MADRID.- Los titiriteros Alfonso Lázaro y Raúl García, investigados en la Audiencia Nacional por realizar un espectáculo con escenas de contenido violento ante un público infantil durante los últimos carnavales de Madrid, barajan denunciar en la Fiscalía las amenazas de muerte que recibieron tras su detención e ingreso en prisión provisional durante cinco días el pasado febrero.

"Os vamos a dejar las cosas muy claras hijos de puta de mierda, respetamos absolutamente la libertad de expresión pero no la apología del terrorismo. Sabemos perfectamente quiénes sois, dónde vivís (individualmente) y dónde estáis y os advertimos y avisamos que tengáis mucho cuidado. Esto ahora, que si las cosas cambian iremos directamente a por vosotros", destaca, en subrayado, un mensaje firmado por Octavio Bombalier quien concluye "Mi padre murió en un atentado de ETA".

Algunas de las amenazas de muerte han causado especial alarma entre las defensas de ambos artistas, ya que identifican los nombres de sus padres.

Así, uno de los mensajes enviados a Lázaro y García avisa: "Esos efímeros segundos de gloria titiriflautera os van a costar muy caros, a vosotros y a Adeli, Mariluz, Juanma y Carlos, pues lo de menos va a ser el calvario judicial que os espera. Tengo unos amigos mexicanos y brasileños que me han dicho que con algunas cosas no se juega y menos niñatos comemierdas como vosotros".

Este mensaje está firmado por un tal "Cautivo Desarmado" y fue enviado desde una cuenta de Gmail a los correos electrónicos de los titiriteros el pasado 11 de febrero, fecha en la que ambos fueron excarcelados por orden del juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.

"Nadie podía saber los nombres de los padres de los titiriteros, salvo alguien con acceso a sus Documentos Nacionales de Identidad o a los atestados policiales de la detención" que habían sido entregados en la Audiencia Nacional, sostienen en fuentes de la defensa que destacan que la preocupación de los artistas reside en cómo han podido afectar estas amenazas a su entorno familiar.

Las amenazas recibidas, a las que ha tenido acceso Público, llegan a extremos sádicos, como esta advertencia: "Ya podéis ir borrando vuestro rastro de la red y olvidaros del celular, pues creo que por cuatro dólares os quieren rodear de llantas y prenderos fuego, como en esos films de las favelas. Y lo malo es que mucha gente, ya sea en la madre patria, en su capital, en Graná o donde quiera el diablo que os queráis esconder, va a saber vuestro paradero. Y si no es a vosotros, pues a los papis y mamis, que algo de culpa tendrán en que hayáis salido tan ratas rabiosas y con eso odio que sólo los tarados malcriados pueden destilar (...) Creo que ni aunque os salgan los ojos en el cogote os vais a enterar cuando vayan a por vosotros, pero como admirador anónimo os tenía que avisar. No me defraudéis y mostrar los mismos huevos cuando el caucho derretido os llegue hasta el tuétano. Salud camaradas y buen viaje al infierno", se despide este anónimo que sugiere a los artistas que se escondan en Somalia, "y si os acompaña la familia, pues mejor que mejor" ya que han conseguido "cabrear a los más granado y bestia de las tropas de élite, de los jueces del talión y de los narcos que siente veneración por la Virgen y las monjas".

"Yo no os metía en la cárcel, lo que os haría sería quemaros vuestro teatro, os amordazaros (sic) y torturar vuestras familias hasta la muerte delante vuestra. No os han metido en la cárcel por apoyar la ETA, esta tendría vergüenza de vosotros y os mataría, os han detenido por maricones, por dibujar pollas y enseñarlo a los niños. Os merecías morir de bebés. Pero como os coja ahora os voy a hacer sufrir. Os habéis ganado un enemigo (...) como os pille dando un espectáculo os voy a quemar y arderéis por siempre en el infierno. ¡Homosexuales, maricas, soplanucas, os voy a matar!!", concluye otro anónimo del 8 de marzo que tilda a los titiriteros de "putos caras ratas".

Este jueves el juez central de instrucción Ismael Moreno interrogará en la Audiencia Nacional a seis policías que intervinieron en la detención de los artistas y la incautación de su material teatral. Cuatro trasladaron a Lázaro y García tras su arresto, y dos son municipales que acudieron al finalizar la obra tras la denuncia de algunos padres asistentes a la representación junto a sus hijos.

Lázaro y García son investigados en la Audiencia Nacional por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo y otro contra los derechos fundamentales y las libertades públicas por la representación ante unos niños de la obra La Bruja y Don Cristóbal en los carnavales de Tetuán, con escenas violentas -como una violación -, con diálogos en esperanto y latín y donde un policía corrupto intenta incriminar a la bruja con una albóndiga-bomba y el famoso cartel de "Gora Alka-ETA". La web del ayuntamiento había advertido que estaba destinada a público adulto.