'Todo está pensado'. 'Votaremos seguro'. 'Hemos de seguir el plan que tenemos perfectamente trazado'. 'Cuando nos encontremos con dificultades, pondremos soluciones'. Estas han sido las respuestas del presidente de la Generalitat, Artur Mas, ante las dudas que plantea la convocatoria efectiva de la consulta del próximo 9 de Noviembre.

En una entrevista concedida este viernes a la emisora Rac1, Mas ha afirmado que el proceso soberanista iniciado 'se resolverá votando'. La vía será 'la consulta planificada'. 'Pero hemos de hacerlo bien', ha puntualizado. Y 'hacerlo bien' significa, según el presidente catalán, que se den las condiciones para que todo el mundo entienda que el resultado de la votación se puede dar por bueno. 'La consulta se tiene que hacer con todas las garantías democráticas'.

Artur Mas ha revelado que prevé que en la consulta puedan ejercer su derecho al voto todos los ciudadanos de Catalunya mayores de 16 años, que el censo será el de un registro de población en el que figurarán todas las personas a partir de esa edad y que las votaciones tendrán lugar en colegios electorales en ubicaciones que no considera oportuno detallar en este momento.

El presidente de la Generalitat ha reconocido que pueden generarse conflictos con ayuntamientos que se nieguen a facilitar datos de población o con la selección de sedes para colegios electorales, pero no ha querido dar detalles sobre la manera de resolver este tipo de dificultades. 'Lo tenemos previsto pero no podemos explicarlo ahora'.

Mas también ha señalado, sin embargo, que 'las condiciones de convocatoria de la consulta se pueden ver alteradas' por otro tipo de circunstancias, porque 'en esta película', ha dicho, el Estado español, aunque no pueda evitarlo todo, 'es un actor'. Ha reiterado que el conflicto con España se resolverá votando y no con acuerdos en la Moncloa que 'luego no se cumplen'. Ha dicho tener pocas esperanzas en recibir una respuesta por parte del Estado, pero también ha advertido que 'no pueden pretender pararnos con la estrategia del miedo y de las leyes. En algún momento han de empezar a reaccionar'.

El president ha insistido en que está dispuesto a convocar la consulta para el 9 de noviembre y ha asegurado que no la retirará, pero también ha aclarado que si se produce 'alteración en las condiciones', convocará a los partidos que dan apoyo al ejercicio del derecho de autodeterminación para buscar soluciones de consenso. 'No podemos perder el sentido de unidad y de consenso', ha dicho, al tiempo que ha advertido de que no todas las formaciones del pacto por el derecho a decidir han definido con claridad su posición ante la más que previsible impugnación de la legalidad de la convocatoria.

En cuanto a la posible proclamación de independencia una vez se conozca el resultado de las urnas, Artur Mas ha precisado que 'si Catalunya vota Sí, Sí', entenderá que tanto él como las fuerzas políticas catalanas habrán recibido 'un mandato político para implementar el resultado', y que entonces habrá que sentarse a hablar para que el nuevo Estado catalán no vaya contra España y acuerde su relación con la Unión Europea.

La manifestación multitudinaria de este jueves en Barcelona, según Mas, también ha servido para demostrar que 'un problema como el que tiene el expresidente Jordi Pujol no puede pasar por encima' de la voluntad de un país. Según ha explicado en la entrevista, ha mantenido conversaciones con Pujol hace pocos días y lo ha encontrado 'muy tocado', como consecuencia de la pérdida de capital político, 'algo hacia lo que orientó su vida'. '¿Como quiere que esté?', ha preguntado.

Por su parte, el conseller de Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, ha considerado que la masiva participación en la manifestación en forma de V convocada por la ANC y Òmnium Cultural da energía al proceso soberanista: 'Tenemos mucha más fuerza de la que teníamos anteayer'.

En una entrevista de Catalunya Ràdio, ha considerado que los ciudadanos han hecho los deberes y ahora le toca a los partidos: 'Entendemos muy bien el mensaje', ha incidido. Homs ha señalado que la Generalitat no ha tenido 'ningún input' por parte del Gobierno central tras la movilización de la Diada, aunque ha asegurado que el Govern sigue predispuesto a dialogar.