El exministro y exdirigente socialista, José Luis Ábalos, presenta una denuncia ante la Fiscalía por revelación de secretos y comunicaciones, solicitando que se investigue a los responsables, según ha publicado la agencia EFE y ha confirmado el propio Ábalos en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. Además, el escrito también incluye una denuncia por delito de omisión de perseguir delitos.

En dicha denuncia registrada ante la Fiscalía, a la que ha tenido acceso Público, Ábalos especifica que la difusión de material privado que le afecta personalmente a él y a personas de su entorno habría "sido consentida". En ese sentido, la investigación que solicita "se dirige a
quien tiene la obligación de preservar esta privacidad, que no son otros que los funcionarios que hayan intervenido en la investigación y
quienes hayan sido custodios de esta".

En cuanto a la omisión de perseguir delitos que también denuncia Ábalos, el exministro de Transportes apunta, en el escrito remitido a la Fiscalía, que "no se ha iniciado actuación alguna ni por la Guardia Civil ni por el Juzgado" para detectar "de donde provienen" las informaciones de material privado que han publicado algunos medios. Fuentes del entorno de Ábalos deslizan que podrían haber existido llamadas directas de "servidores públicos" para filtrar información sensible medios de comunicación.

Campaña de acoso y preguntas al Gobierno

La comparecencia ha tenido lugar un día después de que la Mesa del Congreso le pidiera reformular las preguntas dirigidas al Gobierno para su respuesta por escrito, con el objetivo de investigar si él y su entorno fueron objeto de espionaje irregular por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

La Mesa ha tomado esta decisión después de recibir un escrito de los letrados del Congreso que recomendaban reformular las preguntas de Ábalos, considerándolas de "exclusivo interés de una persona singularizada", según han explicado a EFE fuentes parlamentarias.

El ahora diputado del grupo Mixto ha mencionado en su comunicación al Congereso el espionaje que habrían sufrido diputados de Podemos a manos de una "unidad secreta" de la Policía durante el Gobierno de Mariano Rajoy. Ha explicado que desde 2020 hasta la fecha, tanto durante su etapa como ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE como ahora en su papel de diputado, ha estado "sufriendo" la publicación por parte de algunos medios de "datos y detalles" de su vida personal, incluyendo "domicilios, desplazamientos, alojamientos y celebraciones familiares".

Por ello, ha formulado cinco preguntas al Gobierno, instándole a responder por escrito si está siendo investigado y si tiene conocimiento de la realización de "consultas" en las bases de datos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sobre su información personal y la de sus familiares.

Además, en relación con la instrucción del llamado caso Koldo, que llevó a su salida del grupo socialista, Ábalos pedía aclaración sobre la remisión de documentos incautados por la Guardia Civil al que fue su asesor, relativos a su actividad política y vida privada sin conexión con el caso. Ha denunciado que estos documentos están siendo utilizados en una "campaña de acoso mediático" contra él, a pesar de "no estar siendo investigado" por el caso Koldo.

Diputado para conservar "una tribuna pública"

El exdirigente socialista ha empezado su atención a los medios de este miércoles en la misma línea que terminó la que protagonizó en febrero, cuando anunció que, pese a la suspensión de militancia que le había interpuesto el PSOE, iba a continuar como diputado en el Grupo Mixto para conservar la "tribuna pública" necesaria para defenderse. Su idea no ha cambiado y, de acuerdo con sus palabras, el tiempo le ha dado la razón de que estaba siendo víctima de una serie de ataques orquestados por ser una figura de relevancia en el PSOE.

También ha insistido Ábalos en que el objeto de la investigación del caso Delorme, más conocido como caso Koldo, ha quedado diluido. En referencia a otras investigaciones sobre figuras del entornos socialista que se mantienen abiertas, como la de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, ha dicho que le parece evidente que se trata de "una guerra política", que "no se puede uno rendir" y que "[el Gobierno] debe entender a lo que se enfrenta".