción y que "quien la hace, la paga", aunque ha evitado defender a CDC directamente por estos casos.

En cuanto al candidato de UDC, Ramon Espadaler, ha dicho que los ciudadanos no pedían a los partidos caer en un "pim, pam, pum" a cuenta de la corrupción, sino que se cumpliera la ley, y ha reprochado las acusaciones cruzadas entre dos "frentes irreconciliables", el formado por los independentistas y el representado por formaciones como C's o el PP, ha dicho.

Por su parte, el candidato del PPC, Xavier Garcia Albiol, ha vuelto a agitar infructuosamente el debate de los catalanes que no lo son de origen y ha reprochado al cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, la percepción que, según él, tiene algunos miembros de esa candidatura de la emigración española de los años sesenta y setenta, en el sentido de tratarla como "ganado" traído en tren durante el franquismo a Cataluña para "diluir" la cultura catalana.

Es inadmisible dividir al pueblo catalán en función de su origen", le ha advertido Romeva a Albiol en varias ocasiones

"No voy a tolerar una difamación de estas características. Es inadmisible dividir al pueblo catalán en función de su origen", le ha advertido a continuación Romeva en varias ocasiones, a lo que Albiol ha insistido en acusar a los independentistas de menospreciar a estos catalanes.

Durante otro momento del debate, el candidato de la CUP, Antonio Baños, ha preguntado directamente al de Catalunya Sí que Es Pot, Lluís Rabell, si podía contar con ICV para un frente en contra de la banca que amenaza con reconsiderar su presencia en Cataluña en caso de secesión.