Este artículo se publicó hace 8 años.
El Alpino del Guadarrama, un batallón de Nobel
Una novela de Ernest Hermingway hace referencia a algunas acciones llevadas a cabo por el Ejército Popular de la República en la sierra de Madrid. Este artículo prosigue la serie de 'Senderos de la Memoria' iniciada por 'Público'
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La toma del cuartel de la Montaña por parte de las milicias populares complicó los planes de los militares golpistas de conquistar inmediatamente Madrid. Desde ese momento, el general Emilio Mola, jefe del Ejercito del Norte, movió sus tropas desde Valladolid y Burgos hacia los flancos de menor altura y con mejores comunicaciones de la Sierra de Guadarrama, los puertos del Alto del León y Somosierra. Consiguió su objetivo a medias y el día 25 de julio consolidó su posición en el Alto del León tras durísimos combates con las tropas leales a la República, no así en Somosierra que quedó bajo control gubernamental.
El general golpista también dirigió sus tropas hacia la parte central de la sierra madrileña de mayor altura y peor comunicación con desigual fortuna. El puerto de Navafría, que une el valle de Lozoya con la llanura segoviana por medio de una sinuosa pista, fue escenario de un enconado enfrentamiento hasta quedar en manos de los rebeldes. Por otra parte, columnas de guardias de asalto y milicianos de pueblos del entorno y el Batallón Thälmann, integrado por exiliados alemanes, se hicieron con el control los puertos de Cotos y Navacerrada. Y así quedaron las posiciones de los dos bandos durante casi todo el conflicto.
Mientras en la capital, jóvenes montañeros, escaladores y esquiadores integrados en el 5º Regimiento, impulsado por el PCE, consideran que es necesario, ante la proximidad del invierno, la creación una unidad capaz de moverse con soltura en zonas de montaña. Los promotores de esta iniciativa fueron Teógenes Díaz Gavín, Luis Balaguer Secourum y Joaquín Rodríguez López. Díaz, marmolista y afiliado al PCE, era un experimentado escalador que en mayo de 1933 había realizado la primera a la, por aquellos tiempos, imposible pared oeste del torreón de Galayos, además de fundador del Grupo de Alta Montaña del club Peñalara.
Carteles por las calles y un artículo en Milicia Popular, periódico del 5º Regimiento, invitan a sumarse a la iniciativa: “En periodo de formación, este batallón abre un enganche entre todos los deportistas, dándose preferencia a quienes hayan practicado deportes de montaña”. El 3 de octubre se presenta oficialmente la unidad en la que se han integrado miembros de los clubes de montaña y el batallón organiza un acto el día 6 al que asisten Rafael Alberti y María Teresa León.
EL 5º Regimiento nombró jefe del batallón al capitán Joaquín Rodríguez López, mecánico mecanográfico, de UGT y miembro de la Sociedad deportiva Excursionista. Rodríguez, para esas fechas, había formado parte de la columna del coronel Julio Mangada y participado en los combates de Navalperal, Las Navas y Peguerinos. Para comisario político fue elegido Teógenes Díaz. La primera compañía, al mando del capitán Luis Balaguer, miembro del club Peñalara y campeón de esquí, salió para la sierra el 14 de octubre y se desplegó en el puerto de Navacerrada, Siete Picos, Guarramillas, puerto de Cotos y Peña Citores. El 17 de noviembre se unió al grupo una segunda compañía.
En paralelo, aficionados a los deportes de montaña de la Juventud Socialista Unificada lanzaron una iniciativa similar y su organización se encargó a Raimundo Calvo Moreno, del club Salud y Cultura e integrante del batallón de milicias Octubre. Para captar a los integrantes de esta fuerza utilizaron métodos similares a los del 5º Regimiento. A primeros de octubre, el Batallón Alpino Juventud se presentó en el Coliseo Pardiñas y el acto se proyectó la película Los marinos del Kronstadt. Una primera compañía se desplegó en la sierra por la zona de la Fuenfría y relevó al Batallón Cercedilla. La segunda compañía se incorporó a primeros de noviembre.
Ante la paradoja de contar con dos unidades con cometidos similares y sin conexión orgánica, a primeros de diciembre se decidió la fusión y pasó a denominarse Batallón Alpino. Tras unos día de bicefalia, Joaquín Rodríguez fue reclamado por la Brigada Lister y quedó al mando de Raimundo Calvo. Tras los cambios en el escalafón, ascendió a teniente, Ángel Tresaco Ayerra, del club Peñalara, miembro del GAM, protagonista de numerosas escaladas junto a Teógenes Díaz y que firmó la segunda al Torreón de Galayos junto a Enrique Herreros, años más tarde dibujante en la revista La Codorniz.
Ricardo Rubio y Silvino Ronda fueron otros notables escaladores madrileños que formaron parte del Batallón Alpino, así como cualificados montañeros de la sociedades Peñalara, Club Alpino Español, Sociedad Deportiva Excursionista y Salud y Cultura. Entre los esquiadores, estuvieron Manuel Pina Picazo, de Peñalara, campeón de España de Esquí, instructor del batallón y fusilado en 1942 en el cementerio de la Almudena; Ángel Barrada, años después fue presidente de la Federación Española de Deportes de Invierno; Rafael Bosqued del Campo, el más joven del batallón, y Adolfo Ruiz Esteso.
Pese a la escasa relevancia de las acciones bélicas de esta unidad, el Batallón Alpino es uno de los personajes de la novela Ernest Hermingway
Tras la fusión, el Batallón Alpino quedó integrado por las cuatro compañías precedentes, más una quinta que se desgajó del Batallón Thälmann y formada por leñadores de la localidad segoviana de Valsaín. Además se integró una sexta en la que se integraron un grupo de ametralladoras, transmisiones, intendencia, sanidad y un grupo mixto de camiones y mulos (el tren hipomóvil) encargado de abastecer las posiciones de montaña. Estás unidades fueron equipadas con uniformes blancos, procedentes de las fuerzas de esquiadores rusos.
El Batallón Alpino no fue una unidad de choque, su misión fue la de vigilancia y la de construcción de trincheras, fortines, bunkeres y casamatas en la cotas más altas de la sierra a lo largo de la línea que va desde el puerto del Alto del León a Canencia, algo más de 30 kilómetros. Más allá de algún enfrentamiento y golpes de mano esporádicos, el batallón solo participó en la ofensiva que Ejército Popular realizó en dirección a Segovia en mayo de 1937.
Pese a la escasa relevancia de las acciones bélicas de esta unidad, el Batallón Alpino es uno de los personajes de la novela Ernest Hermingway, el premio Nobel fue corresponsal en la Guerra Civil y visitó el frente de Guadarrama, Por quién doblan las campanas. La obra fue llevada al cine en 1943 y estuvo protagonizada por Ingrid Bergman y Gary Cooper. El grupo de rock duro, Metallica, incluyó una canción en su segundo disco que está inspirada en la novela y que lleva el mismo título.
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