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Año nuevo, juicio nuevo: así preparan Juan Carlos I y Corinna Larsen la vista por acoso y difamación contra el rey emérito

Los abogados de las dos partes dibujan sus estrategias tras la sentencia que exonera al CNI, a Félix Sanz Roldán y al anterior monarca, mientras su examante mantiene las acusaciones contra él, incluida la de vigilancia ilegal.

Juan Carlos I saluda a su entonces amante Corinna Sayn-Wittgenstein durante un acto en 2006 | Archivo.
Juan Carlos I saluda a su entonces amante Corinna Sayn-Wittgenstein durante un acto en 2006.  EFE

Los abogados de Juan Carlos de Borbón y los de Corinna Larsen dibujan estos días sus estrategias ante el proceso judicial que, en fase preliminar, protagonizan ambos en el Tribunal Superior de Londres, y que ha dado un giro tras la última sentencia que avala la inmunidad del rey emérito para no ser juzgado por hechos ocurridos hasta su abdicación el 14 de junio de 2014. El fallo también exonera al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y a su exdirector Félix Sanz Roldán.

Los abogados del emérito, de la firma Carter-Ruck, son, de momento, los ganadores, y mantienen que Juan Carlos "niega enfáticamente que iniciase o dirigiese cualquier acción de acoso contra Corinna, y rechaza, en consecuencia, todas las alegaciones de su examante", que mantiene los cargos de acoso, vigilancia ilegal y difamación contra el rey emérito.

Por su parte, la defensa de Juan Carlos niega haber contactado a Selina Scott como testigo en la debilitada demanda de Corinna en el Tribunal Superior de Londres. "Lo de Selina Scott, lo he leído en la prensa, pero no sé nada más", ha dicho Guy Martin, abogado de Juan Carlos I, en declaraciones a Público, en respuesta a la posible intervención de la expresentadora de televisión en favor del anterior monarca de España.

La defensa de Juan Carlos niega haber contactado a Selina Scott, la periodista con la que flirteó hace 30 años

Richard Eden, columnista de Daily Mail, ha publicado que Selina se está pensando si apoya al emérito en la causa iniciada por Corinna. Scott hizo un documental sobre Juan Carlos I, A year in Spain, hace 30 años. El programa creó polémica por la intimidad y el flirteo que mostraban Selina y el entonces jefe de Estado español frente a las cámaras durante la entrevista.

En términos de duración temporal, las acusaciones admitidas en la vista abarcan ahora desde junio de 2014 -en lugar de abril de 2012- hasta el verano de 2020. Sin embargo, por lo que respecta al contenido, presuntamente delictivo, han sido reducidas a un memorial de agravios, dimes y diretes, y a acusaciones difíciles de comprobar a tenor de lo que ha sucedido en la Fiscalía suiza, donde Corinna y dos colaboradores del exrey han sido acusados, y exonerados (por archivo de la causa), de blanqueo de dinero. Entre otras razones, por falta de colaboración de otros países.

Cuando la Fiscalía suiza preguntó al Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí los
motivos del pago de 65 millones de euros al rey, no obtuvo respuesta. Cuando Corinna adujo un "contrato comercial" con el Gobierno de Kuwait por 4,4 millones de euros tras un viaje del entonces jefe de Estado a aquel país árabe, la
documentación facilitada por los kuwaitíes se convirtió en una carta de vaga
recomendación
para justificar la intervención de la comisionista.

Tras tres años de investigación, la Fiscalía suiza multó a Corinna, Arturo Fasana y Dante Canónica, representantes de Juan Carlos, con 50.000 euros y archivó las
pesquisas.
¿Dirá el sultán de Omán a los abogados ingleses por qué adquirió una vivienda de 50 millones de libras en Princess Gate, 5 (Londres) para Juan Carlos, gestionada por Corinna?

