El Gobierno sigue practicando las 'devoluciones en caliente' con los inmigrantes que saltan la valla de Melilla. Unos 50 subsaharianos de los cerca de 75 encaramados a la valla de Melilla esta madrugada, se han bajado de la verja y han sido entregados a Marruecos.

Los subsaharianos han descendido por una de las escaleras colocadas por la Guardia Civil y, posteriormente, han sido entregados a las autoridades marroquíes por una de las puertas de acceso de la valla.

El resto de subsaharianos permanecen subidos en la parte alta del vallado, a una altura de seis metros, visiblemente cansados, tras doce horas.

A ambos lados del perimetro, tanto en el lado español como en el marroquí, hay un fuerte despliegue policial. Los guardias civiles llevan mascarillas y guantes, mientras que en la zona marroquí aguardan varios autobuses, alguno de los cuales llevan inmigrantes.

Este grupo de inmigrantes subidos a la valla formaba parte de otro más numeroso, de unos 600, que sobre las 04:30 horas ha protagonizado un intento de entrada a la carrera, han señalado a Efe fuentes policiales.

Dos horas después, sobre las 06:00, un segundo grupo formado por una treintena de subsaharianos se ha dirigido a una zona más al sur del perímetro, hacia el puesto fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que existen entre la ciudad y Marruecos, que ha tenido que ser cerrado durante unos diez minutos.

Cuatro subsaharianos habían descendido la valla para ser hospitalzados en Melilla. Tras su paso por el centro médico han sido llevados al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE).

La pasada semana el juzgado de primera instancia y de Instrucción número 2 de Melilla aceptó abrir diligencias previas para investigar la posible responsabilidad y comisión de delitos en la acción de policías marroquíes y efectivos de la Guardia Civil durante las expulsiones en caliente que se produjeron en Melilla durante la noche del pasado 18 de junio.

La querella fue presentada por Andalucía Acoge --junto con la Federación de SOS Racismo y Prodein Melilla--, que explicó en un comunicado que lo hizo a partir de un vídeo grabado 'en el que se aprecia cómo fuerzas auxiliares marroquíes, dentro de territorio español, apalean a una persona inmigrante', y que los hechos son observados por 'un coche de la Guardia Civil, que no interviene para detener la acción violenta'.