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Elecciones autonómicas y municipales 2023

El adelanto de las elecciones generales acerca todavía más a Trias a la alcaldía de Barcelona

Aunque el PSC y, sobre todo, los Comuns mantienen la defensa de un "gobierno progresista", ERC deja claro que no tiene ninguna intención de hacer alcalde a Collboni y difícilmente se aliará con los socialistas a cinco semanas de unos comicios donde, justamente, pretende competir para ser la primera fuerza en Catalunya.

El candidato de Junts per Catalunya a la Alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, durante el seguimiento de la jornada electoral en la sede de JuntsxCat, a 28 de mayo de 2023, en Barcelona.
El candidato de Junts per Catalunya a la Alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, durante el seguimiento de la jornada electoral, a 28 de mayo de 2023, en Barcelona. Alberto Paredes / Europa Press

Un día después de las elecciones municipales y de su triunfo en las urnas aún parece más probable que Xavier Trias vuelva a la alcaldía de Barcelona, cargo que ya ocupó del 2011 al 2015. El inesperado adelanto de las elecciones estatales para el 23 de julio que ha anunciado este lunes por la mañana el presidente español, Pedro Sánchez, hace prácticamente inviable algún tipo de alianza a tres bandas que permita al socialista Jaume Collboni llegar a la mayoría absoluta de 21 concejales que necesita para impedir la investidura de Trias.

Ahora mismo sólo el PSC y, sobre todo, Barcelona en Comú defienden explorar algún tipo de alianza progresista, que en la práctica implicaría que los cinco concejales de ERC se sumaran a los diez de los socialistas y a los nueve de los Comuns para aglutinar una mayoría de 24 de los 41 representantes del pleno municipal. La cuestión es que ERC ha reiterado que no piensa hacer alcalde a Collboni y el adelanto electoral hace que sus estrategas prácticamente descarten al 100% prestar sus votos a un PSC con el que apenas un mes después -los ayuntamientos se constituyen el 17 de junio- rivalizará en las elecciones generales para ser la formación más votada en Catalunya.

Más inviable es aún la otra alternativa que podría impedir la investidura de Trias, que sería la suma de los votos de PSC, BComú y el PP de Daniel Sirera, que tiene cuatro ediles. Sirera ha subrayado este lunes que ve "complicadísimo por no decir imposible" apoyar a Collboni si también cuenta con los votos de Colau. Tampoco parece probable que el líder estatal del PP, Alberto Núñez Feijóo, apueste por facilitar al Partido Socialista la alcaldía de la segunda ciudad del Estado a cinco semanas de las generales.

Cabe recordar que, según establece la ley, en los ayuntamientos gobierna la lista más votada si el resto de fuerzas son incapaces de articular una mayoría absoluta alternativa, es decir, que si Collboni no obtiene 21 votos, Trias será el alcalde de Barcelona, aunque sólo reciba el apoyo de los 11 concejales de Junts, su formación. Lo que tampoco implica que tenga que gobernar en solitario, porque en las próximas semanas podría llegar a algún acuerdo con ERC, lo que le permitiría llegar a 16 ediles, o, incluso, cerrar un pacto sociovergente con el PSC, lo que le daría la mayoría absoluta de 21 y, por tanto, garantizaría la estabilidad del gobierno municipal, que no debería negociar con la oposición sus políticas para que salieran adelante.

Junqueras: "No tenemos ninguna voluntad de ofrecer la alcaldía al PSC"

Vayamos por partes. Este lunes por la mañana, Trias ha asegurado en una entrevista en Rac1 que está convencido de que Collboni no intentará pactar con los Comuns y ERC para desbancarle y, por tanto, no cree que se repita una situación como la del 2019, cuando la llamada operación Manuel Valls impidió la alcaldía de Ernest Maragall -que había sido la opción más votada- dando un asombroso apoyo a la investidura de Colau. El dirigente de Junts ha añadido que no descarta gobernar en minoría y alcanzar pactos puntuales, pero se ha mostrado partidario de crear un gobierno "fuerte", que no genere "complicaciones durante todo el mandato".