14/6/22 Juan Carlos de Borbón, el pasado 22 de mayo en Sanxenxo
Juan Carlos de Borbón, el pasado 22 de mayo en Sanxenxo. Álvaro Ballesteros / Europa Press

A pesar del rapapolvo que les dieron las juezas a los abogados de Corinna en la
vista del pasado 8 de noviembre, Michael Kim, de la firma Kobre & Kim,
representante de la examante, pone al mal tiempo buena cara y asegura en un
comunicado que "la demanda de Corinna ahora puede avanzar hacia el juicio en el Tribunal Superior de Londres". "La sentencia afecta a muy poco, solo al período en el que Juan Carlos era rey de España. La mayor parte de la demanda, desde 2014, no está afectada por esta sentencia y debería ir a juicio porque plantea serias alegaciones de acoso que se prolongaron durante mucho tiempo y serán examinadas con detalle cuando se celebre el juicio".

Dos años han tardado los tribunales ingleses en resolver el tema de la dispensa
judicial. Todavía quedan pendientes otros preliminares, como la forma (por
Whatsapp) en la que se le comunicó al exrey el trámite de la demanda o la
competencia jurisdiccional de los tribunales ingleses para juzgar a ciudadanos
extranjeros de presuntos delitos cometidos fuera de Inglaterra y Gales. Juan Carlos tiene nacionalidad española; Corinna, danesa; y algunas de las posibles faltas tuvieron lugar fuera de Inglaterra y Gales. Los preliminares pueden resolverse entre los abogados o a vista abierta.

La jueza Eleanor King, presidenta del tribunal que falló a favor de Juan Carlos,
advirtió que "éste es un caso serio e importante, que tiene gran repercusión pública y está costando una fortuna, así que no lo tomen como un folletín". La intervención de Selina Scott y el coqueteo televisivo con el exjefe del Estado español conduciría el proceso, de nuevo, hacia el sensacionalismo y el despotismo político que llevan acompañando esta causa desde el principio. Los medios españoles también han entrado en la ecuación al ser citados por la jueza Ingrid Simlery, quien resaltó "las contradicciones de Corinna entre lo que dice en la demanda y lo que cuenta en los medios españoles".

"Éste es un caso serio y está costando una fortuna, así que no lo tomen como un folletín", dice la jueza

Además de a los medios españoles, Corinna Larsen explica en el podcast Corinna y el Rey su relación romántica con Juan Carlos, su ceguera por la monarquía y la figura paternal del exrey para sus hijos, Nastassia y Alexander, así como la traición, según ella, de la que ha sido víctima. En el último capítulo del podcast asegura que a día de hoy es feliz, ha finalizado el acoso y tiene un negocio nuevo. "Mi nuevo trabajo se centra en resolver errores financieros y sanciones surgidas de irregularidades. De repente, me encuentro trabajando en un campo en el que me vi forzada a encarar por este terrible acoso. Estoy ocupada todas las horas del día que quiero".

El último capítulo de su podcast contrasta con la demanda judicial en la que repite hasta la saciedad "la angustia, la agonía y la depresión" que le generaron "el patrón de conducta intimidatoria y persecutoria a la que fue sometida". La supuesta depresión no está avalada por un certificado médico. En cambio, presenta numerosos relatos de encuentros con "hombres bien vestidos, de aspecto mediterráneo, que hablaban español" (tal como expone en la demanda aquí reproducida) para justificar ese patrón de conducta intimidatoria a la que asegura haber sido sometida.

Una representante de la examante, que en julio aseguró a Público en el juzgado que Corinna no iba a retirar la demanda civil (excluye pena de prisión y exige
retribución económica), hace días que no contesta a la misma pregunta. El silencio de los países árabes que le fue favorable a Corinna en la Fiscalía suiza para librarla de cargos de blanqueo de dinero, podría irle en contra en Londres. Pocos esperan que intermediarios como Mohammed Mahfoodh Al Ardhi, vicepresidente del Banco Nacional de Omán, el mexicano Allen Sanginés Krause o el cubano Pepe Fanjul, vayan a apoyar a Corinna, quien culpa al emérito de difamarla como ladrona frente a ellos. Por eso, dice, dejaron de hablarle y de contratarla.

El juicio, si llega a celebrarse, podría deparar sorpresas. Según los abogados de
Corinna, debería abrirse en 2023. Ella reafirma el 2023 en el podcast. Los abogados de Juan Carlos hacen una mueca al oír la fecha.

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