El rey ha mejorado su imagen en España, siempre según la Casa Real. Así ha sido desde el pasado 11 de marzo, cuando presidió —acompañado por la Reina, los Príncipes de Asturias y la infanta Elena— el funeral del décimo aniversario por las víctimas del atentado de los trenes de Atocha. Fuentes de Zarzuela a las que cita la agencia Efe apuntan que desde entonces la percepción positiva sobre su figura ha remontado, después de meses de estancamiento, en las encuestas internas que maneja la Casa del Rey, pero que no se han hecho públicas.

Tras más de un año 'al ralentí', como consecuencia de la operación de hernia discal y las dos intervenciones quirúrgicas en la cadera, Juan Carlos de Borbón ha emprendido una intensa agenda nacional e internacional que se ha traducido en una reacción positiva de los ciudadanos, según subrayan fuentes de la Zarzuela.

El viaje de mediados de abril a Emiratos Árabes Unidos y Kuwait y la visita que hoy concluyó a Omán y Baréin han contribuido a esta 'mejora considerable' de la imagen del rey y la Corona, explican estas fuentes, que destacan además cómo las encuestas siempre han reflejado un apoyo mayoritario de la población a la Monarquía parlamentaria frente a eventuales alternativas republicanas.

Juan Carlos de Borbón, que esta mañana ha regresado a España tras un breve encuentro de despedida con el rey de Bahréin, Hamad Bin Isa Al Jalifa —quien le acompañó hasta el aeropuerto en un gesto de deferencia—, prepara ahora la agenda de su próxima visita a Arabia Saudí, prevista para los días 17 al 19 del presente mes, a la que seguirá un cuarto viaje a Catar, aún pendiente de fechas.

Las mismas fuentes de la Casa del Rey recuerdan que el monarca ha recuperado ya 'en buena medida' sus problemas de movilidad y nada le impide desarrollar normalmente su actividad, como según apuntan ha mostrado en este viaje, en el que 'no se le ha visto cansado'. Al término de esta visita oficial, tanto la Casa del Rey como el Gobierno consideran cumplidos los objetivos trazados para este viaje y el anterior, ya que la presencia de Juan Carlos de Borbón y sus contactos con los jefes de Estado de la región han generado un 'clima de confianza' que permite cerrar acuerdos bilaterales y crear un marco jurídico favorable para el desarrollo de la cooperación.

Fuentes diplomáticas señalan que la relación del rey con sus interlocutores en las monarquías del Golfo han hecho posible que ministros y empresarios españoles celebraran reuniones con autoridades de estos países que en otro caso habrían sido prácticamente inaccesibles. En ese sentido, el rey habría ejercido un 'efecto de imán', ha reforzado 'lazos de confianza y conocimiento mutuo' y ha dado su aval como jefe de Estado a las empresas interesadas en nuevos proyectos de inversión.

El Centro de Investigaciones Sociaológicas (CIS) lleva sin preguntar a la ciudadanía acerca de su percepción sobre el papel del rey desde octubre de 2011.