Si el domingo, casi a la medianoche, Jaume Collboni proclamaba que "el PSC no renuncia a nada", este lunes el primer secretario del partido, Salvador Illa, ha puntualizado que nada se puede descartar en la capital catalana, pero que hay que trabajar para generar un "gobierno estable, progresista y en clave barcelonesa".

Por parte de los Comuns, Colau ha vuelto a reconocer que Trias ganó, pero "por muy poco" y, "en cambio, existe una amplísima mayoría progresista de 24 concejales que seguiré defendiendo que se pongan de acuerdo". En rueda de prensa, el número dos de Barcelona en Comú, Jordi Martí, también ha reiterado que hay que "seguir apostando por la vía de un gobierno progresista, la gente de izquierdas no entendería que no lo intentemos". Para él, la exploración de este gobierno debe realizarse "con la mejor de las generosidades" y también teniendo en cuenta el escenario estatal que han dejado los comicios.

Pese a las palabras de socialistas y Comuns, sin que ERC se sume a ella esta alianza progresista es inviable y ahora mismo la posición de los republicanos es muy clara. "No tenemos ningún interés ni voluntad de ofrecer la alcaldía al PSC", ha proclamado el presidente del partido, Oriol Junqueras, quien, como ha hecho Ernest Maragall, defiende que corresponde al ganador de los comicios, Xavier Trias, "tomar la iniciativa para formar gobierno en Barcelona.

En el interior del partido crecen las voces que cuestionan la estrategia de pactos y acuerdos con el PSOE y el PSC, ya que consideran que han situado al partido de Illa en una posición central que le han permitido imponerse a Catalunya en estas municipales y, por tanto, se da por descartado una hipotética alianza también con los Comuns para dar la alcaldía a Collboni a cinco semanas de unas generales en las que socialistas y republicanos competirán por imponerse, ante el temor de un escape de votos independentistas hacia Junts o de una abstención al alza.

Trias tiene menos apoyo que en el 2015, cuando quedó segundo

En cuanto a los resultados de las elecciones en la capital catalana, tanto Trias por Barcelona como el PSC se impusieron en cuatro distritos, mientras que BComú lo hizo en dos, dando la vuelta al escenario del 2019, cuando los Comuns fueron la primera fuerza en seis, ERC en dos, el PSC en uno (Nou Barris) y Barcelona por el Cambio-Cs, la lista de Manuel Valls, también en uno (Sarrià-Sant Gervasi). Esta vez BComú ha ganado sólo en Sants–Montjuïc y Ciutat Vella, mientras que Junts lo ha hecho en el Eixample, Gràcia, Sarrià–Sant Gervasi y Les Corts, y el PSC de Collboni en Nou Barris, Sant Martí, Sant Andreu y Horta-Guinardó.
Pese a ser la primera fuerza, los menos de 150.000 votos que ha recibido Trias -149.235- son la cifra más baja de la lista ganadora en la capital catalana en unas elecciones desde 1979. De hecho, Trias casi duplica el número de votos de Junts del 2019, pero queda por debajo de los 159.000 que él mismo obtuvo en el 2015, cuando fue segunda fuerza, y cae también en porcentaje, al pasar del 22,6% al 22,4% de los sufragios.

El PSC pierde 7.000 votos respecto al 2019 -de casi 139.000 a menos de 131.600-, pero gracias a la menor participación gana apoyo relativo y crece del 18,4% al 19,8%, mientras que ERC pierde más de la mitad de los votos -de 161.000 a menos de 75.000- y se mueve en unas cifras casi equivalentes a las de 2015, cuando recibió el 11,0% de los sufragios -ahora ha alcanzado el 11,2%-.

Por último, Barcelona en Comú confirma un desgaste ya iniciado en 2019. Si en 2015 irrumpió con 11 concejales y 176.000 votos (el 25,1%), cuatro años más tarde cayó a los 10 representantes y 156.157 sufragios (20,7%) y ahora se ha quedado en 9 ediles y 131.594 papeletas (19,8%). Es decir, desde que empezó a gobernar ha perdido 45.000 votos y más de 5 puntos de apoyo, con caídas sobre todo importantes en los distritos más populares, como Nou Barris (12.000 votos menos), Sant Martí (-9.500), Sant Andreu (-6.600) y Horta-Guinardó (casi 7.000).

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