Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, sale al paso de las discrepancias en el criterio que debe interponerse en el Congreso ante el error de un diputado en el voto por llamamiento. Lo hace con una propuesta por escrito a la Mesa, que se ha reunido la mañana de este martes, en la que figura una interpretación del artículo 86 del Reglamento de la Cámara Baja. 

La presidenta del Congreso tiene capacidad para interpretar el Reglamento cuando sea poco conciso. En este caso, ese artículo 86 dice: "En la votación pública por llamamiento, un Secretario nombrará a los Diputados y éstos responderán «sí», «no» o «abstención». El llamamiento se realizará por orden alfabético de primer apellido, comenzando por el Diputado cuyo nombre sea sacado a suerte. El Gobierno y la Mesa votarán al final".

No habla, por tanto, de cómo hay que actuar en caso de que el diputado cometa un error o se confunda. Público ha tenido acceso a un resumen del escrito que ha presentado Armengol al resto de la Mesa y, en él, la presidenta del Congreso muestra su intención de "garantizar la seguridad jurídica y de proteger el derecho fundamental del voto".

El texto llega después de que la propia Armengol consideara "nulo" el voto de Eduard Pujol, diputado de Junts per Catalunya, cuando la secretaria cuarta de la Mesa, Carmen Navarro (PP), mantuvo un "sí" a la investidura de Feijóo por parte de Pujol, a pesar de que el diputado de Junts había rectificado para cambiar su voto al "no". 

Lo que propone la presidencia de la Cámara es algo que, en rigor, ya ocurría de forma informal en las votaciones por llamamiento: el diputado manifiesta el sentido de su voto, el Secretario lo repite desde la tribuna para "garantizar su correcta comprensión" y, en caso de error, el diputado en cuestión lo corrige, siempre y cuando, eso sí, "lo haga de manera inmediata y sin solución de continuidad". En ese punto, Armengol precisa, ahora por escrito, que el Secretario deberá interrumpir el llamamiento y pedir al diputado que "exprese de nuevo su voto". Será entonces cuando quede emitido "de manera válida".

Desde el equipo de Armengol insisten en que "esto ya funcionaba así", pero que "ante las discrepancias" tras lo que ocurrió el pasado viernes, la presidenta ha decidido que quede por escrito por la vía de un acuerdo de la Mesa, que tendrá, a partir de este martes, una semana para estudiar el texto y votar en consecuencia. Con todo, es de esperar que la mayoría progresista termine aprobándolo. Miembros del PP han dicho que "estudiarán la propuesta".

El PP pone el foco en el voto de Pujol

Pero no ha sido la única propuesta que se ha presentado durante este martes en la Mesa. El PP ha llevado la suya propia. En su caso, más bien ha sido una "exigencia", en las palabras que han escogido los populares. Lo que dicen es que la decisión de la presidenta de declarar el voto de Pujol "nulo" es "arbitraria", habida cuenta de que no lo contempla así el Reglamento, que en la modalidad de "voto por llamamiento" solo permite el "sí", el "no" y la "abstención".

En Génova mantienen que Pujol no rectificó. Aunque es cierto que, en las imágenes, se aprecia lo contrario. Por tanto, no encuentran sentido al hecho de que Armengol declarara "nulo" el voto y consideran que "sienta un peligroso precedente".

En cualquier caso, la presidencia de la Mesa y el sectro conservador ponen, cada uno de ellos, el foco en un lugar distinto. Los populares, en rectificar el voto de Pujol. Armengol, en fijar un protocolo —ampliando lo que figura en el Reglamento—, para evitar ese tipo de conflictos y, de paso, cubrirse las espaldas de ahora en adelante.